Seguro Agricola y Avicola.
jcaguilar1986Ensayo6 de Agosto de 2016
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Universidad Galileo
Facultad de Ingeniería de Sistemas,
Informática y Ciencias de la Computación -FISICC-
Licenciatura En Administración De Seguros
Seguro de Daños Especializados
Lic. César Castillo
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Investigación No. 1
Seguro Agrícola y Ganadero
Juan Carlos Aguilar Hernández
15006344
Guatemala, Julio de 2016
INTRODUCCION
En el presente trabajo conoceremos antecedentes, generalidades del seguro agrícola y ganadero, así como factores que han afectado la agricultura en Guatemala.
El seguro agrícola y ganadero en Guatemala
Antecedentes históricos
A finales del siglo XVII por medio de comunidades organizadas ya existía en Europa cierta forma de protección a las cosechas contra daños ocasionado por la caída de granizo. Estas comunidades se organizaban a base de sencillos lazos de solidaridad para proveer reparto puro o proporcional en caso de pérdidas.
En el año de 1760 en Prusia aparecen indicios de proyectos de cajas de seguro contra los daños que causa el granizo, auspiciados por el Gobierno de carácter obligatorio.
En el siglo XIX se desarrolló este tipo de seguro agrícola en varios países de Europa como Francia, Alemania, Suiza y Dinamarca. Es hasta el año de 1880 cuando comienza una mutualidad a ofrecer la protección de las cosechas contra granizo en los Estados Unidos. Más adelante las compañías contra incendios amplían la cobertura e incluyen la protección contra daños de fuego en las cosechas de pie.
La protección contra el riesgo del granizo, desde sus inicios hasta la fecha ha tenido gran aceptación por lo que ha sido posible su aumento tan acelerado. En el año de 1900 se contrataron seguros alrededor de veinte millones de dólares y en el año de 1950 el monto fue superior a mil millones de dólares, lo que demuestra el gran desarrollo que ha tenido a través de los años. El seguro agrícola cubriendo únicamente granizo y fuego lleva más de dos siglos operando, comienza como una rudimentaria experiencia resultante de la iniciativa privada, con el apoyo del Estado en algunos casos.
En 1917 en Estados Unidos, compañías privadas de seguros comienzan a cubrir cosechas de granos contra todo riesgo. Este avance se da debido a que los riesgos de granizo y fuego no son todos los riesgos a los que se encuentran expuestas las cosechas. En esta época ocurrieron pérdidas significativas en cuanto a sequías severas, debido a ello las compañías de seguro desistieron del período de prueba del seguro agrícola.
En 1920 y 1921 se hace otro intento por probar el seguro en mención, pero se vuelven a sufrir pérdidas cuantiosas por lo que nuevamente desisten de este tipo de seguro. En Guatemala existen antecedentes de este tipo de contrato de seguro desde 1877, estos antecedentes se encuentran dentro de nuestra legislación y en especial dentro del Código de Comercio de Guatemala emitido el 25 de julio de 1877 en el cual sin tener amplio conocimiento del seguro agrícola se legislan normas que regulan el mismo.
En el Código de Comercio emitido en 1942 se amplía lo regulado en el código anterior, agregando en su capítulo VI, regulaciones en donde se define la información que debe contener la póliza, el plazo del contrato y las obligaciones de los sujetos.
En el Código de Comercio de Guatemala emitido en 1970 (Decreto 2-70) se vuelve a ampliar la regulación de este tipo de seguro, incluyendo el aviso de siniestro, la falta de diligencia del productor, cobertura de la póliza, la destrucción parcial de la cosecha y el manejo de las cosechas o ganado.
Otro antecedente lo contribuyen la serie de conferencias y seminarios realizados entre los años de 1960 y 1966, donde se estudiaba un programa de integración económica centroamericana donde uno de los objetivos principales era la implementación del seguro agrícola e impulsar a los países latinoamericanos a ponerlo en práctica. En estos seminarios se solicita ayuda a las Naciones Unidas quienes organizan estas conferencias en América latina.
Además de estos seminarios no hay otro antecedente documentado, en donde Guatemala a nivel de Estado busca la implementación de este tipo de seguro.
