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Rebelion En La Granja Resumen Por Capitulos

perrotedelmal20 de Septiembre de 2014

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Capítulo 1: La granja Manor

Cuando el señor Jones, el propietario de la Granja Manor, se duerme tras una borrachera, todos sus animales se encuentran en el granero principal a petición del viejo cerdo Mayor. Este cree que no vivirá mucho más tiempo, y desea transmitirles su sabiduría a los demás animales antes de que sea demasiado tarde.

Mayor pronuncia un discurso político en el que asegura que los animales llevan una vida miserable por culpa de los humanos y que, por tanto, es preciso que se rebelen contra la tiranía del hombre. El discurso continúa con una anécdota en la que Mayor cuenta que tuvo un sueño en el que vio una Tierra sin humanos. A continuación, les enseña a los animales la canción “Bestias de Inglaterra”, que pinta una imagen dramática de la comunidad utópica de animales con la que Mayor sueña. Todos la cantan varias veces hasta que despiertan a Jones, que dispara su pistola desde la ventana de la habitación, pensando que es un zorro en el patio. Asustados por el disparo, los animales se dispersan y se van a dormir.

Capítulo 2: Los principios del Animalismo

Tres noches más tarde, Mayor muere mientras dormía. Los animales se preparan secretamente para llevar a cabo el último deseo del viejo cerdo: tomar el control de la granja. La responsabilidad de adoctrinar y organizar a los animales recae sobre los cerdos, es decir, sobre los animales más inteligentes, y en particular sobre dos cerdos: Napoleón y Bola de Nieve. Estos dos, junto a un cerdo muy persuasivo llamado Soplón, formulan los principios del “Animalismo”, la filosofía que inculcarán a los animales. Estos últimos se tratan de “camarada” y acuden a los cerdos para despejar cualquier duda sobre la inminente revolución. Al principio, la mayoría de los animales no entienden los principios del Animalismo, pues desde siempre han considerado que el Sr. Jones es su legítimo amo. Mollie, una vanidosa yegua de tiro, se pregunta si, una vez instaurada la revolución, podrá seguir disfrutando de ciertos lujos tales como comer azúcar y llevar lazos. Pero Bola de Nieve le recuerda con severidad que los lazos son símbolos de esclavitud y que, por tanto, tendrán que ser abolidos. Mollie asiente a medias.

El mayor disidente de los cerdos resulta ser el cuervo Moisés, que habla constantemente de la Montaña de Caramelo, lugar donde los animales van al morir y donde disfrutarán de grandes placeres. Aunque buena parte de los animales desprecian a Moisés, no dejan de sentirse atraídos por sus ideas. Los cerdos hacen todo lo posible por convencer a los animales de que las enseñanzas de Moisés son falsas. Finalmente, y gracias a los leales caballos de tiro Boxer y Clover, los cerdos logran ganarse a los animales.

La revolución se da más rápido de lo que se esperaba. El Sr. Jones se ha dedicado a beber tras perder dinero en una demanda, así que sus hombres se han vuelto perezosos, deshonestos y negligentes. Un día, el Sr. Jones se emborracha y olvida alimentar a los animales. Incapaces de soportar el hambre, las vacas logran derribar las puertas del establo y los animales comienzan a comer. El Sr. Jones y sus hombres descubren lo sucedido y comienzan a azotar a las vacas. Llenos de ira, los animales comienzan a atacar a los hombres y logran correrlos de la granja. Maravillados por el triunfo, los animales se dedican a destruir los últimos vestigios de servidumbre: cadenas, riendas, látigos, etc. Acto seguido, los animales disfrutan de una doble ración de maíz y comienzan a cantar “Bestias de Inglaterra” hasta que llega la hora de dormir. A la mañana siguiente, deciden explorar la casa del Sr. Jones y quedan maravillados con el lujo de la misma. Mollie trata de permanecer en la casa, pues allí podría admirarse constantemente en el espejo, pero el resto de los animales la regañan por su tontería. Todos deciden convertir la casa en un museo y establecen que ningún animal podrá vivir en la misma.

Los cerdos confiesan que han aprendido a leer y reemplazan el letrero “Granja Manor” por “Granja de animales”. Bola de Nieve y Napoleón reducen a siete los principios del Animalismo y los escriben en una pared:

Todo lo que camine en dos piernas es un enemigo.

Todo lo que camine sobre cuatro patas o tenga alas es amigo.

Los animales no deben usar ropa.

Ningún animal debe dormir en una cama.

Ningún animal beberá alcohol.

Ningún animal matará a otro animal.

Todos los animales son iguales.

Los animales deciden iniciar la cosecha, pero las vacas, que no han sido ordeñadas desde hace tiempo, comienzan a mugir con fuerza. Los cerdos las ordeñan y el resto de los animales contemplan con hambre las cinco cubetas de leche. Napoleón les dice que no se preocupen, pues ellos, los cerdos, se “ocuparán” de la leche. Bola de Nieve se lleva todos los animales para que empiecen la cosecha. Napoleón se queda atrás y cuando los animales regresan, toda la lecha ha desaparecido.

