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ANALISIS DE LAS ENCICLICAS PAPALES RELACIONADAS CON EL DERECHO LABORAL


Enviado por   •  29 de Noviembre de 2017  •  Ensayos  •  2.917 Palabras (12 Páginas)  •  831 Visitas

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Universidad del Azuay

Facultad de Ciencias Jurídicas

Carrera de Derecho

ANALISIS DE LAS ENCICLICAS PAPALES RELACIONADAS CON EL DERECHO LABORAL

Claudia Lucia Albornoz Flores

Dr. Guillermo Ochoa Andrade

Cuenca- Ecuador

2017-  2018


Encíclicas papales

A través de la historia la religión católica asumido diferentes roles en la vida de la sociedad. Pasó de tener una influencia y poder ilimitado, tanto en la práctica política, económica y social, como también en las actuaciones y decisiones de los individuos; a ser solo una de las muchas instituciones reconocidas y reguladas por el Estado. En otras palabras, ahora, la iglesia está sujeta a un amplio control y regulación, en donde todas sus actuaciones deben realizarse conforme las diferentes Constituciones y leyes, siempre orientadas al desarrollo y progreso de la sociedad y el Estado; y sobretodo respetando a los diferentes credos e ideologías.

Sin embargo, a pesar de estas limitaciones la iglesia católica sigue siendo un referente importantísimo en la vida de la sociedad, e incluso en el desarrollo de un Estado. Las ideas y planteamientos realizados por el Papa son muchas veces acatados y respetados, no solo por ser este un jefe de Estado, sino fundamentalmente por el trasfondo ético- social en que se fundamentan los principios católicos.

Es así que a lo largo del tiempo los pontífices, con el objetivo de orientar y dar luz en los diferentes aspectos económicos, sociales y políticos, han elaborado las denominadas encíclicas papales.

Estás tienen su raíz en las palabras latinas: Literae encyclicae que literalmente significa “cartas circulares”. Por tanto, “las encíclicas son cartas públicas y formales del Sumo Pontífice que expresan su enseñanza en materias de gran importancia.” (Las siervas de los Corazones traspasados de Jesús y María)

Sin embrago, aunque en sentido estricto las encíclicas solo tienen un “valor de enseñanza dirigida [exclusivamente] a la Iglesia Católica; cuando estas se refirieren a cuestiones sociales, económicas o políticas, son dirigidas comúnmente no solo a los católicos…” (Las siervas de los Corazones traspasados de Jesús y María) sino a todas las personas en general, de manera que estas puedan tener un conocimiento más profundo y amplio de los problemas que atraviesa el mundo y así, puedan realizar acciones para prevenir combatir y solucionar dichos problemas.  

La importancia de estas encíclicas recae sobre todo en el hecho de que, en ciertas ocasiones, estas han sido determinantes para producir verdaderos cambios en una sociedad. Esto es evidente sobre todo cuando se trata de encíclicas sociales. Estas al ser “pronunciamientos de la Iglesia Católica ante los cambios de la sociedad y el mundo y por tanto prescripciones normativas de lo correcto y justo” (Wikipedia, la enciclopedia libre), han abierto los ojos ante problemas de inmensa gravedad, sobre todo en lo referente a los derechos humanos.

En unos de los campos en donde estas encíclicas han producido un verdadero impacto es en el ámbito laboral. En este aspecto cabe recordar que los derechos de los trabajadores han sido uno de los temas de mayor preocupación a lo largo de la historia, por la debilidad y vulnerabilidad a la que estos están expuestos.

Una de las encíclicas más importantes en tratar el tema laboral es la llamada RERUM NOVARUM (Sobre la cuestión social), carta del Sumo Pontífice León XIII promulgada el 15 de mayo de 1891, en respuesta a la terrible explotación laboral que se daba alrededor del mundo como producto de la revolución industrial, época en la cual “la tecnología relegó al trabajador a la categoría de máquina” (Moreno)

En esta encíclica el Papa considera que para solucionar los problemas sociales y laborales que atravesaba el mudo “la Iglesia, el Estado, el empresario y el trabajador tienen que trabajar juntos. La Iglesia debe interesarse por los aspectos religiosos y morales; el Estado tiene que intervenir para que haya Justicia; y los trabajadores y empresarios deben organizar asociaciones que les protejan (sindicatos)” (León XIII, 1891) pues consideraba que “Es inhumano abusar de los hombres, como si fueran cosas, para sacar provecho de ellos”.  (León XIII, 1891)

Está carta fue de importancia fundamental para lograr un verdadero reconocimiento de los derechos de los trabajadores, pues fue justamente tras la revolución industrial que ya no se consideraba a los obreros  como cosas o máquinas, si no que se comenzó a verlos como personas, sujetos con capacidad de adquirir derechos y contraer obligaciones.

En esta carta ya se reconoce uno de los principios esenciales del derecho laboral, fundamental para una tutela y protección efectiva de los trabajadores, este es el principio pro-operario. Este se ve plasmado, aunque de una forma indirecta, en el numeral 29 de la encíclica; en la cual, haciendo referencia al papel que el Estado juega en el ámbito laboral dice:

"[...] Los derechos, de quienquiera que sean, han de ser protegidos religiosamente, y el poder público tiene obligación de asegurar a cada uno el suyo, impidiendo o castigando toda violación de la justicia. Claro es que, al defender los derechos de los particulares, ha de tenerse un cuidado especial con los de la clase ínfima y pobre. Porque la clase rica, fuerte ya de por sí, necesita menos la defensa pública; mientras que las clases inferiores, que no cuentan con propia defensa, tienen una especial necesidad de encontrarla en el patrocinio del mismo Estado. Por lo tanto, el Estado debe dirigir sus cuidados y su providencia preferentemente hacia los obreros, que están en el número de los pobres y necesitados." (León XIII, 1891)

Este así que como este, en la encíclica se reconocen muchos otros principios y axiomas similares, que resaltan, por un lado la importancia del trabajo; y por otro el respeto a la dignidad humana y a los derechos de los obreros. En consecuencia, no se puede negar que los postulados contenidos es el Rerum Novarum constituyeron la base e inspiración para el desarrollo del derecho laboral y su posterior reconocimiento como un derecho autónomo.  

Sin embargo, el derecho laboral no es estático, sino todo lo contrario, ha evolucionado conforme los cambios que se han dado en el tiempo y la sociedad, esto ha dado lugar al surgimiento de nuevos problemas laborales, de los cuales la iglesia no se ha mantenido al margen, siempre proponiendo soluciones y estrategias nuevas.  Por esta razón, en 1931 con ocasión de los 40 años de la encíclica Rerum Novarum, el Papa Pío XI promulga una nueva encíclica llamada Quadragesimo Anno. En esta época de post- guerra el mundo se encontraba sumido en una grave crisis económica y social, a la vez que se generalizaba la tendencia del capitalismo de los grandes monopolios. Esto dos aspectos produjeron un gran impacto en la situación laboral y los derechos de los trabajadores. Es por esto que Pio XI con esta carta busca la restauración del orden social quebrantado por la guerra, y condena a las diferentes ideologías políticas, como “un obstáculo para la consecución de este orden y el respeto a la vida humana y costumbres cristianas.” (Macias, Quadragesimo Anno, 2017) Además afirma que el medio para salir de esta crisis económica es “la cristalización de la vida económica y el ejercicio de la caridad.” (Macias, Quadragesimo Anno, 2017), contribuyendo así a una nueva filosofía social.

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