Generalidades
“En un país como Guatemala, donde la producción nacional se basa en las actividades agropecuarias, el seguro agrícola y ganadero debería ser uno de los más importantes en cuanto a su mercado, estimulado incluso por el Estado, en vista del costo social que implican los riesgos a que está sometida la agricultura y la ganadería.”
La incertidumbre en los rendimientos de las plantas y de los animales, provoca el desaliento en el empresario agrícola y ganadero, tanto para proseguir como para iniciar una explotación agropecuaria. Para prever esos riesgos existe el seguro agrícola y ganadero, el cual se da en muchos países en forma casi obligatoria, pues surge aparejado con el crédito rural cuando se presta con carácter de inversión. Existe conciencia de que este seguro se fomenta en interés público.
A ese respecto la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación preparó en 1981, el estudio legislativo número 22 sobre legislación en seguro agrícola y ganadero, en donde se presenta un panorama sobre este seguro con el fin de alentar políticas de administración, coberturas, financiamiento, crédito agrícola, que incidan en la seguridad de los resultados de las labores de la agricultura y la ganadería, lo que evidencia el interés que existe de fomentar una forma de previsión con fines que van más allá de los estrictamente privados.
“El seguro agrícola es una rama del seguro que se especializa en la cobertura de los cultivos del sector agrícola contra riesgos climáticos. El objetivo de este tipo de seguro en el país es servir al desarrollo económico social, a través del aseguramiento y el reembolso económico de la inversión realizada al iniciar el cultivo de un producto, si algún factor climático afecta negativamente a la producción.”
Así mismo, asegurar el reembolso económico es un factor muy importante en el ciclo de un cultivo para todos los involucrados en este, dentro de las personas involucradas se incluye desde los proveedores de los insumos que van a recibir el pago de los mismos, hasta el banco quien capitaliza el préstamos para realizar el cultivo quien se asegura de recibir el capital que ha prestado.
Pero la pregunta es: ¿En qué consiste exactamente pues este seguro? La respuesta es la siguiente: “El hombre está a merced del clima, de la fertilidad natural y de las fuerzas bióticas que rigen la vida animal y vegetal; las cosechas suelen perderse hoy y siempre, por el ataque de ratones, gusanos y langostas, por las enfermedades y plagas que aquejan a las plantas; en una palabra el hombre que trabaja con los elementos de la naturaleza está expuesto a sufrir la acción de los mismos.”
“Ante la imposibilidad de controlar lo incontrolable; de evitar lo que responde a fuerzas naturales ciegas que rebasan las posibilidades humanas, el hombre puede ordenar y sistematizar, si no la acción de la naturaleza, si los efectos económicos de esta acción a través del contrato de seguro.”
Factores Climáticos que afectan la Agricultura en Guatemala
El efecto del cambio climático en los últimos cinco años impactó en el rendimiento de 15 de 27 productos agrícolas, según el informe “Agro en Cifras 2011”, publicado por el Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación (Maga) en enero recién pasado.
Cuando hay sequía aumentan las plagas, y con la lluvia, las enfermedades y hongos, refirió Julio Alfredo Trejo, director de Planeamiento del Maga, y autor del estudio.
Datos de esa entidad indican que solo en el 2011, los fenómenos naturales impactaron en 56.128 hectáreas de cultivos, las familias perjudicadas sumaron 86.599, y el monto que perdieron fue de Q570,8 millones.
Trejo refirió que la merma en la producción de maíz y frijol, así como de las hortalizas, fue por los efectos del clima. En el caso de algunos productos de exportación como banano, cardamomo y cacao la disminución de hectáreas y rendimiento se generó por factores como el tipo de cambio y los precios internacionales.
En el caso del maíz, frijol y trigo, a pesar de haber tenido más hectáreas de cultivo, su rendimiento fue menor.
El maíz pasó de tener un área sembrada de 577.248 hectáreas en el 2006, a 841.094 hectáreas en el 2011; sin embargo, el rendimiento del grano se redujo de 2,58 toneladas por hectárea a 1,99 toneladas, respectivamente.
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