METODOLOGÍA PARA EL DESARROLLO DE COMPETENCIAS
naomi7127 de Septiembre de 2014
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METODOLOGÍA PARA EL DESARROLLO DE COMPETENCIAS.
La educación tiene una doble misión; enseñar la diversidad de la especie humana y contribuir a una toma de conciencia de las semejanzas y la interdependencia entre todos los seres humanos, la primaria infancia es donde debe aprovecharse para llevar a cabo esta enseñanza.
Una alternativa para desparecer las diferencias, es trabajar desde las escuelas, en donde el objetivo sea en beneficio de personas con deficiencias y necesidades, lo cual al ir practicándolo de manera cotidiana los niños y jóvenes irán creciendo con ese valor de cooperativismo y cuando lleguen a la edad adulta no discriminen o menosprecien a las personas que sean diferentes a ellos.
La educación a lo largo de la vida se basa en cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.
• Aprender a conocer significa aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida.
• Aprender a hacer, es adquirir una competencia que capacite al individuo a enfrentarse a un gran número de situaciones y trabajar en equipo.
• Aprender a vivir juntos, comprendiendo al otro y percibiendo las formas de interdependencia, respetando los valores del pluralismo.
• Aprender a ser, mejorar la propia personalidad y obrar con autonomía, juicio y responsabilidad persona.
La educación no debe enfocarse sólo a la adquisición de conocimientos, lo importante es concebirla como un “todo”, que haga individuos con sentimientos, valores, cultura, humanidad, etc.
La formación basada en competencias es el enfoque educativo que orienta el currículo, la docencia, el aprendizaje y la evaluación desde un marco de calidad, ya que brinda principios, marcadores y herramientas para hacerlo, buscando asegurar el aprendizaje de los estudiantes.
En la cuestión social la educación debe formar para la vida y para el trabajo con calidad y se deje de lado lo teórico y la mera transmisión de información, ya que lo más importante no es tener conocimientos sino saberlos buscar, procesar, analizar y aplicar de forma idónea.
La formación basada en competencias es el enfoque que está en el centro de la política educativa en sus diversos niveles. Las competencias son la orientación fundamental de diversos proyectos internacionales de educación, como el Proyecto Tuning de la Unión Europea o el Proyecto Alfa Tuning Latinoamérica.
Las competencias son un enfoque para la educación y no sólo un modelo pedagógico, pues no pretenden ser una representación ideal de todo el proceso educativo, ya que se focaliza en unos aspectos específicos de la docencia, del aprendizaje y de la evaluación, como son:
1) La integración de los conocimientos, los procesos cognoscitivos, las destrezas, las habilidades, los valores y las actitudes en el desempeño ante actividades y problemas.
2) La construcción de los programas de formación acorde con los requerimientos disciplinares, investigativos, profesionales, sociales, ambientales y laborales del contexto y;
3) La orientación de la educación por medio de estándares e indicadores de calidad en todos sus procesos.
El enfoque de las competencias implica cambios y transformaciones profundas en los diferentes niveles educativos. Es comprometerse con una docencia de calidad, buscando asegurar el aprendizaje de los estudiantes.
CONCEPTO DE COMPETENCIAS
El concepto de competencias como tal se comenzó a estructurar en la década de los 60’s con base en dos aportaciones: la lingüística de Chomsky y la psicología conductual de Skinner. Chomsky propuso el concepto de competencia lingüística como una estructura mental implícita y genéticamente determinada que se ponía en acción mediante el desempeño comunicativo (uso efectivo de la capacidad lingüística en situaciones específicas).
Por el contrario, poco a poco se fue hablando de la competencia como un comportamiento efectivo, y hoy en día hay un sólido modelo conductual de las competencias, que aunque ha trascendido el esquema de estímulo – respuesta, sigue basándose en el conocimiento observable, efectivo y verificable, confluyendo entonces así el desempeño de la competencia.
En general, la psicología cultural le ha aportado al concepto de competencias el principio de que la mente y el aprendizaje son una construcción social y requieren de la interacción con otras personas, estando la idoneidad influenciada por el mismo concepto.
En síntesis, el auge de las competencias en la educación se corresponde con una mayor implicación de la sociedad en la educación, la cultura de la calidad, la globalización y la competitividad empresarial.
