¿Por Qué La Educación Eta Enfocada En La Práctica Docente?
RIMR15 de Junio de 2014
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I N D I C E
1.- INTRODUCCION…………………….…………….……….. 3
2.- LA EDUCACIÓN EN EL CONTEXTO SOCIAL……..….….5
3.- ¿POR QUÉ LA EDUCACIÓN ESTÁ ENFOCADA
EN LA PRÁCTICA DOCENTE?..........................................7
4.- CONCLUSIOES.…………………….……………………….13
5.- FUENTES DE C ONSULTA……………...…………………15
INTRODUCCION
“Tan sólo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él”.
Immanuel Kant
¿Puede entenderse hoy la práctica docente únicamente como el trabajo que el maestro realiza dentro del aula con un grupo de alumnos?
Las escuelas son organizaciones complejas cuyo recurso humano principal para el buen funcionamiento son los docentes, y éstos deben asumir por ley y a lo largo de su vida profesional diferentes papeles. Por ello, hablar de práctica docente es enfatizar sobre todos los aspectos relacionados con nuestra práctica real.
Al hablar de educación nos referimos a un proceso personal e intencional que busca ayudar a la persona a desarrollar y a perfeccionar sus potencialidades para que alcance su propia plenitud como ser humano y así contribuya al bien común. Todos hoy parecen estar de acuerdo en que ante todo se debe buscar el bien de la persona que se educa. Está claro que la educación siempre, y hasta hoy, conlleva un concepto del ser humano. Se forma buscando objetivos y se educa según unos modelos, sean explícitos e implícitos.
Afortunadamente, muchas personas crecen en la conciencia de la necesidad de preocuparse por los contenidos impartidos en las escuelas. La especialización científica en un campo restringido, la preparación técnica para una profesión o para cumplir responsabilidades en la sociedad, son sin duda muy útiles, pero no suficientes. La educación puede ayudar mucho más a la formación integral de las personas y, elevando la cultura, a la construcción de una sociedad mejor. La formación humanística enriquece al hombre como hombre. Promover el ejercicio del “pensar” por encima del puro “asimilar” sin duda favorecerá la presencia de ciudadanos menos manipulables, más creativos y constructivos. Es un campo donde hoy hay mucho por hacer.
Por lo que en este escrito pretendo dar a conocer un poco de lo que es la practica docente en la educación para el desarrollo y perfeccionamiento de las potencialidades, de cómo esa exigencia de formar seres humanos con las competencias óptimas para enfrentarse a la vida, ha trascendido para ofrecer educación a los alumnos que se incluyen en la vida personal, pública y laboral, tales como los aprendizajes que les brindan capacidades necesarias para tener acceso a las oportunidades, el bienestar, la libertad, la felicidad, y el ejercicio de los derecho.
Hoy la necesidad de educar para la vida demanda múltiples competencias a los maestros, de modo que éstos sean agentes de cambio que contribuyan a elevar los aprendizajes de los niños, en dotarlos de herramientas para el pensamiento complejo y para el desarrollo humano pleno e integral.
En este sentido, es necesario que los Docentes de educación básica eduquen con equidad que coadyuven en cerrar las brechas en las desigualdades sociales, para evitar la exclusión de las personas y favorecer sus derechos y oportunidades.
Por otro lado, todo el tiempo suceden avances en las ciencias, las humanidades, la pedagogía y la tecnología que requieren habilidades de los docentes para el aprendizaje y la actualización disciplinaria permanente, de modo que puedan generar los mejores ambientes y situaciones de aprendizaje para los niños.
Este tipo de retos propios de las sociedades democráticas del conocimiento le implican innovar, pero también reconocer el importante capital de transformación que la práctica docente tiene en sus manos y revaloriza la importancia de la profesión para lograr en los niños los aprendizajes necesarios para su desarrollo pleno e integral.
En este contexto, los retos actuales de la docencia se vuelven más complejos debido a la multiplicidad de competencias para la formación humana y pedagógica de los niños que debe desarrollar el maestro en su desempeño docente.
LA EDUCACIÓN EN EL CONTEXTO SOCIAL.