Capítulo 3: Los cerdos organizan

Los animales pasan todo el verano trabajando en la cosecha. Los cerdos, inteligentes como son, logran ingeniárselas para que los animales puedan usar las herramientas de los humanos. Así que todos los animales participan de acuerdo con sus capacidades. La cosecha resulta la más abundante que se haya visto en la granja. Sólo Mollie y el gato le rehúyen al trabajo. Boxer, fuerte y trabajador, hace la mayoría del trabajo pesado y adopta el lema: “¡Siempre trabajaré más duro!” Toda la comunidad de animales lo admira por su dedicación y fortaleza. De todos los animales, sólo el obstinado burro Benjamín no ve ningún cambio bajo el nuevo liderazgo.

Los animales izan la bandera todos los domingos. El fondo verde de la bandera representa los campos de Inglaterra; la pezuña y el cuerno blancos representan a los animales. El ritual incluye una reunión en la que los animales debaten y establecen nuevas reglas para el bien colectivo. Bola de Nieve y Napoleón siempre se destacan en estas reuniones, si bien suelen tener opiniones encontradas.

Bola de Nieve forma varios comités: uno que limpia las colas de las vacas, otro dedicado a reformar a las ratas y conejos, entre otros. La mayoría de estos comités fracasan, pero las clases para enseñar a leer y escribir a los animales tienen cierto éxito. A finales del verano, todos los animales logran leer en alguna medida. Ya los cerdos leen y escriben sin problemas. Por su parte, algunos perros sólo logran leer los Siete Mandamientos. La cabra Muriel logra leer retazos de periódico y Clover se sabe el alfabeto, pero este no logra yuxtaponer las letras. El pobre Boxer no logra pasar de la letra d. Cuando se hace patente que la mayoría de los animales no logra aprenderse los Siete Mandamientos, Bola de Nieve decide reducirlos a una máxima fundamental que, según el cerdo, contiene la esencia del Animalismo: “Cuatro patas, bien; dos patas, mal”. Esto lleva a que los pájaros se ofendan; pero Bola de Nieve les explica rápidamente que las alas cuentan como patas. El resto de los animales aceptan la máxima sin decir palabra y la cabra la repite una y otra vez como si fuera una canción.

A Napoleón no le interesan los comités de Bola de Nieve. Cuando las perras Jessie y Bluebell dan a luz unos cachorritos, Napoleón se los lleva diciendo que la educación de la juventud es prioritaria. Así que comienza a criar los cachorritos en un ático que queda sobre el cuarto de las riendas, sin que nadie los pueda ver. Por esta misma época, los animales descubren con horror que los cerdos se han estado quedando con toda la leche y las manzanas. Soplón les explica que los cerdos necesitan leche y manzanas para poder pensar bien; además, dado que el trabajo de los cerdos es intelectual, todo el mundo se beneficiará del hecho de que los cerdos beban la leche y se coman las manzanas. Si la mente de los cerdos llegara a fallar por falta de leche o manzanas, deja entrever Soplón, el Sr. Jones asumiría de nuevo el control de la granja. Esto atemoriza a los demás animales, así que todos estos deciden renunciar a la leche y a las manzanas por el bien colectivo.

Capítulo 4: Defendiendo La Granja

A finales del verano, todo el país se ha enterado de lo sucedido en la Granja de Animales. El Sr. Jones vive ignominiosamente en Willingdon, bebiendo y quejándose de su desdicha. Tanto el Sr. Pilkington como el Sr. Frederick, dueños de las granjas contiguas, temen sufrir la misma suerte que Jones.

Lamentablemente, la rivalidad que hay entre estos granjeros les impide unirse y hacer algo en contra de la Granja de Animales. Sólo logran diseminar rumores sobre la ineficiencia y la falta de moral que reinan en la granja. Mientras tanto, los animales de todo el país comienzan a cantar “Bestias de Inglaterra”, que han aprendido gracias a las bandadas de palomas enviadas por Bola de Nieve.

Finalmente, a principios de octubre, un palomo mensajero trae la noticia de que el Sr. Jones ha logrado entrar a la granja junto a algunos hombres de Pilkington y Frederick. Bola de Nieve, que ha estudiado los libros sobre las campañas bélicas del renombrado general romano Julio César, prepara la defensa y encabeza una emboscada contra los hombres. Al igual que Bola de Nieve, Boxer lucha con coraje y los humanos sufren una derrota. Las bajas de los animales se reducen a una única oveja, que es enterrada como un héroe. Boxer se siente mal porque cree haber matado a un peón sin quererlo. Bola de Nieve lo consuela diciéndole que el único ser humano bueno es el ser humano muerto. Mollie, como siempre, se escondió durante la batalla para evitar cualquier riesgo. Bola de Nieve y Boxer fueron condecorados con una medalla que decía: “Héroe animal,

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