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La mujer en el desarrollo social


Enviado por   •  24 de Noviembre de 2021  •  Resúmenes  •  1.820 Palabras (8 Páginas)  •  88 Visitas

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LA MUJER EN EL DESARROLLO SOCIAL

La manufactura significase una oportunidad para la mano de obra femenina sin especializar, esta oferta trascendental y con ella la posibilidad de sustentarse a sí misma debía convertirse en una desventaja para la mujer. Durante todo el período estuvo en cuclillas en su propio cobertizo irrespirable y oscuro surtiendo al mercado mundial por medio de su trabajo manual menospreciado, de artículos de lujo o de bienes de consumo. Las trabajadoras francesas a domicilio luchaban intransigentemente por la disolución de las organizaciones gremiales, cuando finalmente ésta se produjo en 1791, las proletarias prorrumpieron en gritos de júbilo. Veían en ese acontecimiento el primer paso para la liberación económica.

La manufactura se desarrolló entre los siglos XVI y XVIII, la mujer trabajaba en otras ramas de la economía que no le obligaban a una total ausencia de su propio hogar, si no lo tenía prefería ir a servir a la casa de los señores o se refugiaba en un convento, en aquellos países en que el capitalismo había arraigado ya con fuerza, como, por ejemplo, en Inglaterra, Francia y Holanda, la manufactura absorbía cada vez más mujeres. El período manufacturero debe considerarse como un triste capítulo en la historia de la mujer, junto con la clase en formación de los trabajadores asalariados pasó la mujer a otra época que se caracterizó por la triple opresión: privación de derechos en el Estado y en la sociedad, servidumbre y dependencia en la propia familia, explotación sin miramientos por los capitalistas.

Las mujeres de las clases pobres caían cada vez en mayor número en la dependencia económica de los mayoristas, intermediarios y dueños de manufacturas, las honorables esposas de los artesanos, campesinos y comerciantes miraban con altanería extraordinaria a las trabajadoras manufactureras las consideraban desertoras y las comparaban con la hez de la sociedad: las prostitutas, ser chica de taller era no sólo una desgracia, sino también una gran vergüenza, las mujeres que acudían a los talleres pertenecían a la clase de esclavas asalariadas al servicio del capital, por lo tanto a aquel proletariado despreciado por el mundo burgués

La mujer que se veía obligada a vender su fuerza de trabajo y con ello caía en las ganas del capital no era todavía un fenómeno corriente. Esas mujeres no dejaban de esperar que algún día pudieran reincorporarse a la vida normal y, como sus contemporáneos, dirigirían en la forma tradicional su propia casa y hacienda; La falta de derechos en la familia y en la sociedad se unía ahora también el dominio arbitrario del empresario capitalista, así se iban creando simultáneamente las condiciones para la liberación definitiva de la mujer, ahora comenzaba para ella una nueva era histórica y su destino estaba indisolublemente ligado a la clase trabajadora, su trabajo infravalorado hasta el momento conseguía nueva consideración para la economía del pueblo.

La mujer, a pesar de su trabajo relativamente duro, no era un miembro útil a los ojos del Estado y de la sociedad, porque en efecto servía con su trabajo solamente a su propia familia. En el campo todavía sucede que solamente cuenta el trabajo del señor que manda en la casa, mientras se pasa por alto el de los miembros particulares de la familia, esto no significa otra cosa sino que se considera a la familia en conjunto como una unidad económica indivisible.

La época de la manufactura y del capital que va desarrollándose no condujo a la liberación de la mujer, sino a todo lo contrario: a renovada opresión bajo el trabajo asalariado al servicio del capital, los trabajadores a domicilio estaban obligados a esforzarse mucho más que los artesanos para conseguir tan sólo un nivel mínimo de vida y ciertamente porque tenían que ceder una parte de la renta de su trabajo a su mayorista, el artesano lo entregaba directamente a quien se lo había encargado, y por eso la plusvalía quedaba en su beneficio. El contacto entre el trabajador a domicilio y el mercado de consumo estaba a cargo de un intermediario, el mayorista, con el desarrollo del comercio creció cada vez más, por razones puramente geográficas, la distancia entre productores y mercado de consumo y en consecuencia aumentó la importancia del intermediario, mayorista y comerciante.

Cuanto más se aceleraba ese proceso de empobrecimiento mayor era su explotación y por último todos los que pertenecían a la familia de esos campesinos y artesanos arruinados recurrían al mercado libre del mercado de trabajo asalariado, se aprovechaban de las circunstancias, los primeros fabricantes y empresarios de las empresas manufactureras. La inicial acumulación de capital se aproximaba a su perfección en rápida carrera y la humanidad entró en el sistema de producción del gran capital y el mundo tomó un aspecto distinto; las ciudades habían sustituido desde hacía mucho tiempo, como centros de comercio y producción, a los castillos de los caballeros situados en sitios apartados; los príncipes y condes, siempre reñidos entre sí, tenían que someterse a un monarca absoluto y los pueblos se encadenaban juntos para formar naciones, hace menos de un siglo la humanidad no conocía en absoluto las leyes que dirigen el desarrollo económico y muchos países que se habían retrasado se hacían la ilusión de que podrían marchar por sus propios caminos.

El telar mecánico, la máquina de medias de punto, la cardadora de lana y otros innumerables inventos se siguieron uno a otro y apoyaron notablemente desde finales del siglo XVIII el desenvolvimiento de la producción industrial; El perfeccionamiento

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