SUBDESARROLLO: UNA MIRADA AL EMPOBRECIMIENTO EN COLOMBIA EN UN CONTEXTO DE JUSTICIA TRANSICIONAL
INGECARO2016Apuntes18 de Agosto de 2016
3.518 Palabras (15 Páginas)387 Visitas
SUBDESARROLLO: UNA MIRADA AL EMPOBRECIMIENTO EN COLOMBIA EN UN CONTEXTO DE JUSTICIA TRANSICIONAL
“lo importante es la sociedad civil, la construcción de una cultura democrática, la construcción de una cultura de paz, de los derechos humanos, del dialogo y del consenso. La reconciliación no se puede hacer como las negociaciones, sin pueblo, hay que hacerla con el pueblo colombiano”
Monseñor Nel Beltrán
Los problemas que Colombia atraviesa actualmente vienen de una larga historia, donde se refleja una gran influencia norteamericana, un mal manejo de los modos de producción, y problemas de orden social, público, económico y político que han modificado cada uno de los ámbitos en los que se divide y ha generado consecuencias graves que actualmente tienen débil al espacio territorial, a nuestra cultura y el mismo acceso a los derechos que tenemos como personas, se observa cómo los dueños de los medios de producción; grandes capitalistas, están manejando el desarrollo de nuestro país, robándonos la capacidad de decisión, de libertad y de independencia, porque no nos ha quedado otro camino que seguir siendo manipulados por ellos o morir en la calle de hambre.
El impacto socio-cultural es duro ante tales circunstancias ¿por qué? Porque nos quejamos de lo que nos pasa, sin responder al llamado de organización, participación y construcción del país que está escrito en la Constitución, entonces, con más racionalidad, se hace este cuestionamiento ¿somos realmente pobres, o queremos ser pobres?, se puede decir que somos pobres porque queremos, ya que conocemos la pobreza como la incapacidad de satisfacer las necesidades básicas, y en Colombia, gracias a la riqueza de recursos naturales que poseemos, no habría razón para que existiera; no somos pobres, y no hace falta estudiar todos los componentes de nuestro país para saberlo, porque si sólo abrimos los ojos y “observamos” lo vamos a notar con orgullo; queremos ser pobres, porque vendimos nuestra identidad, nuestra libertad, nuestra voz, nuestros bienes nuestros derechos y toda la belleza de este gran país a cambio de explotación, asesinatos, masacres e injusticias.
Lamentablemente el territorio colombiano por más de 50 años ha padecido los estragos de la violencia, violencia que se ha vivenciado en cada uno de los rincones de su territorio, pero cuando hablamos de violencia no solo se hace énfasis en las consecuencias del conflicto armado, sino también de todas aquellas consecuencias causas por los conflictos sociales, económicos y políticos que se ven reflejados en las condiciones de vida de cada uno de los ciudadanos, en las pocas oportunidades de desarrollo, en la violencia intrafamiliar, en los conflictos vecinales, escolares, en fin, en todos aquellos escenarios donde la ciudadanía converge.
Colombia a causa del gran conflicto y la marginalidad existente, aclama formas de expresión que constituyen un nuevo orden nacional, bajo este postulado se empieza a hablar de una cultura de paz cuya base es la cohesión social como fundamento estratégico para alcanzar la equidad en un estado social de derecho fundados en principios de libertad, pero ello solo puede ser posible a través de los ejercicios de memoria histórica, de la participación activa de los ciudadanos y como base la convivencia pacífica; en reconocer el deber de los ciudadanos de participar activamente en la defensa y profundización de la democracia, la política y la cultura nacional.(artículos 1 y 2 de la constitución política de Colombia, 1991) .
Antes de continuar describiendo la actual situación de Colombia, hagamos una mirada al empobrecimiento y la falta de cultura política en las diferentes regiones del país, esta última tiene que ver con el entendimiento de las diferentes prácticas que hacen los que participan de la política además de los contextos en los que se presentan las mismas.
Parafraseando a Durand, el individuo define sus actitudes y valores, sus comportamientos en concordancia con sus posiciones con respecto a otros ámbitos de su propia cultura. En dicha concepción, no existe una relación de determinación o de causalidad mecánica del sistema sobre la cultura política de los ciudadanos. Esta se conforma en u proceso personal complicado y complejo, en el cual hay influencias sistémicas, pero también reelaboraciones individuales según su experiencia y razonamiento. (2004).
Colombia se concibe como uno de los más interesantes cuando de prácticas políticas nos referimos, desde su nacimiento, incluyendo la forma en que diferentes sectores se organizaron para coadyuvar la segregación de los Departamentos, pasando por los grupos armados que se asentaron y ejercieron gran influencia en las decisiones dentro y fuera de los escenarios políticos, por las grandes bonanzas legales e ilegales que atrajeron grandes poblaciones y recursos financieros hasta el manejo de recursos públicos y el despilfarro de grandes sumas de regalías.
