Historia de la Educación

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INTRODUCCIÓN

La historia nos da cuenta científicamente de que existimos, de manera individual y colectiva, viendo los hechos históricos que marcaron el desarrollo de la humanidad, del paso del barbarismo a la civilización, del medio evo a la ilustración, al humanismo, a la modernidad.

DESARROLLO

La historia nos permite tener evidencia del pasado, qué pasó antes para poder corregir y superar obstáculos, perfeccionar técnicas y abrir la consciencia de nuestro paso en la humanidad, que dejamos huella y podemos aportar algo a la humanidad, en el ámbito que sea, quedando en el área educativa – histórica nuestro aporte, pues eso se convertirá en enseñanza, sea en la cocina de nuestra casa, a hijos, nietos; un descubrimiento científico, divulgado en revistas, foros, libros y demás; una técnica de estudio aportada a nuestros alumnos… cualquier pequeño acto se convierte en acto pasado y permite el paso de la historia y su aspecto de enseñanza a los demás.

La Historia como ciencia social registra los hechos del pasado a través de una sistematización de su indagación, interpretación, descripción, relaciones de causa y efecto. Los historiadores han enmarcado los acontecimientos históricos de acuerdo tendencia o perspectivas que se siguieron en una época, así vemos el Idealismo, el cual pretende implantar que la idea da hechos, la razón es lo único que importa, la conciencia; que el destino está marcado ya, que la naturaleza marca al hombre y su vida. El naturalismo. En esta tendencia encontramos autores como Platón, Rousseau, Herder, Kant,

Por otro lado, para el Historicismo el hombre existe de acuerdo a lo que marca la historia, “lo que el hombre es lo experimenta solo a través de su historia”, dice Wilhelm Dilthey. Asimismo, hacen una clara distinción entre las ciencias histórico sociales de las ciencias naturales, los valores naturales, sociales, culturales y su papel en las acciones humanas, aquí también entra la educación y su papel como agente desarrollador de conciencias y hacedora de cambios sociales, políticos, económicos, infraestructurales y demás. Autores: Ernest Renan, Karl Werner.

Una tendencia que se contrapone al Idealismo, para el cual todo era razón, es el Materialismo, en la que indican que todo es materia, hasta el pensamiento mismo, pensamos porque existimos materialmente, nuestros cuerpos. En esta corriente como en las otras, se dividió en subcorrientes: materialismo metafísico, para Demócrito y Leucipo, los átomos son los que indican la conformación de todo de acuerdo a su formación y lugar en el espacio, cantidad, posición. El Materialismo metódico, con Thomas Hobbes, para quien lo real es lo que se puede mover, al mismo conocimiento la materia lo mueve. El Materialismo práctico, la búsqueda de placer mueve, la obtención de bienes materiales para estar bien. Y el Materialismo histórico, con Marx como su máximo exponente, este autor indica que la obtención de los bienes materiales, la producción de bienes es lo que mueve a la sociedad; el dueño de los medios de trabajo puede explotar al que no tiene más que su mano de obra para obtener ganancias, un ciclo del que el no dueño nunca sale, mientras el dueño obtiene ganancias sin parar. Aquí también participó Engels, con el Materialismo Dialéctico, decía que el movimiento social, económico, político, cultural, deriva en la lucha entre contrarios, una eterna espiral de luchas que pueden llegar a mejoras, pero siempre tienen la división de clase, la explotación de uno sobre el otro y la desigualdad como eje.

De acuerdo a la Historia y su división de hecho históricos, después de la Edad Media, en donde se tomada a Dios como centro de las ideas y acciones, las revoluciones burguesas en la búsqueda de ganancias y mayor alcance de sus ideales, llegaron al Renacimiento, que vino a ser todo lo contrario, se reivindicó la idea del humano como centro del movimiento y las ciencias que se enfocaban en su estudio en todos los ámbitos surgieron.

A través del establecimiento de la burguesía, y sus desigualdades latentes y crecientes, el Estado, el humanismo instauró una explotación civilizada, pago a cambio de trabajo, arte a cambio de dinero, educación pagada para formar a sus dirigentes y seguidores, fieles adoctrinados que implanten su teoría a través del paso del tiempo. Sin embargo, a través de esta explotación disfrazada también se ha tenido que ceder para evitar y apaciguar revoluciones que derroquen este sistema, la educación gratuita y laica, por ejemplo.

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