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TEMA DEL RELATO DE UN DIAGNOSTICO


Enviado por   •  29 de Mayo de 2016  •  Informes  •  2.076 Palabras (9 Páginas)  •  208 Visitas

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RELATO DE UN DIAGNOSTICO

Hasta ahora Papá ha sido tratado por una insuficiencia cardiaca descompensada. Pero Padre tiene una Hipertensión Pulmonar. ¿Y esto que es? Es el aumento de la presión en las arterias pulmonares, lo cual hace que el lado derecho del corazón se esfuerce más de lo normal. El lado derecho del corazón bombea sangre a través de los pulmones, donde recoge oxígeno. Luego, la sangre retorna al lado izquierdo del corazón, de donde se bombea hacia el resto del cuerpo. Cuando las pequeñas arterias (vasos sanguíneos) de los pulmones se estrechan, no pueden transportar mucha sangre. Cuando esto sucede, la presión se acumula, lo cual se denomina hipertensión pulmonar.

Entonces el corazón necesita trabajar más fuertemente para forzar la circulación de la sangre a través de los vasos en contra de esta presión. Con el tiempo, esto provoca que el lado derecho del corazón se vuelva más grande. Esta afección se denomina insuficiencia cardíaca del lado derecho del corazón.

Ahora bien esta hipertensión tiene varias causas y una de ellas es la insuficiencia cardiaca, pero también es uno de sus efectos.

Por otro lado la hipertensión se clasifica en: Primaria, cuando está es el origen de la enfermedad, secundaria, cuando es causada por otra enfermedad o incluso un medicamento  y la idiopática (se le dice así cuando la causa de una enfermedad no se conoce).

Algunos de los síntomas de la Hipertensión Pulmonar y que aplican a Papá, son: Fatiga, Debilidad, Hinchazón de las piernas y los tobillos, presión o dolor torácico, dificultad para respirar o mareo leve y ojo a este dato: “Las personas con hipertensión pulmonar a menudo tienen síntomas que aparecen y desaparecen. Ellos informan que tienen días buenos y malos”. Que es el cuadro completo de Papá.

Ahora bien debido a que la afectación de esta enfermedad es muy baja en la población hace que esta enfermedad sea poca conocida, incluso entre los profesionales de la medicina produciéndose no solo  una falta de especialización médica entorno a ella,  si no hasta un desconocimiento de la misma, cayendo en la clasificación que se denominan “enfermedades raras o minoritarias”. ¿Y esto a que conlleva? a tener diagnósticos equivocados o tardíos, en algunos casos de varios años, que afectan visiblemente la salud y calidad de vida del paciente.

En nuestro caso específico ¿sabes con cuales enfermedades confunden la hipertensión arterial? Pues con nada menos que con asma, pulmonía y OJO ansiedad o crisis de pánico.  Lo cual ha sido el cuadro de Papá.

La esperanza de vida para esta enfermedad sin tratamiento es de tan solo 2.8 años y aun cuando no tiene cura y hasta 1990 se decía que no tenía tratamiento ahora han aparecido ciertos medicamentos, muy costoso por cierto, que han ayudado no solo a prolongar la expectativa de vida si no que han mejorado la calidad de la misma. Pero aclaremos que estos solo actúan dependiendo del tipo de hipertensión diagnosticada.  

Si se tiene una hipertensión primaria o idiopática el tratamiento es más complejo, pero si se tiene una secundaria pues su objetivo es atacar la enfermedad que la origina y de la cual esta es subyacente.

En nuestro caso los médicos no han visto esto como lo principal de Papá y realmente hasta esta hospitalización alguien la menciono. Si miramos la epicrisis, el diagnóstico y el tratamiento no se le da mayor relevancia. Pero es claro que él tiene una Hipertensión Pulmonar.

 Ahora hay uno hecho curioso y que resultó ser una carambola a nuestro favor y es el siguiente: Papá nunca ha usado Oxigeno y de hecho en la clínica no tuvo Oxigeno si no hasta la noche antes de la salida y una horas antes de la misma casi se lo quitan pues él estaba saturando (la forma en que se mide la oxigenación) bien. De hecho el Internista de turno había dejado una nota que si saturaba menos 88 se le colocara Oxigeno de lo contrario no y él nunca bajo de 90. (estos números son los que miden la oxigenación y son un valor en porcentaje que va hasta el 100% y se considera que los niveles óptimos deben estar entre el 95 y el 100,   que entre el 90 y 94 son de alerta, por debajo de 90 están los enfermos crónicos respiratorios y por debajo del 90 es crítico). Papá sin oxígeno nunca bajo de 90, por lo cual no se lo aplicaron.

El día antes de la salida y ya ordenada la misma, la médico de turno me dijo que le quitara el Oxígeno para que en media hora le tomaran los niveles de saturación y que con el resultado se determinaba si era necesario el oxígeno en casa o no. Estando en este proceso paso el internista de piso dando la revista y confirmo la salida y cuando se le comento lo que se estaba haciendo con lo del oxígeno me dijo: si él tiene una hipertensión pulmonar solo existen 3 tratamientos: OXIGENO; OXIGENO y OXIGENO. A lo que luego le replique que le faltaron otros tres: AMOR; AMOR y AMOR. Así pues que se quedó con Oxigeno.

Ya llevamos 2 días en casa y he estado durmiendo con Papá, en la primera noche de inmediato note como su forma de dormir había cambiado y de hecho su acontecer era tan suave, que en más de una ocasión me preocupe y lo moví para saber si estaba respirando. Pero todo bien. En el pasado y desde siempre, sobre todo en estos 2 últimos meses, tal vez por que he tenido una observación mayor y no se desde cuándo, había tonado que su forma de respirar era con mucha agitación y todo su abdomen se movía en una forma muy fuerte, de hecho pensaba que cuando estaba así era que estaba en estado REM (sueño profundo) y aun cuando me parecía extraño no me preocupaba. Pero ahora al comparar el tema de como durmió antenoche y anoche la diferencia es enorme y como ya lo mencione,  hasta alertas me ha causado por lo suave de su sueño. Por eso desde la misma noche que llegamos me puse a leer sobre todos estos temas y he llegado a la conclusión que los famosos episodios o lo que llamamos “la pendejada” no es si no la manifestación de esta hipertensión pulmonar y que los síntomas de depresión y desespero que ha tenido, aparte de su duelo por la pérdida de su querida esposa y el reconocimiento de su disminución  en una mente totalmente lúcida, no son tales si no los efectos de estos de esta enfermedad, que se confunden con los anteriores.  El está un poco apagado, más triste que enfermo, lo veo bien, está comiendo muchísimo mejor. Eso sí ha dormido montones, pero siento su mejoría.

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