Colombia ha pasado por una serie de fenómenos socioculturales que de una u otra forma afectan los diversos escenarios en los que se desarrolla los ejercicios políticos y democráticos del país. Estos contextos afectan las motivaciones y restricciones en asuntos específicos de participación ciudadana y acercamiento al Estado; existiendo una imagen negativa sobre lo político y puede deberse a lo que muchos autores han llamado la crisis política del país (Morales, 1998), que inicio luego de la violencia suscitada, unido a fuertes políticas económicas que benefician a unos pocos, al creciente narcotráfico y a la represión de los sindicatos a nivel nacional, entre otros. Como consecuencia de estas situaciones como afirma Velázquez y González “ la ciudadanía se aleja desconfiada de la política, pues termina asociándola con la ineficiencia, la ineficacia, la corrupción, el robo e incluso la violencia y la muerte” (2003, p 86), de esta forma el ciudadano crea una desconfianza ante el sistema democrático que repercute hasta nuestros días, en una barrera a la participación y a las inequidades sociales que se agranda con las más recientes escándalos que inundan a la percepción de la política en el país.
Este problema en Colombia representa el desajuste y mal funcionamiento de las estructuras económicas y políticas, llevando consigo intrínsecamente elementos como los de la pobreza en nuestro país. Esta no solo abarca la penuria material y la falta de ingresos pecuniarios, sino se expande a otras necesidades que atañen a la realización personal, libertad, formas de participar en las decisiones de la vida política y social. La pobreza mina los ideales de dignidad humana ligados al pensamiento democrático moderno. Teniendo efectos como el atentar contra la dignidad humana, generar exclusión social, excluir y limitar el acceso a la educación, al empleo digno, al ingreso familiar y a la participación del sistema financiero,
erosionar las familias y generar actos delictivos. Creando de esta manera el llamado círculo vicioso de la pobreza.
La pobreza debe mirarse desde un enfoque multidimensional que abarca situaciones habitacionales, sanitarias precarias y desnutrición y que es además un concepto histórico y social basado en los niveles de bienestar mínimamente aceptados. Así pues, entiéndase pobreza en este ensayo desde una perspectiva multidimensional que no solo comprende la penuria material (vivienda, aspectos sanitarios, servicios públicos), la falta de ingresos pecuniarios que permite la compra de bienes y servicios, sino que se expande a otras necesidades que atañen a la realización personal, libertad, formas de participar en las decisiones de la vida política y social de país, la región y la localidad.
En el año 2000, en el marco de la cumbre del Milenio de las Naciones Unidas, se fijaron ocho objetivos: erradicar la pobreza, combatir el VIH y la discriminación de género, reducir la mortalidad infantil y mejorar la salud materna, fomentar la sostenibilidad ambiental y promover la asociación mundial. Todos ellos con metas claras, concretas y con plazos de tiempo determinados; los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) significan una clara preocupación de la comunidad internacional por solucionar las distintas problemáticas que afectan a millones de habitantes del mundo, y la afirmación de que debe ser consecuente con el desarrollo humano, teniendo en cuenta el progreso social y económico. Pero en un mundo globalizado como el nuestro los distintos fenómenos económicos y sus efectos tienen repercusiones a escala mundial, así pues la crisis financiera ha puesto “en grave peligro los progresos logrados con tanto esfuerzo en impulsar el crecimiento económico y avanzar en los objetivos de desarrollo del milenio” (Banco Mundial, 2009, p. 1) siendo los países pobres y las economías en vía de desarrollo las más afectadas, y, que según el Banco Mundial, la crisis ha sido una tras de otra, pues primero la situación histórica de pobreza en la cual viven, luego las distintas crisis como la de los alimentos y combustibles, lo cual ha hecho que el panorama mundial sea un poco difuso.
El problema de la pobreza en Colombia es más que la simple falta de dinero, representa el desajuste y mal funcionamiento de las macro estructuras económicas y políticas, y la
acumulación de riquezas en pocas manos, “ejercen gran influencia en la pobreza las normas, valores y costumbres sociales que, en el seno de la familia, la comunidad o los mercados, provocan la exclusión de las mujeres, de determinados grupos étnicos o raciales o de quienes sufren discriminación social” (Banco Mundial, 2009, p,7) haciendo de ella un situación extrema. En un primer momento, la pobreza en el país se presenta como un problema que lleva intrínsecamente un elemento de heterogeneidad a nivel geográfico, de grupos minoritarios, de regiones, de zonas urbanas, rurales y distribución de riquezas.
...