El Aborto En Argentina: Situación Actual Y Perspectiva Personal

Tradicionalmente para el ser humano el nacimiento de un niño es motivo de alegría. Sin embargo, hay mujeres que viven el proceso del embarazo como una experiencia dolorosa que debe ser terminada. Si bien no hay cifras estadísticas actualizadas del Ministerio de Salud de la Nación, de acuerdo a una nota publicada en el diario La Nación , la Organización Mundial de Salud afirma que se realizan 500.000 abortos al año, es decir, que hay más de 40 abortos por cada 100 nacidos vivos. Asimismo, según un estudio publicado por el Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva (OSSyR) , las tres causas principales de las muertes maternas son: el aborto, las causas obstétricas directas, y las causas obstétricas indirectas. Cada 8 minutos muere, en América Latina, una mujer por complicaciones derivadas de un aborto inseguro.

A la hora de abordar esta temática en Argentina, es necesario analizar primero las posiciones existentes desde la perspectiva legal, moral y ética.

En este sentido, desde el punto de vista legal en Argentina, el aborto se encuentra normado en el Código Penal en los artículos 85 y 86 , también sabemos que de acuerdo a lo que establece el Código Civil en el artículo 70 “Desde la concepción en el seno materno comienza la existencia de las personas y antes de su nacimiento pueden adquirir algunos derechos, como si ya hubiesen nacido. Esos derechos quedan irrevocablemente adquiridos si los concebidos en el seno materno nacieren con vida, aunque fuera por instantes después de estar separados de su madre”. Por este motivo, en Argentina abortar y/o realizar un aborto está penado por la ley.

Desde el punto moral, hay varias posturas frente al aborto que van desde los más extremos defensores de la vida desde su concepción, hasta los partidarios del aborto sin ninguna restricción a la hora de realizarlo. De acuerdo a lo que indica Gustavo Ortiz Millán , la postura conservadora extrema “ (...) comienza por sostener la premisa de que la vida humana única en el momento de la concepción. La unión de un óvulo y un espermatozoide crean un nuevo ser humano, no uno potencial o parcial, sino un ser humano en toda la extensión de la palabra. Como ser humano que es, el embrión tiene naturalmente el derecho que se supone sería el más básico de todos los derechos: el derecho de la vida”.

Por otro lado, “La premisa básica del discurso del liberal extremo se encuentra en el otro eje (...) de la discusión: en el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo y decidir su plan de vida y realizarlo (...) Si la mujer es un agente autónomo y libre, entonces debe tener uno de los derechos más básicos que puede haber: el derecho a decidir sobre su propio cuerpo”.

Entre estas dos posturas, hay una moderada que “(…) básicamente busca un balance entre los valores que están en juego; trata de reconocer tanto el derecho de la mujer a decidir como del feto a vivir. Esto se puede lograr de dos maneras: (1) Justificando un criterio sobre el cual se pueda adjudicar la condición de persona al ser en gestación y sobre esa base adjudicar a su vez el derecho a la vida. De acuerdo

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