Parcial domiciliario, Teorías del Arte I
sofiachamoTrabajo7 de Agosto de 2018
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Parcial domiciliario, Teorías del Arte I
No sé a ciencia cierta cómo se debe sentir una persona al entrar a un museo, tengo un rango de comparación muy acotado, ya que he visitado pocos museos y galerías, no habrán sido más de 6 museos en mi vida, el museo de ciencias naturales con la secundaria, el museo de ciencias de la universidad General Sarmiento, un museo de un artista en San Pedro en unas vacaciones familiares y por último, a principio de año conocí el museo de Arte de Tigre, debo reconocer que el arte estático no es lo mío y de hecho la emoción que surge al ver una pintura o escultura, solo dura un tiempo efímero.
A pesar de esta poca “experiencia” y ser la primera vez que voy a ver una exposición artística tan específica y en este museo, si pude llegar a algunas conjeturas sobre este.
Me pareció raro el hecho de no poder dejar mis pertenencias en la entrada, ya que luego la mochila iba a ser una molestia para mí y un cuidado extra para el personal del museo, esto no solo fue cansador, sino que me distrajo mucho a lo largo de mi recorrido.
La disposición del museo me pareció algo confusa y molesta, siempre creí inconscientemente que los museos debían ser amplios y ordenados, más bien austeros, así como en las películas extranjeras en las cuales las galerías de arte poseen pocas obras, paredes blancas o los museos son enormes (El museo de Cs. Naturales lo recuerdo así), la cuestión es que acá no paso, el museo me dio la sensación de estar en general, algo alborotado.
La exhibición “OBRAS MAESTRAS DEL RENACIMIENTO AL ROMANTICISMO” me generó varias sensaciones por así decir, primero estatua de bronce atribuida a Leonardo Da vinci, para ser una pieza central no llamaba mucho la atención o por lo menos no llamó mucho mi atención, no pude permanecer más de dos minutos de corrido observándola.
La disposición de las obras estaba hecha espacialmente para hacerse en un recorrido, pero bien se podía notar la división entre obras del renacimiento y obras más del estilo Barroco, esta división no solo la sentí en las obras, ya que por sí tienen técnicas y mensajes diferentes, sino también en la disposición del lugar para las primeras obras recuerdo un lugar más abierto e iluminado, sin embargo para las barrocas las luces estaban más tenues y las paredes, más oscuras.
Las obras me generaban un impulso de acercarme más, para poder apreciar los detalles, pero había un espacio límite de unos 10 centímetros, los cuales por momento me parecían una gran distancia. Había obras que me llamaban a acercarme más y otras que el impulso era mantenerme a una distancia prudencial para observarlas, como si hubiera una distancia justa para apreciarlas.
El público de la exposición no me pareció especializado en arte de la época, pero si un público acostumbrado al ambiente casi sagrado que se genera en los museos, no había o no percibí niños en el museo en general, al parecer las personas no llevan a los niños a los museos de este tipo, con un aire más “adulto” casi mortuorio.
En cuanto a las obras expuestas, creo que son exactamente lo que me imaginaba cuando supe de la exposición, obras luminosas y algo angelicales para el renacimiento y algo más “sombrías” para el Barroco, creo que los artistas elegidos representan exactamente al imaginario colectivo de esa época. Lo que me llamó en general la atención fueron la cantidad de desnudos tanto femeninos como masculinos, desde lo más sutil hasta pinturas lo suficientemente expuesta, como para que una persona hoy día vestida con una exposición de ese grado, no esté aprobada socialmente para caminar por la calles sin ser detenida por exhibicionismo, pero recordemos que estas piezas con OBRAS MAESTRAS, son indiscutiblemente arte, nadie las juzgaría por sus desnudos de óleo, porque ya están consagradas.
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