ESCUELA DE ATENAS DE RAFAEL

GONZALEZ SANCHEZ CHRISTIAN MICHAEL                                GRUPO 342

EVALUACIÓN 1

ESCUELA DE ATENAS DE RAFAEL

1.- Explique en qué sentido el Renacimiento significo:

A) Ruptura con épocas anteriores:

Para comenzar este punto A, es menester ubicar el Renacimiento en términos históricos, es decir, se determina que el Renacimiento se origina en Florencia, --casualmente cuna de la ciencia política—y marca el inicio de la Edad Moderna. El renacentismo supone un quiebre con la época Medieval, es decir, una ruptura con el oscurantismo y con esto una ruptura del estilo de vida social, cultural y político. Se produce una transformación de la mentalidad escolástica que dominó el pensamiento sistemático durante la Baja Edad Media. Debido a la matematización de la ciencia y a la aparición de las estructuras políticas que determinarán el mundo occidental hasta el siglo XXI, esa mentalidad dará lugar a unos nuevos «sistemas» de pensamiento desligados ya de los presupuestos intelectuales que habían estado vigentes desde la Antigüedad.

Jacob Burckhard en su libro La Cultura del Renacimiento en Italia menciona que ‘’…durante los siglos XV y XVI se produjo en Europa y más concretamente en Italia, un giro radical a todos los niveles: cultural, histórico, económico, político-social, vida cotidiana, religión, etc que se contraponen al Medioevo. ‘’ Es aquí donde concretamente se da la ruptura radical entre ambos periodos históricos. Sin embargo, al tratar de definir la ruptura surgen diferentes posturas, pues, se entra en discenso al tratar de definir el Renacimiento solo en Italia, donde se tuvo mayor expresión y con esto mayor campo de estudio. Si tomamos esa corriente, se observa que el Estado ha sido tomado como una obra de arte y como un mecanismo de relojería. El Estado en el renacimiento era en su estructura interna, una inmensa obra de arte, o sea, creaciones consientes, hijas de la reflexión y de la prudencia, basadas en fundamentos visibles, calculados con exactitud y precisión. La ruptura con el sistema feudal del periodo anterior son claramente notorias. Se quiebra de dicho orden y desaparecen los derechos artificialmente derivados, propios del feudalismo, siendo el poder ahora directo y efectivo. La retórica del honor deja paso al punto de vista de la situación real y de los fines que deben alcanzarse y al sentido del cálculo. La nobleza es desplazada por el condottiero, para quien su origen resulta totalmente indiferente. Las transformaciones son notorias, esta quiebra va desde el funcionamiento del Estado hasta la Guerra. Por otro lado, se desarrolla el individuo. Aparece, entran en escena, el sujeto de la Modernidad. Es en Italia donde por primera vez se levanta el velo de la timidez infantil, de la fe e ilusión. Se despierta entonces una consideración objetiva del Estado y con ella un manejo objetivo. Se yergue con pleno vigor, lo subjetivo el hombre se convierte en individuo y como tal se le reconoce. Todo contribuye a que surjan estas gloriosas personalidades, la riqueza y la cultura promocionadas por la burguesía, las libertades municipales, la existencia de una Iglesia no identificada con el Estado, favorecían la competencia. El cosmopolitismo se nos presenta como una fase superior del individualismo. Se cultiva la personalidad y aparecen las figuras del genio y del oumo universale. La figura del humanista descuella sobre las demás. Los jóvenes reciben una instrucción depuradísima, es decir la alta educación privada. Se retoman los viejos pensadores, es decir, sobretodo en Italia este resurgimiento presenta nuevos y más fuertes perfiles con vestigios del pasado, en el Renacimiento, no se produce una compilación e imitación fragmentaria de lo antiguo, sino un renacer integral.

B) Continuidad con épocas anteriores:

Todos estos planteamientos radicales que defienden la ruptura entre ambos periodos condujeron a la llamada Rebelión de los Medievalistas, los cuales defendían la continuidad entre Medievo y Renacimiento y la existencia de renacimientos en la llamada edad oscura.

Hablaran estos del Renacimiento Carolingio, del Renacimiento del Islam, de la renovación cultural llevada a cabo por la Escuela de Chartes en el siglo XII, del ciceronismo de San Jeronimo, del naturalismo del último gótico o en el franciscanismo, del Estado Moderno en la Sicilia de Federico II.

Esta rebelión de los medievalistas se dejó sentir especialmente en Francia. Etienne Gilson, por ejemplo, no dudo en hablar del Humanismo Medieval y un historiador de la ciencia de talla de Pierre Duhem y su escuela, defendió abiertamente que las investigaciones de Copernico, Descartes o Galileo habían comenzado allí donde los físicos parisinos y los lógicos oxonienses del Siglo XIV las habían dejado. Nos dice P. Duhem: [.. Es en el mismo momento en que Juan Buridan formula los principios de donde saldrá la moderna Dinamica, anuncia la ley de la inercia y arrojando del Cielo todas esas Inteligencias motrices que el politeísmo astral de los Helenos allí habían arrojado, declara que los astros se mueven en virtud del impulso inicial que les ha comunicado el Creador, en ese mismo momento que Alberto ed Sajonia entrevé la ley verdadera de la caída de los cuerpos; es en este momento que Nicolás Oresme se adelanta a la vez a Descartes, Galileo y Cópernico. ‘’.

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