Se han establecido múltiples definiciones de las competencias, pero todas ellas tienen problemas por su reduccionismo o falta de especificidad con otros conceptos.
La definición que propone el autor Sergio Tobón, es que las competencias son procesos complejos de desempeño con idoneidad en un determinado contexto, con responsabilidad.
Clarificación de los términos de la definición:
1. Procesos: son acciones que se llevan a cabo con un determinado fin, tienen un inicio y un final identificable. Implican la articulación de diferentes elementos y recursos para poder alcanzar el fin propuesto. Con respecto a las competencias, esto significa que éstas no son estáticas, sino dinámicas, y tienen unos determinados fines, aquellos que busque la persona en concordancia con las demandas o requerimientos del contexto.
2. Complejos: lo complejo se refiere a lo multidimensional y a la evolución (orden – desorden – reorganización). Las competencias son proceso complejos por que implican la articulación en tejido de diversas dimensiones humanas y porque su puesta en acción implica muchas veces el afrontamiento de la incertidumbre.
3. Desempeño: se refiere a la actuación en la realidad, que se observa en la realización de actividades o en el análisis y resolución de problemas, implicando la articulación de la dimensión cognoscitiva, con la dimensión actitudinal y la dimensión del hacer.
4. Idoneidad: se refiere a realizar las actividades o resolver los problemas cumpliendo con indicadores o criterios de eficacia, eficiencia, efectividad, pertinencia y apropiación establecidos para el efecto. Esta es una característica esencial en las competencias, y marca de forma muy importante sus diferencias con otros conceptos tales como capacidad (en su estructura no está presente la idoneidad).
5. Contextos: constituyen todo el campo disciplinar, social y cultural, como también ambiental, que rodean, significan e influyen una determinada situación.
Las competencias se ponen en acción en un determinado contexto, y este puede ser educativo, social, laboral o científico, entre otros.
6. Responsabilidad: se refiere a analizar antes de actuar las consecuencias de los propios actos, respondiendo por las consecuencias de ellos una vez se ha actuado, buscando corregir lo más pronto posible los errores. En las competencias, toda actuación es un ejercicio ético, en tanto siempre es necesario prever las consecuencias del desempeño, revisar cómo se ha actuado y corregir los errores de las actuaciones, lo cual incluye reparar posibles perjuicios a otras personas o a sí mismo. El principio en las competencias es entonces que no puede haber idoneidad sin responsabilidad personal y social.
Se orienta la educación a lo laboral, descuidando la formación disciplinar. La formación laboral y profesional es una contribución muy importante del enfoque de competencias por que permite diseñar los planes de estudio con el componente laboral, buscando que los estudiantes se conecten deforma pertinente con el mundo del trabajo. Esto, sin embargo, no se opone a la formación disciplinar y científica. Antes por el contrario, se busca potenciar esta formación y por ello se habla de competencias científicas, de tal manera que posibiliten en los estudiantes abordar y resolver problemas nuevos, con creatividad.
El enfoque de competencias se centra en el hacer y descuida el ser. Esta es también una crítica frecuente al enfoque de competencias en la educación y radica en que los programas de formación y certificación de competencias laborales han tenido a enfatizar en la ejecución de actividades y tareas, con un bajo grado de consideración de los valores y actitudes. Sin embargo, esto se ha comenzado a superar en los últimos años al ponerse de plano que la dimensión afectivo – motivacional es fundamental para realizar cualquier actividad con idoneidad, pues ahí está presente el querer, la motivación por el trabajo bien hecho, la responsabilidad en lo que se hace, la disposición a aprender, etc. Es por ello, que una definición compleja, sistémica e integral de las competencias contiene no sólo la dimensión cognoscitiva y la dimensión del hacer, sino también la dimensión del ser, en el proceso de desempeño. Y no se puede plantear que la idoneidad es sólo idoneidad para realizar con excelencia un trabajo al servicio de los intereses económicos – empresariales, sino que la idoneidad es saberse desempeñar con excelencia también en los demás planos de la vida humana.
Las competencias son lo que siempre hemos hecho. Esta es una característica frecuente por parte de los docentes. Lo que hay en el fondo es una resistencia al cambio que impide a los docentes
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