Pae Sobrer Neumonia
3 de Octubre de 2013
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NEUMONÍA
DEFINICIÓN:
La neumonía es una inflamación del parénquima pulmonar debida a un agente infeccioso. Neumonía, término aplicado a cualquiera de las cerca de 50 enfermedades inflamatorias diferentes de los pulmones, caracterizadas por la formación de un exudado fibrinoso en los pulmones. La neumonía puede estar causada por bacterias, virus, rickettsias, micoplasma, hongos, protozoos, o por la aspiración del vómito.
ETIOLOGÍA:
Varía según la población y la zona geográfica considerada, la aparición de posibles epidemias, la utilización de determinadas técnicas diagnósticas y su calidad, y la administración o no de antibióticos cuando se realizan las mismas. Todos estos factores pueden explicar, en mayor o menor medida, las diferencias encontradas en las distintas series.
Antes de la introducción de la penicilina, Streptococcus pneumoniae era el microorganismo responsable de más del 80% de los casos. Hoy en día, si bien con porcentajes muy inferiores, continúa siendo el germen causal más frecuente, aunque con grandes diferencias geográficas.
El Mycoplasma pneumoniae se considera la segunda causa de neumonía entre adultos jóvenes, especialmente en aquellos que forman parte de poblaciones cerradas, como internados o cuarteles
Las infecciones virales por influenza A y B; parainfluenza 1, 2, 3; adenovirus, y VSR son responsables del 8-14% de los casos. Son más frecuentes en niños y durante el invierno. Además, las infecciones virales recientes, especialmente por virus influenza, pueden facilitar la infección bacteriana secundaria por Streptococcus pneumoniae, Staphylococcus aureus o Haemophilus influenzae.
A la Chlamydia pneumoniae se le han atribuido casos esporádicos o epidémicos de infección del tracto respiratorio superior e inferior. La infección por Coxiella burnetii, también conocida por fiebre Q, tiene un interés especial en nuestro país por ser una etiología frecuente de infección respiratoria en determinadas regiones como las Islas Canarias o el País Vasco, donde las tasas alcanzan un 10% y 16%, respectivamente.
La incidencia de NEH debida a Legionella pneumophila varía de unas zonas a otras, oscilando entre menos de un 1% hasta un 16%, más frecuentemente, casos esporádicos que suelen afectar a enfermos crónicos, fumadores, pacientes en tratamiento con glucocorticoides o ancianos. En los últimos años se está considerando más importante el papel etiológico de otros gérmenes gramnegativos, como Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae y Pseudomonas aeruginosa, sobre todo en enfermos crónicos, ancianos (especialmente los que residen en asilos) o en los pacientes que requieren hospitalización e ingreso en unidades de vigilancia intensiva por su neumonía.
Durante los años epidémicos, especialmente en sujetos jóvenes, también en Mycoplasma pneumoniae. La relativamente baja frecuencia de infección por Haemophilus influenzae, Moraxella catarrhalis, Legionella spp., enterobacterias y Staphylococcus aureus, hace que sólo se consideren como potenciales patógenos causales en circunstancias especiales, situaciones en las que tampoco hay que olvidar a los anaerobios, oportunistas y Mycobacterium tuberculosis
PATOGENIA:
El riesgo de padecer una infección de las vías aéreas se relaciona con la capacidad del patógeno para alcanzar la superficie del epitelio respiratorio, lo que puede conseguir por distintas vías: extensión directa, diseminación hematógena, por vía inhalatoria y mediante la colonización de la superficie mucosa. Los bacilos gramnegativos sólo se aíslan en la orofaringe del 2% de los sujetos sanos. Este porcentaje se incrementa notablemente en enfermos crónicos, probablemente porque se producen cambios en la superficie epitelial y en el contenido enzimático de la saliva y secreciones respiratorias, que facilitan la adherencia de estas bacterias y dificultan su aclaramiento. Una vez que se produce la colonización de las vías aéreas superiores, la aspiración de secreciones orofaríngeas es la forma habitual de inoculación del tracto respiratorio inferior. Alrededor del 50% de las personas normales aspiran pequeñas cantidades de secreciones orofaríngeas durante el sueño. Si consideramos sujetos con trastornos del nivel de conciencia, este porcentaje y el volumen de la aspiración es mucho mayor. La concentración de bacterias en las secreciones orofaríngeas es muy alta (108-10 gérmenes/mL), lo que significa que la aspiración de incluso pequeñas cantidades de estas secreciones pueden suponer un significativo inóculo bacteriano en el pulmón, que puede ocasionar una neumonía.
