Muralismo mexicano

Muralismo Mexicano

Pia Jorquera

Campus Curicó

Las artes, pinturas y esculturas siempre han estado presente en el desarrollo de las grandes culturas a largo de toda la historia, teniendo como principal objetivo el comunicarse a través de estas para así mandar un mensaje a la sociedad, esto dependiendo del contexto en el cual se haya desarrollado las obras. Este maravilloso acontecimiento ha tenido diversas repercusiones en la sociedad, un claro ejemplo es México, donde desde la época prehispánica, en la cual se grababan en las pirámides o en pinturas o acontecimientos históricos, y hasta la época contemporánea, donde se retoman las artes, pero con un nuevo sentido social, con nuevos objetivos y talentos, siempre ha gozado de manifestaciones artísticas de gran relevancia histórica y social.

A principios del siglo XX, dado las condiciones internacionales y contagiados por el espíritu Revolucionario y las ideas de libertada, los jóvenes artistas de la época revolucionaria y post revolucionaria, libraron una de las batallas más características de la historia de México, un movimiento artístico, social, cultural y también político, de resistencia e identidad, en la cual se buscaba la libertad de expresión y creación, se llevaron a cabo huelgas de estudiantes de artes,  que buscaban el reconocimiento de las autoridades y el otorgamiento de las facilidades para poder llevar a sus obras a la sociedad, presentándolas en diversos edificios públicos, para así ser apreciados por todos aquellos que transitaran las calles de la ciudad de México. Personajes como David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera, los cuales fueron nombrados como “Los Tres Grandes”, se consideran como los portavoces de la causa de los muralistas. Dichas ideas de libertad y revolución de ideas llevaron a estos personajes y a otros más a formar el Sindicato De Obreros Técnicos, Pintores Y Escultores, el cual tenía como manifiesto el rescate de los tradicional por ser social, para así dejar a un lado la pintura de lienzos por su calidad burguesa, y dar paso a los murales y así transmitir ideas de educación y batalla, plasmando en ellas no solamente el sentir de los artistas sino también la realidad de la cultura y sociedad mexicana. Retratando temas como la lucha de clases, revolución y al hombre indígena, sin duda una labor notable y admirable. Todo esto auspiciado por el entonces secretario de educación Jose Vasconcelos.

En 1923 se redactó el manifiesto del Sindicato   De Obreros Técnicos, Pintores Y Escultores donde se estableció las premisas que dictaba el arte de muralismo en la era postrevolucionaria, donde se promocionaba un arte público, monumental, de educación, de combate social.

También querían incorporar el arte indígena, y a la vez recalcar la presencia hispanoamericana que pereció en México con la intención de valorar y recuperar el pasado histórico y por otra parte querer destacar la descendencia mexicana que nace a raíz de esta mezcla de culturas, esto genera una identidad cultural que querían plasmar en los murales.

Como se afirma en el manifiesto:

 “Porque sabemos muy bien que la implantación en México de un gobierno burgués traería consigo la natural depresión en la estética popular indígena de nuestra raza, que actualmente no vive más que en nuestras clases populares, pero que ya empezaba, sin embargo, a purificar los medios intelectuales de México; lucharemos por evitarlo porque sabemos muy bien que el triunfo de las clases populares traerá consigo un florecimiento, no solamente en el orden social, sino un florecimiento unánime de arte étnica, cosmogónica e históricamente trascendental en la vida de nuestra raza, comparable al de nuestras admirables civilizaciones autóctonas; lucharemos sin descanso por conseguirlo.”

En el manifiesto se puede apreciar la preocupación de estos artistas por recuperar los legados históricos, ya que en la década del 20 México se caracterizó por tener una imagen de pueblo construido por la revolución, ya casi a finales de esta misma década es donde surge este interés por retomar el pasado histórico en vista de la redefinición de la identidad nacional, se empezaron a ver a si mismo como un país con pasado, presente y futuro en base a su identidad nacional y así poder reunificar al pueblo tras el fin de la revolución mexicana.

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