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Trastorno De Atencion


Enviado por   •  15 de Junio de 2014  •  2.355 Palabras (10 Páginas)  •  217 Visitas

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Las vertientes más habituales para la educación de los niños con discapacidades son tres: la educación «especial» o segregada, la educación integrada y la educación inclusiva. La historia nos muestra cómo la mayoría de países a nivel mundial se ha centrado en proporcionar una educación para niños discapacitados en colegios separados, los cuales a su vez se orientan por lo general a discapacidades específicas. De este modo, se clasificaría a los niños según su deficiencia y se les asignaría un colegio que responde a esa deficiencia específica. Esto implica que los niños con discapacidades reciban una educación en un entorno de aprendizaje segregado y que a menudo se encuentren separados de su comunidad, de otros niños y de la educación convencional. De hecho, este tipo de colegio suele encontrarse alejado de la familia y de los amigos. Estas instituciones han tendido a llegar a solo una pequeña proporción de los necesitados, a menudo con oportunidades de segunda categoría que contribuyen poco a prepararlos para encontrar un empleo o para continuar su educación. Esta situación dificulta el desarrollo de su potencial individual y supone un reto para emplear la educación como herramienta en la lucha contra las desigualdades sociales y la discriminación.

Los sistemas integrados son aquellos en los que los niños con discapacidades asisten a colegios convencionales, pero normalmente disponen de una clase separada con otros estudiantes con discapacidad y un profesor entregado. Por desgracia, lo que suele suceder es que dejan a los niños olvidados en la clase, en un colegio que apenas se esfuerza por tratar las necesidades académicas o sociales específicas que podrían tener los alumnos. Como consecuencia, el niño ha de adaptarse al entorno.48 Esto tampoco ayuda a desafiar las percepciones de otros niños y puede reforzar el estigma y la discriminación.

Suele darse por hecho que un sistema integrado y un sistema inclusivo son primos hermanos, sobre todo si se comparan con el sistema segregado, llegándose incluso a emplear ambos términos de forma indistinta.49 Sin embargo, la inclusión va más allá de la «integración» y tiene unas raíces filosóficas bastante diferentes. La integración establece a los niños con discapacidades en un marco ya existente de normas y reglas. La educación inclusiva empieza por contemplar a cada estudiante como un titular de derechos: así, se traslada a los grupos marginados desde los márgenes hasta una posición más centralizada. Así, se desplaza la atención de la incapacidad al contexto social. La educación inclusiva promueve los cambios en el sistema educativo y en relación a las comunidades para asegurar que el sistema educativo se adapta al niño, en lugar de esperar que sea el niño el que se adapte al sistema.50 La educación inclusiva reconoce la necesidad de transformar las culturas, las políticas y las prácticas del colegio para dar cabida a las diferentes necesidades de cada uno de los estudiantes, además de contemplar la obligación de eliminar las barreras que impiden esa posibilidad.51

El compromiso de la Campaña mundial por la educación promueve los principios de igualdad y de no discriminación y se alinea con los fundamentos conceptuales de la educación inclusiva. Para ello, emplea un enfoque basado en los derechos en el cual los estados respetan, protegen y cumplen con los derechos y la educación de las personas. La educación inclusiva es, en muchos aspectos, una manifestación práctica de los sistemas educativos que representan los principios de los derechos humanos.

La UNESCO ve la educación inclusiva de este modo: “La inclusión se contempla como un proceso de abordar y dar respuesta a la diversidad de necesidades de todos los estudiantes a través de un aumento de la participación en el aprendizaje, las culturas y las comunidades; y como una reducción de la exclusión de la educación y dentro de ésta. Implica cambios y modificaciones en los contenidos, los enfoques, las estructuras y las estrategias, con una visión común que abarca a todos los niños del rango de edad apropiado y la convicción de que es responsabilidad del sistema general educar a todos los niños.”52

Es importante entender la educación inclusiva como un concepto amplio que hace referencia al derecho de todos los estudiantes (entre ellos los niños con discapacidades, pero también otros grupos marginados) y que se aplica a los estudiantes de todas las edades, tanto niños como adultos.53 Aunque gran parte de este informe se centra en los niños de los colegios, si nos introducimos en el contexto del compromiso de Educación para todos, la educación inclusiva también incluye un aumento en las oportunidades para el aprendizaje continuo inclusivo. Esto se consigue a través de una amplia gama de estrategias, actividades y procesos que buscan hacer realidad el derecho universal a una educación de calidad.

