Ensayo sobre Los Fraudes Contables - Caso Toshiba

Los Fraudes Contables: Caso Toshiba

Pierre  Ramírez Chopitea.

Ya no es nada novedoso encontrarse con noticias concernientes al tema del fraude contable, ya sea en empresas privadas o públicas, grandes o pequeñas, nacionales o internacionales; donde básicamente se encuentran irregularidades en los estados financieros, de manera especial y más común, incrementando los ingresos o no considerando ciertos gastos, con el único fin de verse atractivos en el mercado, dado el supuesto cumplimiento de objetivos; lo cual trae consigo la duda y la desconfianza frente a los posibles inversionistas; y generando información no veraz, lo cual lleva a los accionistas a tomar decisiones incorrectas, inclusive llegando a tener repercusiones globales, como tal es el caso del conocido fraude contable millonario de la empresa Toshiba. En el presente ensayo se pretende mostrar y evidenciar de qué manera realizó Toshiba dicho fraude y como esta se relaciona con diversos aspectos de la contabilidad, sugiriendo algunas recomendaciones. Se empezará definiendo lo que es el fraude, en especial el fraude contable, relacionándolo con la ética y con las normas contables vigentes; luego se hablará de los responsables en la elaboración de información financiera, seguidamente se explicará el porque los gerentes o directivos hacen uso de esta mala práctica. Finalmente se tomará como ejemplo a la empresa Toshiba vinculándolo con los temas ya mencionados.

A pesar de que el fraude no es un tema nuevo en estos tiempos, ha tomado mucha mayor importancia y preocupación el fraude del tipo contable en las empresas. Para la Real Academia Española (RAE) específicamente para el diccionario de la lengua española, fraude es “acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona contra quien se comete”. Para Ramírez y Reina (2013) el fraude contable consiste en la alteración de los estados financieros mediante la manipulación de los activos y pasivos, la inflación de los ingresos y la sobre estimación de gastos. Nada de lo anteriormente expuesto es ético y su realización busca en parte el beneficio personal y el reconocimiento por la correcta gestión aparente ante los accionistas.

Lo ideal en una empresa es contar con personal altamente ético, que genere confianza entre los mismos colaboradores; y siguiendo con la parte contable, que la información financiera sea confiable, veraz; es decir conlleve a los accionistas a tomar correctas decisiones. Ochoa, Zamarra y Guevara (2011) sugieren que el personal, en los diferentes niveles de la organización, no solo demuestren un gran nivel operativo en sus diversas áreas sino que tengan un gran nivel de ética, esto es hacer un correcto uso de los recursos económicos de la empresa; y que la información esté debidamente presentada, cuando de hablar de contaduría y auditoría se trata. Molina (2015) afirma que si los altos directivos en una empresa tienen gran nivel ético, el acto de fraude disminuyera notablemente. Si bien es cierto lo ético es importante, el conocimiento práctico de las normas contables también lo es.

Los estados financieros en casi todo el mundo obedecen a principios y normas contables, cuyo objetivo es presentar la información de manera adecuada y que pueda ser entendido por todos. Para Ochoa et al. (2011) dados muchos casos de fraude en el mundo, ha traído consigo la emisión de nuevas normas internacionales cuyo objetivo es realizar una mejor auditoría y poder evitar y detectar fraudes; toda vez que el personal de una organización o empresa, no solamente tenga conocimiento, sino que esté debidamente capacitado para llevarlo a la acción. Para Rejón (2016) los estados financieros deben cumplir con la información mínima necesaria exigida por el plan general contable (PGC), mostrando especial atención en mencionar las transacciones y eventos de mayor relevancia. Stickney, Weil, Schipper, Francis y Avolio (2012) sugieren que para las empresas que cotizan en bolsa, la presentación de sus estados financieros debe guiarse por los principios de contabilidad generalmente aceptados (PCGA). Es importante mencionar quienes son los únicos responsable de la elaboración y presentación de los informes financieros, por lo que ante cualquier irregularidad o fraude detectado, ellos serán los primeros en ser cuestionados.

En la presentación de información financiera, la responsabilidad es del gerente general, que debe contar con ciertas competencias. La responsabilidad de la elaboración y presentación de los estados financieros es exclusiva de la gerencia general de la empresa, y tiene como objetivo mostrar información financiera confiable a los accionistas, acreedores, directivos, organismos reguladores, colaboradores y posibles inversionistas (Stickney et al., 2012). Por su parte Rejón (2015) aconseja, que para que se dé una información de calidad,  las personas responsables de la elaboración deberían tener la carrera de contador, el cual se acredite con su respectivo grado de colegiatura. Esto es reforzado por (Ochoa et al., 2011) quien sugiere contar con profesionales con grandes conocimientos contables en puestos clave como los gerenciales y de auditoría. Si hay carencias de conocimiento contables o desconocimiento profundo de las normas contables, es muy difícil detectar un fraude y mayor aun cuando la directiva o la gerencia general tienen que ver con esta mala práctica.

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