LA CONVIVENCIA EN EL AULA
payochas29 de Junio de 2015
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Resumen
La educación para la convivencia se está convirtiendo en una tarea prioritaria para muchos centros educativos, en la medida que se ven desbordados por elevados niveles de conflictividad en sus aulas. Por ello, se analizará brevemente, el papel de que cada uno de los agentes involucrados en la educación; de igual forma es necesario que los profesores se preparen con nuevos métodos y técnicas para abordar el problema, así como de un modo global y preventivo. Conocer y tener conciencia acerca de las posibles causas de los problemas y algunas acciones para prevenir y disminuir los conflictos que se puedan generar en el aula ayudando su desempeño fuera del salón.
La educación para la convivencia constituye un contenido, o un grupo de contenidos de tipo actitudinal que debe ser objeto de enseñanza, aprendizaje y evaluación.
Palabras clave:
Convivencia, contexto, agentes educativos, propuestas, conflictos.
Introducción
La nueva concepción de la educación que se ha ido abriendo paso en las últimas décadas, pone el acento en otro tipo de contenidos de carácter más formativo, como el aprendizaje de pautas de convivencia, normas, valores, actitudes, creencias, el desarrollo de la capacidad de juicio, desarrollo de la capacidad crítica, mejora del autocontrol, etc. Este tipo de contenidos se consideran básicos para la formación integral de la persona y, por lo tanto, deben formar parte del currículo escolar.
La escuela, debería organizarse anticipando una mejor sociedad, ayudando a las personas, susceptibles de ser educadas, a reconsiderar sus prácticas y las representaciones que elaboren del mundo que las ha tocado vivir. Así es una institución en el cual se considera un espacio en el que el profesorado y el alumnado establecen relaciones que, con todos los problemas que conlleva, implica, participar, discrepar, disentir, transformar.
En este texto, se ensayará sobre ciertos agentes educativos que intervienen para lograr una mejor convivencia tanto en lo escolar como en la sociedad ;la importancia de dicha convivencia de los alumnos en las aulas y los que intervienen en ellas para lograrla y conseguir una convivencia mejor, para la escuela, para el logro de convivencia entre alumnos , maestros y otros actores con el fin de integrarlos a la convivencia haciendo más amplia la socialización entre ellos como el trabajo colectivo asiéndolo más fácil compartiendo metas y objetivos mismas dentro la misma.
Durante el contenido se abordará un breve recorrido por los diferentes protagonistas de la educación y un análisis sobre la situación, las perspectivas y claves que se utilizan para acercarse al tema. La percepción, en general, del profesorado, de los padres y madres y del alumnado, sobre la convivencia en los centros escolares, es que la situación, todavía, no ha llegado a los índices de gravedad.
LA CONVIVENCIA EN EL AULA
Existen aspectos que quebrantan en el desarrollo de las acciones necesarias que permitan alcanzar el propósito, buscando una convivencia escolar estable, que posibilite acompañar el crecimiento de los niños adolescentes y jóvenes, ya que en las escuelas se busca una “organización e interacción permanente entre sus miembros (Díaz, 2013)”, y con esa idea se tratan de hacer sujetos de derecho y responsabilidad. Sin embargo, la experiencia de muchas instituciones educativas, ha demostrado que la implementación del sistema de integración no es fácil ni sencillo y por eso queda olvidado o desatendido. Es interesante exponer y desarrollar en este trabajo algunas reflexiones y propuestas sobre la socialización escolar como parte de una construcción cotidiana, reconociendo que es una tarea compleja, pero necesaria y posible, que se constituye en una rica y valiosa experiencia educativa, dado que el aula y la escuela son los primeros espacios públicos de participación de las jóvenes generaciones.
Características del alumnado
El comportamiento es un problema difícil de comprender, de controlar y aún más de predecir. De acuerdo a lo anteriormente expresado, “La finalidad fundamental y básica cuando se trabaja de manera cooperativa en la escuela ( (Melero, 2015, p. 39)” que suelen darse en un aula a través de las aportaciones y reflexiones compartidas de todas y todos. Por eso es conveniente considerar que, en los espacios educativos, la convivencia ha sufrido un cambio, en cuanto la demanda de autoridad que se tiene en el aula y las escuelas: en todo caso, es una trama de relaciones al interior de cualquier aula, resultante de distintos aspectos o dimensiones, características, formas de pensar, etc. Como por ejemplo, los gustos y los estilos de liderazgo, los criterios o modos predominantes de tomar las decisiones, el estilo de tratamiento ante situaciones conflictivas, este último, involucra de igual forma al profesor, y algo muy importante por resaltar es, el tipo de contexto familiar del que vienen.