Por último, vale la pena señalar que la educación inclusiva es un proceso que puede llevar tiempo. El objetivo final debe ser la inclusión, pero llegar a ello podría requerir un largo proceso. A veces, esto puede implicar que las iniciativas especiales o integradas y los colegios inclusivos esperen uno al lado del otro mientras los gobiernos trabajan por desarrollar una inclusión apropiada para todos los niños (respetando los principios de los derechos humanos). En los lugares en los que existen diversas opciones educativas para los alumnos con discapacidades, el sistema educativo debería emplear las experiencias, habilidades y recursos existentes en los colegios especiales e integrados para promover el desarrollo de una educación inclusiva dentro de los colegios locales convencionales. Esto podría implicar, por ejemplo, que los profesores de los colegios especiales formen a los profesores generales en lenguaje de signos. Los enfoques deben establecer una comunicación proactiva entre sí, de forma que compartan lo que han aprendido con cada sistema y comuniquen el desarrollo de estrategias futuras en lugar de constituir procesos paralelos sin ningún tipo de conexión. En los lugares donde no existen «colegios especiales» previos para los niños, las autoridades deberían asegurarse de que la nueva disposición se planea de forma inclusiva. Conviene señalar que la clave para el éxito de este enfoque reside en que el gobierno establezca un plan para la inclusión con metas y objetivos claros, de los cuales puedan pedir cuentas las organizaciones de la sociedad civil. De no ser así, la inclusión podría convertirse en un compromiso vago e inalcanzable mientras que dos sistemas paralelos continúan tal y como antes.

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La educación inclusiva es buena para todos

El Informe mundial sobre discapacidad de 2011 sostenía, entre otras cosas, que la inclusión de niños con discapacidades en los colegios convencionales promueve la culminación universal de la educación primaria, puede salir rentable y contribuye a la eliminación de la discriminación.

Estos son beneficios importantes, pero la educación inclusiva tiene un potencial aun mayor cuando se utiliza correctamente y con eficacia. De hecho, puede ser realmente transformadora para las personas, los sistemas educativos y el conjunto de la sociedad. Por supuesto, en primer lugar, la educación inclusiva puede ayudar a que los niños con discapacidad y otras personas marginadas (como por ejemplo las minorías y los grupos étnicos lingüísticos) accedan a una educación de calidad, ayudándoles a desarrollar su potencial y lograr así que puedan contribuir en su comunidad y en la sociedad.

Pero si se aplica correctamente, la educación inclusiva puede ayudar a elevar el nivel de calidad de los sistemas educativos. La educación inclusiva comporta la provisión de oportunidades de aprendizaje significativas para todos los estudiantes en el contexto del sistema escolar convencional y requiere por ello estrategias que satisfagan los diversos estilos de aprendizaje de todos los estudiantes, mientras que se adaptan a las necesidades excepcionales de aprendizaje de algunos alumnos. Como consecuencia, un sistema educativo que se compromete plenamente con la educación inclusiva ha de apoyar los métodos de enseñanza apropiados y a los profesores motivados y bien formados54 También perseguirá una enseñanza mejorada que se centre en enfoques de enseñanza, habilidades y apoyo efectivos e inclusivos.

Este punto es de vital importancia porque, en la actualidad, la calidad extraordinariamente mala de muchos sistemas educativos está haciendo que muchos niños no aprendan ni siquiera a leer y escribir, los cuales suponen objetivos básicos; y eso por no hablar de las habilidades más complejas de análisis, crítica o creatividad que deberían desarrollarse con una buena educación. Por ejemplo, alrededor del 50 % de los niños de África que llegan a la edad de 5 años sabrán leer y escribir.55 La mala educación también conduce a repetir curso (un desperdicio de recursos) con 11,4 millones de alumnos que tuvieron que repetir un curso de primaria en el África subsahariana en 2010.56 Una educación inclusiva efectiva no solo garantizará la inclusión de alumnos marginados (entre ellos los niños con discapacidades), sino que ayudará a hacer frente a este espantoso déficit de calidad y mejorará la educación para todos.

La educación inclusiva también puede ayudar a moldear sociedades más equitativas. Prevenir la discriminación en la educación también puede ayudar a que la sociedad haga frente a la discriminación de forma más amplia. Ofrece la posibilidad de cuestionar las actitudes y comportamientos discriminatorios más extendidos, celebrar y abrazar el rico tapiz de diversidad de nuestras sociedades y promover los valores sociales que combaten la discriminación.

ESTUDIO DE CASO DE PAÍS 2.

