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Zapatero A Tus Zapatos, Fracaso Escolar


Enviado por   •  4 de Julio de 2012  •  1.492 Palabras (6 Páginas)  •  610 Visitas

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FRACASO ESCOLAR

Yacante, Raúl – Páez, Bernardo

2012

La siguiente monografía se solicita en el espacio Producción de Textos en Física del profesorado en Física para el Nivel Secundario como condición para su acreditación.

La metodología de trabajo consistirá en el análisis de las propuestas circulantes en nuestro ámbito, para revertir el fracaso escolar.

Se intenta probar que:

• el fracaso escolar es más complejo de lo que se cree.

• las estadísticas solo muestran una parte de la problemática.

• La evaluación como aliada fundamental del éxito escolar.

¿Que es fracaso escolar?

Marchesi y Pérez (2003) al hablar de fracaso escolar, refieren a “los alumnos que al finalizar su permanencia en la escuela, no han alcanzado los conocimientos y habilidades que se consideran necesarios para manejarse de forma satisfactoria en la vida social y laboral o para proseguir sus estudios” . Claudia Jacinto (2006) adhiere a esta postura al afirmar que “la escuela no sólo no forma en competencias específicas, sino que tampoco lo hace con la calidad requerida en las competencias básicas para la vida ciudadana y laboral, y la prosecución de estudios”.

Por lo tanto el éxito escolar está ligado al éxito, posterior a su escolarización, como ciudadano, trabajador o estudiante.

Considerando estas definiciones, hoy por hoy es imposible tener una medida real del éxito o el fracaso escolar del egresado. La escuela no podría hacer un seguimiento externo y a largo plazo, de sus egresados; por lo que será necesario, que los docentes incorporen nuevas formas de evaluación, que contemplen que “todos los sujetos que aprenden lo hacen de modos distintos, en condiciones sociales, económicas, anímicas y académicas de partida y de desarrollo muy diferentes, según contextos e historias particulares y según intereses y expectativas que en gran medida vienen condicionados por aquellos factores diferenciadores y característicos”.

Estadísticas tendenciosas

Es frecuente encontrar en informes oficiales de educación, gráficas como la mostrada, que a simple vista y sin un análisis profundo mostrarían una aparente mejora del sistema educativo y consecuentemente un aparente éxito de los alumnos en su escolarización.

Esto sería relevante si se considera una población constante, sin cambios entre esos años, pero como el número de habitantes en Argentina crece año a año, es lógico que la escolarización también lo haga.

Este ejemplo sirve como muestra de que el gobierno manipula a conveniencia las estadísticas, debido a dos motivos, primero para crear una sensación de que en educación se hacen bien las cosas y segundo porque no se tienen las herramientas necesarias para medir el éxito o fracaso escolar desde la concepción planteada en esta monografía. En cambio pueden analizarSE índices de deserción, aprobación, promoción y repitencia; que no son indicadores fehacientes del fracaso escolar.

Zapatero a tus Zapatos

Argentina es el país de echar(se) culpas, si estamos mal, nos indignamos al principio hasta acostumbrarnos; si estamos bien, generamos entusiasmos desmedidos; si nos ilusionamos con algún proyecto, prometemos lo imposible y terminamos por cumplir a medias, con el agregado de lamentos y culpas a terceros.

Cuando hacemos diagnósticos en lo social, político o cultural, parecemos expertos. Particularmente cuando se analiza el fracaso escolar, todos se señalan con el dedo, los pedagogos dicen que las escuelas tienen una lógica exclusivista y meritocrática que arrastran desde el siglo pasado; los directivos dicen que el gobierno no le da los recursos materiales y humanos, y que hace lo que puede con los pocos docentes capacitados que tiene; los maestros por su parte argumentan que no pueden atender a tantos alumnos hacinados en cuatro paredes, que se agregan a otras faltas de incentivos; y que los padres mandan a sus hijos a la escuela pensando que es una guardería, no saben como hacer para que sus hijos dediquen tiempo extra a la escuela y se preguntan si ésta realmente enseña algo; los egresados, al enfrentarse con la realidad del trabajo o estudios superiores, culpan a la escuela de entregar títulos como si fuera una caja de herramientas vacía, tarde se lamentan de no haber haberse dedicado más y no haber reclamado mas calidad en la enseñanza.

Por su parte el Gobierno, tampoco asume su importante rol en el fracaso escolar, siempre se manifiesta conforme (en discursos y estadísticas) y hecha culpas, en especial, a la falta de compromiso docente.

El argentino no se da cuenta que esto no es una competencia, donde unos ganan y otros pierden; vivimos todo como un partido de futbol, en el que nos echamos culpas y asumimos que es parte del juego ganar o perder, pero en educación, no sirve perder, ni echarse culpas, si pierde uno no gana nadie.

Con esto de echarse culpas, el que creía que estaba haciendo sus cosas bien, como se dice empieza a “hacer la plancha” y dedica su tiempo (en) A analizar y criticar la tarea de otros estamentos que intervienen en la educación, corriendo el riesgo de que, con el

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