CUADRO CLÍNICO:
Consiste en síntomas típicamente respiratorios como:
tos
disnea
expectoración
dolor pleurítico (hemoptisis )
o predominantemente manifestaciones sistémicas, sobre todo:
astenia
sensación febril
anorexia
cefalea o mialgias
La forma de presentación varía considerablemente de unos pacientes a otros. En general, los ancianos suelen tener un cuadro clínico menos florido que los pacientes más jóvenes, lo que no debe interpretarse como expresión de una menor gravedad de la neumonía.
En la exploración física, los signos más frecuentes son:
taquipnea
taquicardia
hipertermia
En un paciente con síntomas sugestivos de infección respiratoria, el diagnóstico clínico de neumonía se realiza habitualmente por el hallazgo en la exploración física de signos de consolidación pulmonar. Sin embargo, los médicos frecuentemente discrepan acerca de los hallazgos de la auscultación torácica y, además, los signos específicos de consolidación pulmonar –como matidez a la percusión, soplo tubárico o egofonía– están ausentes en el 66% de los casos de neumonía que precisan ingreso hospitalario, y en más del 85% con forma menos grave. Cuando no existe ninguna anomalía en la exploración física –incluido fiebre, taquipnea, taquicardia y alteraciones en la auscultación pulmonar– la probabilidad de que exista una neumonía es menor del 1%. No hay una combinación de datos de la anamnesis o hallazgos semiológicos que confirme la presencia de neumonía y, en general, las manifestaciones clínicas no son capaces de detectar alrededor de la mitad de las neumonías radiológicamente manifiestas, especialmente en el paciente anciano.
CLASIFICACIÓN:
NEUMONÍA BACTERIANA
Antes de la introducción de los antibióticos, la causa más frecuente de muerte en adultos era la neumonía lobar, infección aguda causada por el neumococo, una bacteria conocida con el nombre de Streptococcus pneumoniae. La neumonía lobar por neumococo suele producirse en invierno, después de una infección viral aguda del tracto respiratorio superior. Los síntomas comienzan con un escalofrío intenso, por lo general único, seguido de fiebre de unos 40 °C, dolor torácico con la respiración, tos, y esputo sanguinolento. El neumococo suele afectar a un lóbulo completo o a una parte de un lóbulo pulmonar; en la neumonía doble el microorganismo afecta a ambos pulmones.
El tratamiento precoz con penicilina cura la neumonía neumocócica en unos pocos días. La mayor parte de las otras neumonías bacterianas son bronconeumonías, se diferencian de la neumonía lobar en que afectan a las regiones pulmonares próximas a los bronquiolos (conductos bronquiales pequeños). Los neumococos producen a veces bronconeumonías, así como microorganismos como Klebsiella pneumoniae, Haemophilus influenzae, o varias cepas de estafilococos y estreptococos. El inicio de una bronconeumonía es más lento que el de la neumonía lobar, y la fiebre no se eleva tanto. En 1976 los científicos identificaron otra forma más de neumonía bacteriana denominada enfermedad del legionario, causada por Legionella pneumophila. La mayor parte de las neumonías bacterianas se tratan de forma eficaz con antibióticos.
NEUMONÍA VIRAL
La neumonía puede estar causada por muchos tipos diferentes de virus, incluyendo los responsables de las infecciones del tracto respiratorio superior, como virus influenza, adenovirus y rinovirus. La mayoría de los casos de neumonía que se identifican hoy son de origen viral; por lo general son leves y se resuelven de forma espontánea sin tratamiento específico.
NEUMONÍA POR MICOPLASMA
Un tipo habitual de neumonía, la neumonía atípica primaria, es causada por Mycoplasma pneumoniae, un organismo procariótico pequeño (organismo unicelular que carece de núcleo diferenciado) , La enfermedad se suele resolver de forma espontánea, aunque el tratamiento con antibióticos puede ser útil.
NEUMONÍA POR PNEUMOCYSTIS CARINII
Un protozoario por lo general inofensivo, es la causa más frecuente de muerte en las personas afectadas por el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Esta neumonía puede afectar también a pacientes con leucemia o a quienes sufren un trastorno de la respuesta inmune.
DIAGNÓSTICO
Exploraciones complementarias
Alrededor de la mitad de los pacientes con infección respiratoria del tracto respiratorio inferior se diagnostican y tratan en la comunidad sin necesidad de investigaciones adicionales. La radiografía de tórax es la prueba complementaria más frecuentemente solicitada, seguida del hemograma y el examen de esputo.
Laboratorio. Aunque la presencia de leucocitosis suele asociarse a una infección bacteriana, no es un dato suficientemente sensible o específico. También se ha sugerido que la proteína C reactiva (PCR) pudiera ser un marcador
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