Italia: la importancia de la legislación para garantizar los compromisos con la educación inclusiva

La Ley marco italiana para la asistencia, integración social y los derechos de las personas con discapacidad fue promulgada por el parlamento italiano en 1992. Entre sus disposiciones se encuentran: el derecho a la educación inclusiva de todos los niños con una discapacidad comprobada con un certificado médico, incluyendo aquellos con problemas de aprendizaje; el requisito de que todas las guarderías, los colegios, las universidades y otros, inclusive las instituciones privadas, tienen que aceptar a los estudiantes con discapacidad, sin excluir a aquellos que están gravemente discapacitados; la coordinación de todos los servicios, el equipamiento de los colegios y universidades, los horarios flexibles y las adaptaciones en los exámenes; la creación de un plan educativo hecho a medida, la formación de profesores, el asesoramiento y los grupos de trabajo a distintos niveles; y el establecimiento de una Comisión nacional de Educación inclusiva.

Italia es, hasta la fecha, el único país europeo en el que se ha incorporado a prácticamente todos los alumnos discapacitados (99 %) en colegios convencionales. La educación inclusiva se consigue llevar a cabo con la ayuda de más de 90 000 profesores especializados para el apoyo en la enseñanza y 25 000 educadores empleados en los colegios. Ya casi se han eliminado las barreras físicas en el acceso a los centros. En 1999 se hizo una enmienda de la ley importante que concernía a los ambientes universitarios inclusivos. Como resultado, en las universidades italianas se inscribió la sorprendente suma de 12 400 alumnos discapacitados en 2006, cifra que se triplicó en apenas seis años.

Fuente: Estudio de caso: Italia. El derecho a una educación inclusiva. Disponible aquí:

http://www.zeroproject.org/wp-content/uploads/2012/01/Case-study-Italy-UN-CRPD-Article-24.pdf

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Aunque los expertos en el campo de la discapacidad y la educación han defendido durante mucho tiempo la educación inclusiva, ésta se ha contemplado siempre como una cuestión política más al margen relacionada con la educación de los discapacitados y ha ganado poca atención dentro del desarrollo general. Pero hay indicios de que esta tendencia está cambiando.57

No cabe duda de que se está observando más de cerca la exclusión de la educación en base a la discapacidad; y el apoyo a la educación inclusiva como respuesta política parece estar ganando terreno. Muchos países están en proceso de ratificar e implementar la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad. A su vez, ha surgido una serie de informes internacionales de gran relevancia que ha centrado su atención en los niños con discapacidades y la importancia de una educación inclusiva como estrategia para hacer frente a la exclusión. Entre ellos se encuentran el informe de los ODM de 2010 centrado en las discapacidades (el primero en hacerlo), el Informe mundial sobre la Discapacidad de 2011 y el informe Estado mundial de la Infancia 2013.

Sin embargo, es evidente que en muchos países existe una brecha entre la retórica y los compromisos frente al nivel de cumplimiento y acción. Los conceptos erróneos que rodean a la educación inclusiva continúan frustrando los intentos a la hora de incorporarla y ponerla en práctica. La educación inclusiva se considera demasiado costosa, una opción no viable o práctica y que exige demasiados cambios en las actitudes de las comunidades, de los responsables políticos y de los padres.

ESTUDIO DE CASO DE PAÍS 3.

Etiopía: evaluación de los niveles de niños discapacitados fuera del colegio y las causas para abandonarlo

En Etiopía, según el Ministerio de Educación, menos del 3 % de los niños con discapacidades tienen acceso a la educación primaria; y el acceso a la educación disminuye rápidamente a medida que los niños ascienden en los escalones de la educación.58

Handicap International hizo una encuesta en las regiones de Dire Dawa, Harar y Jijiga para tratar de determinar las causas por las que los niños discapacitados abandonaban las escuelas. Se pidió a las familias que identificaran los motivos por los que los niños no asistían a clase dentro de dos categorías amplias: causas a «nivel familiar» o a «nivel escolar». La mayoría de las familias y de los niños informaron de que la causa principal eran cuestiones familiares, las cuales relacionaban a menudo con el trabajo o las responsabilidades vinculadas al cuidado de otras personas. Cuando se trataba de problemas a nivel escolar, la razón número uno para abandonar el colegio era la «distancia larga al colegio». El informe llega a la conclusión de que ha de hacerse lo siguiente:

Los padres deberían trabajar de cerca con el colegio y los profesores, proporcionando recursos e información acerca de la conducta del niño, sus puntos fuertes y sus habilidades para ofrecer el cuidado necesario para sus hijos.

Los padres deberían proporcionar apoyo social, físico, psicológico y educativo al niño ya en casa y de camino al colegio.

Presentar los puntos fuertes y talentos del niño en la comunidad en la que viven; por ejemplo, la creatividad del niño y su talento artístico o deportivo.

Los padres deberían participar de forma activa en el equipo del Plan educativo individualizado (PEI), en las asociaciones de padres y profesores, etc.

Fuente: Handicap International, oficina de Etiopía

3 Implementar una educación inclusiva y defender

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