Trabajo práctico sobre el arte contemporáneo

UNSJ-FFHA

Seminario de Análisis Visual I

Práctico 2

López Maximiliano

1. Se refiere a que cualquier persona debe ser capaz de entender una obra prescindiendo de la explicación del artista, aún sin tener conocimiento en la materia. Ella afirma que el verdadero arte no requiere de su contexto para existir, sino que va más allá de su momento socio-político.

Una forma de refutar esta afirmación puede ser el hecho de que ella habla más que nada sobre el arte puramente visual (habla sobre el dibujo, la pintura, y la composición). Si tenemos en cuenta que en todo el mundo hay personas no videntes, entonces podemos pensar que según su afirmación nada es arte, dado que hay un sector de la población el cual nunca podría entender una obra, puesto que físicamente no pueden acceder a ella. Ahora bien, si obviamos a este sector de la población y pensamos que Lesper se refiere solo a las personas que no tienen ninguna incapacidad que sea un impedimento para acceder a una obra, entonces una forma de refutar esta afirmación podría ser el hecho de que la comprensión de una obra, siempre va a depender del bagaje cultural que tenga el observador. No todos tenemos las mismas experiencias, y es por esto que puede haber personas que entiendan la obra de arte, como personas que no.

1. El estilo contemporáneo es una forma de producir, que te da licencia de hacer lo que quieras, por más banal o falto de contenido que sea, y llamarle arte. Además, su canon es la falta de factura.

Los ejemplos que daré a continuación, no son obras de arte contemporáneo como tal, sino que se hicieron pasar por arte contemporáneo:

• En el Museo de Arte Moderno Arnhem, un grupo de humoristas holandeses decidieron poner a prueba a los “conocedores” y admiradores del arte contemporáneo, para valorar una pintura de IKEA de no más de 10 dólares. El cuadro en cuestión, se expuso en esta famosa galería de arte, al lado de pinturas de millones de dólares. Muchos visitantes decidieron exponer lo que la pintura les transmitía, el sublime trabajo del artista, y hasta una cotización aproximada por el valor que pensaban que esta obra tenía. Hubieron comentarios como: “No compres esto en un tienda barata”, “Si pudiera comprar esto por 2,5 millones de dólares, lo haría”

Todo esto comprueba que no importa el origen de una obra, el arte contemporáneo se ha convertido en el fanfarroneo de alardear y en el engaño de simular los recursos de los que una pieza carece.

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• En otro museo, el MoMA de San Francisco, un chico de 17 años, decidió dejar sus anteojos en el suelo y observar la reacción de los visitantes. Resultó que esta se convirtió en la obra más polémica de la exposición. Todas las personas que visitaron el museo, comenzaron a admirar y analizar los anteojos, e incluso fotografiarlos. Esto muestra el ridículo del pensamiento colectivo, que por ser contemporáneo, cualquier cosa puede ser considerado arte. Además refleja el hecho de que muchas veces, la estafa del arte contemporáneo, no es obra del artista, sino del espectador.

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1. La retórica académica es una imposición ideológica generada por las instituciones de arte. Es un sistema dictatorial que busca la nula crítica para poder manipular a las personas y poder vender cualquier cosa como arte, dejando de lado arte que requiere un proceso previo de razonamiento, tales como el dibujo, y la pintura, entre otros. Este sistema se conforma por la academia, el curador y el galerista. De esta construcción forman parte las instituciones culturales, las instituciones educativas, los museos, las galerías y las casas de subastas.

1. Denomina al arte como fraude cuando cualquier persona es considerada artista, y cualquier objeto es catalogado como arte, porque tiene una cita y una cifra que lo validan. Da el ejemplo de casos en que al comprar una obra, te entregan un certificado y no la obra propiamente dicha. Porque las producciones no son inteligentes, ni producto de un razonamiento. Pienso que el hecho de que cualquier persona sea considerada como artista y cualquier cosa como obra de arte, genera un alejamiento de la persona promedio con respecto al arte. Esto se debe a que dicha persona va al museo y no logra comprender las obras, porque como dice Lesper, no hay nada que comprender. El sistema margina no solo a las personas ajenas al arte, sino también a los mismos artistas, quienes en muchos casos, a pesar de su bagaje cultural, no pueden comprender dichas obras. Es por eso que actualmente el arte es de la élite, dado que si no se pertenece al campo, no se comprenderá, generando así un sistema clasista del que hay que formar parte, si se quiere tener éxito.

1. El mercado del arte toma el rol de una mafia, es  un enorme fraude, un engaño para promover un negocio que consta de objetos de lujo sin valor real, que ofrecen productos ficticios. El vendedor de arte da argumentos (en qué museo se expuso, que dijeron de ese arte los académicos) para que el espectador acepte eso como arte, y si éste último no lo entiende no es culpa del artista, sino del observador. Esta situación que ella describe sobre Mexico y la mafia del arte, puede observarse también aquí en nuestra provincia, en el Museo Franklin Rawson. Aquí hay constantemente producciones de las mismas personas, lo cual imposibilita el ingreso de nuevos potenciales artistas a la institución.
   El valor monetario de las obras es ficticio, las obras valen lo que el artista disponga.
   En relación con el valor artístico de una obra, Lesper habla sobre el costo emocional y el sufrimiento de crear arte, un arte que signifique una experiencia para las demás personas, que al verlo puedan sentir algo, como en la música. Pienso que la relación que se puede o se debería generar entre la obra de arte y su valor monetario, radica en el esfuerzo que el artista invirtió en la misma, es decir, que detrás de esta haya un fundamento pensado y no simplemente una obra vacía de contenido.

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