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IMPORTANCIA DE LA LECTURA DE RIGOBERTO LASSO TISCARENO.


Enviado por   •  4 de Junio de 2013  •  Tesis  •  5.178 Palabras (21 Páginas)  •  3.722 Visitas

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IMPORTANCIA DE LA LECTURA DE RIGOBERTO LASSO TISCARENO.

El autor hace referencia sobre LA IMPORTANCIA DE LA LECTURA, y como algunos autores tienen que hacer informe de títulos atractivos para que el lector se pueda interesar en el texto, tal es el caso del filósofo español José Ortega y Gasset, que tiene que poner el título a su libro Psicología del hombre interesante, este argumenta sobre el encanto del amor, sin embargo el título del ensayo nada trata, pero el lector atraído por la perspectiva de ser un hombre interesante, queda atrapado, y ya adquirido el libro, tiene que conformarse con las especificaciones del autor sobre el amor, el autor tiene que acudir a esta práctica ya que es la forma de promover la lectura y un pretexto para despertar el deseo de leer.

Actualmente la mayoría de los habitantes adultos del país saben leer y escribir. Eso da una cifra de decenas de millones de personas, tan solo en educación superior existen actualmente casi dos millones de estudiantes. Sin embargo los tirajes de las principales publicaciones son de unos cuantos miles de ejemplares, ya que ni periódicos, ni revistas, mucho menos libros se editan en un número de ejemplares cercano al de los millones de mexicanos que saben leer y escribir. Se estima que unos doce millones de personas en el país compran diarios, revistas, fotonovelas o historietas, en cambio “...hay apenas poco más de medio millón de compradores de libros” y las ediciones de las obras de nuestros autores más consagrados suman unos cuantos miles de ejemplares. Es tal la escasez del número de lectores habituales en el país, que se sabe no llegan a cinco los escritores nacionales que viven de su obra, y ello sucede más por regalías y derechos de las traducciones o adaptaciones a otros géneros artísticos, que por las ventas de sus originales en el interior del país.

Los datos anotados nos dan una precisa idea de que en el país los lectores habituales son una cifra muy reducida. Un lector habitual, es aquel que tiene la costumbre de leer un texto más o menos largo, de páginas completas, en lugar de las frases elementales, donde no hay espacio para profundizar en las ideas, en la información o naturaleza de los personajes. Como acertadamente afirma Felipe Garrido: Quien está tan acostumbrado a leer sólo fotonovelas, historietas y otras publicaciones por el estilo, no podría leer textos más extensos y complicados, ya que nunca ha aprendido a leer. Se pregunta este autor ¿Quiénes un lector auténtico? El que lee por voluntad propia, porque sabe que leyendo puede encontrar respuestas a sus necesidades de información, de capacitación, de formación; que la lectura es una parte importante de la vida, que es una fuente de experiencias, emociones y afectos; que puede consolarnos, darnos energías, inspirarnos, se ha descubierto el enorme poder de evocación que tiene la lectura. Que alguien lea por puro gusto o por placer de leer, es la prueba definitiva de que realmente es un buen lector y que tiene la afición de leer.

La mayoría de profesores y estudiantes se limitan a consultar sus libros de texto, lo que hace que lean por obligación, que leen mal, no adquiriendo el hábito y el placer de la lectura sin comprender adecuadamente lo que leen a pesar de su alta escolaridad En consecuencia, no conocen una de las principales aportaciones de la lectura: abrir nuevos horizontes.

La educación por el hábito a la lectura empieza en el hogar la mayoría de los niños no tienen libros ni revistas en su casa, la mayoría no están acostumbrados a ver leer a sus padres y en el mejor de los casos y esporádicamente solo se lee el periódico, en consecuencia no existe la sana costumbre de la lectura. Los educadores y los sociólogos han demostrado que a mayor nivel de ingreso familiar, mayor nivel de capital cultural con frecuencia, mayor nivel de escolaridad, no es que se lleve a cabo esta ley de manera forzosa ya que muchos de nuestros estudiantes universitarios son la primera generación de su familia que accede a educación superior y, en consecuencia no tienen la práctica de leer, independientemente de su capacidad económica, ya que al iniciar una carrera universitaria lo hacen en condiciones muy desventajosas no teniendo un acervo cultural lo cual hace difícil de heredar son los llamados los huérfanos de la lectura. El esfuerzo que deben realizar en relación a condiscípulos más afortunados, es adicional a la de los requerimientos de la carrera que seleccionaron. A marchas forzadas deberán, si son conscientes de sus carencias, incorporar las lecturas que no heredaron. Entonces no solamente necesitarán leer sus libros de texto, sino cursar otros géneros de literatura que les habilite para el ejercicio profesional en mercados de trabajo cada vez más competidos.

Estudios serios sobre el desempeño profesional revelan que los profesionales más exitosos, son aquellos que en su ejercicio tienen una alta capacidad de comunicación oral y escrita. Es lamentable saber que pocos estudiantes llegan a leer bien, inclusive sus libros de texto. Muchos pueden repetir oraciones largas de sus libros de texto, memorizar párrafos completos y repetirlos literalmente, pero pocos pueden comprender y sentir lo que leen. El leer correctamente es más que simplemente recorrer con los ojos las palabras de un texto; es establecer un vínculo con el texto que involucra al lector intelectual y emocionalmente; es desarrollar la facultad de comprender y sentir plenamente un escrito, capacidad que se desarrolla a medida que se frecuenta y ejercita la habilidad intelectual de leer, que es algo mucho más complejo que la sencilla alfabetización. El aprender a leer solo se consigue leyendo. No hay otra vía. En la actualidad nuestros jóvenes tienen una cultura muy ajena a los caminos que conducen a los placeres de la lectura. Pasaron usualmente de una infancia de adicción a la televisión, a una adolescencia adicta a la computadora; arribaron a la juventud sin intervenciones de materiales impresos seleccionados por voluntad propia, sus formaciones están conformadas por imágenes, se nutrieron en las pantallas y son, para decirlo en términos de la física, nutrientes de dos dimensiones, planas y chatas, así lo describe el escritor chihuahuense Jesús Gardea, la realidad es que la lectura es una práctica activa, dinámica, implica poner en juego la atención, la capacidad de concentración, liberar la mente de otras preocupaciones y sumergirse en un mundo de desarrollo de la imaginación, de despertar la capacidad de fantasía para trasladarse a otros tiempos y a otros lugares. En una palabra, facilitan el desarrollo de las facultades intelectuales, las emociones y la imaginación. La sensibilidad, igual que las habilidades o las destrezas también se educa y se refina. Por otra parte-

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