La transferencia de valores y cómo se deben interpretar cuando lo que se aprende y transmite en el ámbito familiar, sin embargo este deber se refuta en la idea en la idea que, “..No corresponde con los valores que se tratan de enseñar en el ámbito escolar”. (Martin, 2004, p.3). No obstante, desde mi punto de vista, es el ámbito familiar donde se determinar qué valores se deben transmitir a los hijos e hijas, y qué prioridad deben de tener en su relación en la sociedad.
Las posibles respuestas ante las situaciones mencionadas son complejas ya que existe una gran diversidad socioescolar, porque se cruzan diversos factores y, en definitiva, traen consigo, manifestaciones preocupantes de crisis y reajustes económicos, sociales, funcionales, culturales, morales, etc Así, según interpretemos las situaciones y las causas, entendemos que los factores están presentes en los comportamientos violentos o no, del alumnado, que enmarca la convivencia escolar como un modo de organización social, pues serán los protagonistas, con sus valores, procedimientos y sobre todo en las relaciones los que enmarquen una buena convivencia.
No obstante, “…no debemos de caer en el error común de considerar que la convivencia escolar va a depender únicamente de las buenas o malas relaciones… (Barrea, 2OO8, p.10)” ya que en el devenir de la convivencia diaria tendremos que tener en cuenta también la calidad de las relaciones que se proceden entre el profesorado del centro, entre el profesorado y el alumnado, y la relación de la familia con sus hijos/as y con el centro. Todos y cada una de las relaciones interpersonales van a jugar un papel determinante en el buen funcionamiento de la convivencia en el aula
Tenemos que tener en cuenta el hecho de que una institución educativa no se encuentra aislada, si no que va a depender de una población concreta, de un contexto determinado y de una sociedad y cultura especificas
Agentes que intervienen en la convivencia en el aula
La convivencia en el aula es preocupación de toda la comunidad educativa, trascendiendo ya a la sociedad en general y siendo el centro de atención de los medios de comunicación. Lo cierto es que las formas de relacionarse entre los principales protagonistas a cambiado y no siempre para mejor. No obstante, y aceptando lo expuesto, podemos comenzar por hacernos la pregunta ¿Quiénes interviene para generar la convivencia queremos en el aula?
Para que el proceso de construcción de una “moral democrática” sea factible y pueda repercutir, posteriormente, en el desarrollo del sujeto protagonista de la ciudadanía, es necesario o al menos deseable, que en la institución escolar, tanto el profesorado como el colectivo de alumnos y alumnas, compartan responsabilidades y autoridad. Esto no significa que exista una relación de absoluta igualdad entre ambos papeles. Lo mismo ocurre en el caso de la familia que desde la perspectiva de la idea que la “…institución que aun ofreciendo casos flagrantes de malcrianza, no se somete al debate público… (Martin, 2004)”, por lo tanto su responsabilidad suele disolverse en la escuela. Sin embargo, los jóvenes que actualmente dimiten de la asunción de una conveniente convivencia tienen padres y madres, los cuales no deben de deslindarse de su responsabilidad, en su totalidad, a la institución escolar, como si ésta fuese la que resolverá todos sus conflictos.
Aun así, la importancia de la familia en la educación y enseñanza de los niños y niñas resulta crucial y no es de recibo trasladar toda la responsabilidad a la institución escolar. No sostengo que la escuela y las familias tengan que estar en frente, sino todo lo contrario: ambas instituciones se necesitan y su colaboración es incuestionable.
Los jóvenes que conviven con la violencia estructural de la sociedad, que están condenados al trabajo cuando lo tienen. Todo influye negativamente en los valores, actitudes y comportamientos de una juventud que en palabras del sociólogo Javier Elzo, citado por José Manuel, menciona que “les falta tiempo para transmitir valores en la sociedad actual (Martin, 2004,p. 13)”, lo que nos deja en claro la importancia que juega el contexto de los alumnos y los grupos en lo que se desenvuelve, como afectan la moral del alumnado.
Causas de una mala convivencia en el aula
Vivimos unos tiempos marcados por la constante crisis de valores, en la medida que la quiebra de los modos
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