Ensayo el arte de las guerras

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Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (UNAH-VS)

Asignatura: Mercadotecnia I

Sección: 1700

Catedrático: Alejandra Vallecillo Pavón

Alumno: Éver Eduardo Alas Serrano

Fecha: sábado 30 de marzo de 2019

El arte de las guerras

Frase que impacta y a la vez es mi mismo sentir, pensar y actuar es “la mejor victoria es vencer sin combatir” asimilando mi frase “No es necesario hacer rivalidad, hay que dejar que se ahorquen solos” vivimos en un mundo donde las luchas son un fuerte pulimiento humano y que pocos a veces desmayamos.

Las venganzas son el complemento preferido de este mundo, donde el bien y el mal es la confabulación de la especie para valorar o desvalorizar la vida.

Se me rompe el alma cuando habla que un país se empobrezca por inversión en materia de armas, porque todo buen hondureño sabemos la realidad que describe este párrafo, que ironía e impotencia es ver a causa de haber inmensa inversión en fuerzas armadas, lo demás perece que es inmensamente importante más que un armamento, un hospital para una sede de mayor crecimiento donde los medicamentos son escasos y no hay ni empleo para poder acceder a ellos, triste mi Honduras caída en la ambición del poder en manipulación de apoyo a la corrupción para beneficios de gente mediocre que no tiene provecho para la sociedad.

“Nunca se debe atacar por cólera y con prisa” resulta que si un ser humano agiliza su batalla tiene las probabilidades de perder o cansar su objetivo, todo propósito debe ser planificado y dado a su medido tiempo, ejecutar la acción en el momento en el que menos podemos pensar en ello, y de una forma sabia, pacífica, ya que “la carrera trae cansancio”

“Si no puedes ser fuerte, pero tampoco sabes ser débil, serás derrotado” tener un equilibrio es una ley de la vida, para saber sus apariencias y reconocer cuando saber utilizar cada una de ellas en el momento adecuado, ya que si nos enfocamos ser fuertes en una circunstancia débil no sabremos cómo combatir un momento nostálgico con tantas fortalezas; debemos conocer su punto de equilibrio, porque si no sedemos a ciertas ambivalencias, nuestro presente pueda ser muy incierto y confuso.

Cuando el capítulo 6 relata al principio del párrafo quien llega primero la lucha es el vencedor, muy interesante el dato, puedo meditar que es una responsabilidad en momentos duros, que no importa la carga y ser perseverante y dejar primicias a desarrollar será siempre un éxito mientras los que llegan después, típico de jóvenes o gente adulta dejar todo en instante de presentar cualquier proyección y la verdad que es una tensión inmensa que hace perder fuerza y fortaleza que hace tomar decisiones incoherentes hasta correr el riesgo de tener un fracaso y puede reflejar que sea continúo si no hay diferencias en la agilidad del trabajo que pueda estar pasando.

Cuando el adversario llega a nuestro territorio no debemos porque actuar de una manera estrepitosa,

ya que, si eso sucede, estamos dando lugar al enemigo para que derribe nuestra muralla y dando el lugar para debilitar nuestra fortaleza, por esa simple razón hay que tener cerca al enemigo y saber estudiar su estrategia que pueda ser tan engañosa y peligrosa, pero es mejor tener la confidencialidad para saber atacar en el momento adecuado.

Tener un ejército completo es tener una batalla con más probabilidades ser gloriosa mientras que un ejército falta de recurso pueda ser un riesgo para enfrentar una guerra o una rivalidad ya que corre el riesgo que pueda ser estrangulada, a sólo que estudie silenciosamente al enemigo y atacar su parte débil pueda tener un pequeño porcentaje de que eso pueda suceder dentro del terreno de una lucha que se pueda dar en ambas parte, como un ejemplo bíblico muy reflectivo tenemos en la biblia es acerca de la lucha que tuvo David con Goliat, a pesar que el siervo tenía las vestimentas muy tristes u opacadas y mientras que el gran Goliat estaba preparada para combatir (según como lo relata, un hombre fuerte, con la herramienta de combate para derribar a su oponente , con su armamento a una pelea) un gran gigante con las ansias para derrotar un menor que él, pero lastimosamente no fue como las apariencias lo mostraba, a pesar que David con una herramienta mínima (hondía) pudo estudiar la estrategia de Goliat y poder vencer. Entonces si nosotros estudiamos a nuestros enemigos y no caemos en su guerra las probabilidades de que nosotros salgamos victoriosos es muy cercana.

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