Violencia Institucional
tarari10 de Junio de 2014
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En este trabajo analizamos el tema de la violencia institucional a partir del visionado del filme “Tropa de Élite”, película brasileña dirigida por el director José Padilha, cuyo guión está escrito por el sociólogo Luiz Eduardo Soares, con la colaboración de dos capitanes retirados de la BOPE, André Batista y Rodrigo Pimentel.
La película recrea una operación llevada a cabo por el BOPE (Batallón de Operaciones Policiales Especiales) en 1997 justo antes de una visita del papa Juan Pablo II, el grupo de élite enviado a una violenta favela próxima al arzobispado de Río de Janeiro para limpiar el área de delincuentes y traficantes de droga. La película refleja sin tapujos una realidad latente en Brasil, con una policía que ejerce métodos brutales, con una corrupción generalizada una sociedad que malvive en favelas dirigida por el narcotráfico. La película también nos muestra otro sector de la sociedad brasileña, una clase media que sustenta este complejo entramado con la compra y consumo de drogas, lo que provoca una financiación de los grupos dominantes de las favelas, con estamentos que alcanzan a los sectores policiales e incluso políticos.
En la película, el director retrata un mundo corrupto en el que el capitán Nascimento es más una herramienta más de un sistema controlado por los mismos poderes que quebrantan las leyes tras crearlas, usando para ello la violencia institucional que en este caso está materaliazada en el B.O.P.E. Aun así, el director no cae en el maniqueísmo ya que la película está narrada de forma que no hay buenos o malos, sino que parece que todos son víctimas del mismo sistema, sean policías, narcotraficantes o la propia población local de las favelas, convirtiendo el escenario en una “jungla” en las que todos luchan por su supervivencia.
En definitiva, la película muestra el lado más oscuro de la realidad del país brasileño, una sociedad hundida en la corrupción en todos los niveles, el narcotráfico de drogas y la violencia, con la venta y uso de armas de forma generalizada. Y son los más pobres, la sociedad de las favelas, la que más sufre las consecuencias de este sistema podrido que llega hasta las más altas esferas del Estado. La película denuncia también el sistema de extorsión llevado a cabo por la policía, que recibe dinero de empleados y comerciantes a cambio de protección y aceptan sobornos de vendedores de droga con objeto de que no sean apresados o se produzcan redadas. También se aprecia como los agentes retiran los cadáveres de su zona los cadáveres para que no aparezcan en los informes. Otro asunto remarcable, ya comentado en el primer párrafo, es como un sector de la juventud de la clase media sostiene este sistema con la compra de drogas, sustentando de forma indirecta la compra de drogas por parte de los narcotraficantes.
Aunque la película, como señalamos en el primer párrafo, está ambientada en el Brasil d 1997, nos encontramos con un asunto de máxima actualidad, máxime cuando hace escasos días el periodista danés Mikkel Keldorf ha publicado un documental llamado “El Precio del Mundial de Fútbol” en el que denuncia que en este último año han asesinado a 121 niños por el Mundial. El documental también demuestra como ha disminuido la inversión en proyectos sociales para sacar a los niños de la calle a consecuencia de las obras del Mundial.
El propio coordinador de esos proyectos, Manoel Torquato , desvela en el propio documental como se comienzan a ver por ciudades como río a “grupos de exterminio” que disparan a los niños que duermen en la calle, provocando una situación de terror para que los niños salgan de la calle. El documental también muestra el lado más duro de las tropas de élite “pacificando” la favela Maré, que se sitúa cerca del popular estadio Maracaná, en Río o el famoso caso de Mason Amarildo, que tras desaparecer en una favela
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