Práctica e elementos que constituyen la estructura y sustentan el trabajo de intervención educativa

En un proyecto de innovación de la enseñanza como el que se ha desarrollado en el transcurso de estos ocho semestres de carrera profesional, hemos investigado diversos elementos que constituyen la estructura y sustentan el trabajo de intervención educativa.

Uno de los primeros aspectos a los que me refiero, es la importancia de conocer a fondo los contextos, tanto social como institucional, en los que se van a realizar las prácticas educacionales. El reunir las características del entorno social en el que se encuentra la escuela y en el que viven, aprenden y se desarrollan vitalmente el grupo de alumnos, nos sirve para conocer cómo están formadas sus familias, que valores predominan y cuáles son las principales costumbres socioculturales. Una vez que se obtiene este tipo de información, se puede lograr una relación entre lo que los niños aprenden fuera y dentro del aula, intentando que haya acuerdos direccionales entre familia y escuela, se pueden también aprovechar aprendizajes informales y compensar ciertas deficiencias.

Respecto al contexto institucional, es igualmente importante su vinculación con el proceso de enseñanza, ya que los recursos tanto materiales, como administrativos y personales, son factores que inciden en la calidad de la innovación. A un maestro le es de gran utilidad conocer con qué tecnologías se puede apoyar, en qué medida cuenta con materiales didácticos, entre otros aspectos que debe tomar en cuenta a la hora de planificar sus estrategias y que éstas puedan ser reales, factibles y eficientes.

Siguiendo la misma línea sobre la función de la educación y los contextos que debe atender, se encuentra también el conocimiento en un sentido más amplio todavía, sobre la integración y el funcionamiento de diversos elementos que deben ser examinados, para ello realizamos el diagnóstico pedagógico, el cual se convierte en una herramienta muy conveniente para el profesor, pues al aplicar un diagnóstico, podemos identificar problemas de distinta índole que están estropeando el curso normal del proceso educativo. La importancia del diagnóstico recae también en su utilidad, pues analizándolo podemos comprender las situaciones que posiblemente estén provocando dichos problemas y buscarles una oportuna solución.

El siguiente punto que realizamos es la definición del problema, donde como su nombre lo dice, se define el área de trabajo y de la investigación. Este paso nos sirve para desarrollar la situación problemática extensamente, atendiendo cada detalle a profundidad; en este caso, establecimos todos los lineamientos que se están omitiendo en el proceso de enseñanza y las carencias o repercusiones que están teniendo en la formación de los alumnos.

La definición del problema, ubicada en la etapa inicial, por llamarlo así, nos sirvió para darle impulso y el carácter intencional al proyecto, así como a definir la calidad de las respuestas esperadas y a orientar el tipo de metodología que sería empleada en la investigación.

...