Hoy, en este siglo XXI, los fines de la educación continúan siendo los mismos que en el siglo pasado. Se considera desde todas las instancias que la educación debe aspirar al desarrollo integral de las personas, promoviendo el desarrollo cognitivo, así como el desarrollo personal y social, ofreciendo un marco de igualdad ante el éxito.
El informe Delors de la UNESCO, de 1996, dice por su parte que los cuatro aprendizajes debieran ser: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir con los demás, y aprender a ser.
Estas definiciones generales, libres de interpretación por unos y otros, entran en disputa, y a veces en profunda contradicción, cuando empezamos a hablar de metas educativas. Todo el mundo habla de educar para la vida, de educar en valores, de mejorar los procedimientos, etc., pero en la práctica lo que preocupa a los padres/madres y al propio profesorado continúan siendo los resultados académicos. Incluso la propia Administración, que suele ser la responsable de esos principios, es la primera que exige resultados.
La sociedad exige profesionales de la educación que sean capaces de enfrentarse a los requerimientos actuales, que se involucren con los alumnos para ver más de cerca lo que acontece en su entorno. Ignorar el contexto familiar y escolar de cada estudiante, es dejar a un lado elementos esenciales que nos pueden ayudar a ser mejores maestros.
El docente puede ser un elemento decisivo en la transformación de la sociedad en la que se desenvuelve, puesto que puede dejar huella de su trabajo en cada uno de sus alumnos, sabemos y estamos conscientes de que “El hombre, modifica la naturaleza y la obliga a servirle, la domina. Y ésta es, en última instancia la diferencia esencial que existe entre el hombre y los demás animales, diferencia que, una vez más, viene a ser efecto del trabajo.”
Desde las perspectivas más tradicionales de la educación, si nos remontamos hasta Durkheim, donde dice que “la escuela es un agente socializador cuya misión principal es la de formar a las personas para que puedan incorporarse a la sociedad mediante la reproducción cultural”. Sin embargo, ¿son las escuelas conscientes que dicha reproducción cultural no se refiere solamente a valores y costumbres, sino que también incluye aspectos como segregaciones sociales? Pues mediante el currículo oculto, aquellos aspectos que forman parte de un proceso de aprendizaje no reconocido, las escuelas no solamente reproducen, sino que mantienen una serie de elementos culturales de una clase dominante.
A partir de estudios realizados en contextos escolares, Henry Giroux reconoce la lucha social y de clases que se libra, por los intereses que los grupos manejan, donde los docentes y los alumnos tienen la posibilidad de resistir las prácticas sociales dominantes.
Giroux reclama del maestro que como profesional con conciencia social debería convertirse a sí mismo en un intelectual transformativo, en un agitador social con una concepción del mundo transformadora y con un conocimiento de toda la ciencia, cultura y tecnología moderna en beneficio de la transformación de las sociedades en función a una mejora con un rumbo consciente y planificado.
“La escuela debe contribuir al desarrollo psicológico y social del individuo para facilitarle que se convierta en un adulto integrado en la sociedad y capaz de aportar su contribución a la actividad colectiva”. La escuela: desarrollo y adquisición de la cultura. Juan Delval
El profesor como intelectual transformativo, pretende construir, en conjunto con sus alumnos, una sociedad menos injusta y más humana. Asumiendo que la educación y el aprendizaje aumentan la calidad de vida de las personas, no solo por el hecho de que pueden alcanzar un nivel económico (que no siempre es lo mejor) sino porque el cerebro se mantiene joven.
¿POR QUÉ LA EDUCACIÓN ESTÁ ENFOCADA EN LA PRÁCTICA DOCENTE?
Para comprender la práctica educativa es necesario tener presente, que como toda práctica es de índole social; la educación supone la existencia de hombres, los cuales conforman una sociedad. Lo esencial en el ser humano no es algo inherente a cada persona, es algo trascendental, que determina las relaciones sociales entre los individuos; la práctica docente no puede analizarse como un fenómeno aislado sino condicionado y condicionante dentro de una sociedad determinada.
La práctica didáctica no se da antes de que se reflexione sobre ella, se da como una acción consciente, deliberada, si no se parte de este principio, frecuentemente se asocia exclusivamente con la escuela;
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