Ensayo Santo Fraude

Ensayo del Documental “Santo Fraude”

El siguiente ensayo se basa en dos aspectos extraídos del documental “Santo Fraude” que en lo personal considere importantes, debido a que, no son únicamente aspectos aislados que se dieron durante el tratado de libre comercio con Estados Unidos si no que además, explican en general de cierto modo el estado actual y la dinámica de nuestro país.

Estos aspectos, entre otros, conllevaron a que el primer referéndum en la historia de Costa Rica, un acto de gran valor democrático, terminara por ser convertido en un intercambio mercantil de votos por casas, diarios y demás. Aunque el referéndum otorgo al pueblo el poder de ser el legislador por un día frente a una decisión trascendental para la vida colectiva, esto se vio manejado por los mismos entes de gobiernos que lejos de buscar el beneficio colectivo, están en priori de un beneficio propio. Dicha maniobra se dio en un sinfín de formas, entre las cuales podemos citar la intencional y poca divulgación que se le dio al pueblo con respecto a lo que conllevaba el TLC, la mala información impartida de algunos medios de comunicación colectiva, la manipulación de la participación de la iglesia católica para influir en la opinión del pueblo, incluso actos de extorsión, inculcando el miedo en la población a través de amenazas como el desempleo.

Se analiza de forma somera, en primer lugar la personalidad psicopatológica de los criminales de cuello blanco y su posible etiología. Luego las relaciones de producción y su correlación con la estructura económica, el acontecer social, y los componente psicológicos tanto a nivel colectivo como individual del costarricense como una característica en general.

I. Personalidad psicopatológica de los criminales de cuello blanco

Los patrones de conducta corruptos que llevan a continuos conflictos en la sociedad, son un aspecto relevante de analizar. Estos patrones no solo son propios del documental “Santo Fraude” y de lo acontecido con el Tratado de Libre Comercio con Estado Unidos, sino que han llegado a ser una característica particular en la mayoría de nuestros gobernantes.

El análisis de la criminalidad de los patrones de conducta corrupta puede llevar a considerar estos como una clase de violencia “sutil”, que se da, en este caso, por parte de los entes de gobierno hacia el pueblo. Analizando características de estos patrones podemos observar como los criminales de cuello blanco son incapaces de una lealtad relevante hacía individuos, grupos y valores sociales.

Por otra parte, encontramos características segundarias de rasgos de personalidad psicopatológica, como se expone en el documental, con tal de alcanzar sus ambiciones, los criminales de cuello blanco son extremadamente egoístas, insensibles, irresponsables e impulsivos. Igualmente, la pobreza de sentimientos de empatía limita su capacidad de reacción sensitiva ante las consecuencias negativas que se desprenden de sus acciones para con el pueblo. Hacen sufrir a gran parte de la sociedad y no experimentan complejo alguno de culpa por el mal que han causado con sus actos de corrupción.

Es, en cierto modo, y sin generalizar, el poder y la ambición lo que nubla su buen juicio provocando que no sientan amenaza ante la imposición de alguna pena legal a la que se pudieran ver expuestos por infringir normativas sociales.

De la misma forma, sus acciones criminales son incluso excusas por ellos desde su contexto subjetivo, ante un entorno o ambiente social que se ha tornado en demasía permisivo. Es evidente que la forma en que los funcionarios corruptos de gobierno organizan sus razonamientos morales entorno a las leyes y normas de nuestro país es de forma despectiva, lo que ejerce influencia en sus patrones de conducta criminal en contra del pueblo, carentes de moralidad autónoma, caracterizado por la falta de respecto a las opiniones y derechos de sus iguales, ya que por su sentimiento de superioridad el pueblo no es percibido como un igual. Desde su contexto subjetivo como entes de poder ellos son la autoridad, ellos son la ley.

Con respecto a la etiología de los patrones de conducta corruptos, podemos considerar varios determinantes. Dicho de otro modo, algunos de los determinantes del comportamiento corrupto criminal son fuerzas, motivaciones, tendencias e impulsos que operan en busca del beneficio propio. Las raíces etiológicas de los delitos de cuello blanco se hallan, en parte, en el interior del propio individuo, que es guiado por una doctrina filosófica hedonista que nada mas busca el placer propio, sin tomar en cuenta el mal que causa a los demás. No obstante, es importante mencionar que además de las fuerzas intrínsecas y motivacionales que impulsan la corrupción, la misma no deja de ser una conducta, que de acuerdo a otros modelos teóricos que rechazan los métodos introspectivos, como todas las conductas, la corrupción es aprendida, en la mayoría basado en la observación e imitación del comportamiento

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