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La transición democrática en España y Portugal

crustoEnsayo12 de Diciembre de 2017

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La transición democrática en España y Portugal

Historia del mundo actual[pic 1]

Carlos Cano Alcantarilla

Abstract

Este trabajo es un estudio de la transición de Portugal y España hacía la democracia en los años setenta. Evidentemente, para ello se abordará los últimos años de las dictaduras, así como el contexto internacional y su influencia en ambas naciones.

El objetivo de este trabajo es mostrar de una forma clara y concisa cuales son los factores que determinaron esta transición de la dictadura a la democracia en ambos países. Además, se establecerán las similitudes y diferencias entre ambos países y la influencia que ejercieron los sucesos de un país sobre el otro.

Palabras Clave

Dictadura / Democracia / Portugal / España / Guerra Fría.

         

Índice.

1.        El mundo antes de 1970.        1

2.        Evolución de las dictaduras peninsulares.        3

2.1.        Portugal 1933-1968.        3

2.2.        España 1939-1968.        5

3.        El mundo en la nueva década.        5

4.        Portugal 1970-1976.        6

4.1.        Fin de la dictadura, 1968-1974.        6

4.2.        Transición, 1974-1976.        8

5.        España 1968-1982.        9

5.1.        Final de la dictadura, 1968-1975.        9

5.2.        Transición, 1975-1982.        11

6.        Relaciones, similitudes y diferencias en la evolución de Portugal y España.        12

7.        Bibliografía.        12

  1. El mundo antes de 1970.

El mundo se reorganiza a nivel económico, político, social y militar tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. El fin de la hegemonía europea, la aparición de dos polos de poder, una expansión económica mundial sin precedentes y la independencia de las colonias son los principales factores que determinan la evolución del mundo en este período.

En el ámbito político observamos que la hegemonía europea del mundo ha sido sustituida por la aparición de dos polos de poder enfrentados en todos los ámbitos: el polo comunista, encabezado por la URSS, y el polo capitalista, encabezado por EEUU.

La pérdida de la hegemonía europea se debe a la destrucción causada en el continente por las dos guerras mundiales y su imposibilidad para mantener el imperio colonial. Esta pérdida del imperio colonial se produce en dos períodos principalmente, entre 1946 y 1948 cuando se independizan principalmente países de Asía y entre 1955 y 1965 cuando se independizan principalmente países de África. Estas independencias son apoyadas por las dos superpotencias que ven una oportunidad para ocupar el vacío de poder que ha dejado Europa en ambos continentes.

Las dos superpotencias, tras la Segunda Guerra Mundial, establecen su esfera de influencia haciendo que los países que se encuentran dentro de esa esfera adopten su modelo económico y político mediante ayudas económicas y presiones políticas.

La URSS, en el ámbito europeo, ejerce su área de influencia en la zona este, en las zonas liberadas por el ejército rojo principalmente, mediante presión política y económica a los países y recurriendo si es necesario a la fuerza militar. Además, la URSS servirá de fuente de apoyo a todos los partidos comunistas del mundo, que apoyen su modelo de país como referencia, proporcionando todo tipo de ayudas: subvenciones, armamento, asilo…

Los EEUU, en el ámbito europeo, ejerce su zona de influencia en la zona occidental y zonas del este como Grecia y Turquía. EEUU iniciará un ambicioso plan de ayuda económico a los países occidentales conocido como Plan Marshall. El objetivo de este plan es ayudar económicamente a Europa para evitar que el malestar y la precaria situación de la población de postguerra se convierta en un caldo de cultivo para el comunismo y lastre el avance económico estadounidense. Además, EEUU apoyará a todo tipo de gobiernos o movimientos que luchen contra el comunismo mediante todo tipo de ayudas: subvenciones, armamento, asilo…

En cuanto al ámbito económico entre 1950 y 1970 el mundo experimenta la mayor expansión económica y tecnológica de la historia. Esta expansión se da en ambos polos, si bien en la primera década tuvo mayor crecimiento el bloque comunista y en la segunda el bloque capitalista. Esta expansión, en occidente, se hace bajo una reconversión del sistema capitalista que ahora aceptará cierta intervención y planificación estatal, en base a las ideas de Keynes, para crear un estado de bienestar que impida el ascenso del comunismo o los fascismos.

Este desarrollo económico ha repercutido en dos ámbitos, por un lado, EEUU ha transmitido su modelo económico a una Europa que ha recuperado cierta independencia con el desarrollo económico. Por otro lado, las fuerzas políticas de izquierdas han dejado de cuestionar el capitalismo ya que consideran que sus reivindicaciones, pleno empleo, mejora salarial y libertades sociales, se pueden conseguir bajo la democracia liberal. Sin embargo, los partidos comunistas siguen manteniéndose en su mayoría contrarios al capitalismo a pesar de que se empiecen a asentar las bases del eurocomunismo a finales de la década de los sesenta.

En lo referente al ámbito social podemos ver como la expansión económica, junto con la aceptación del capitalismo por parte de un gran espectro político de la izquierda, ha propiciado una gran estabilidad social a los países del bloque capitalista. Es decir, se ha producido un pacto social basado en el estado de bienestar en el cual no hay grandes movilizaciones obreras. Esta estabilidad social empezará a desaparecer a finales de la década de los sesenta con sucesos como los ocurridos en el 1968 en países como México o Francia.

En el ámbito militar cabría destacar que la aparición de dos polos de poder enfrentados ha conllevado un amplio desarrollo militar por parte de ambos. Este desarrollo ha implicado el temor a la posible destrucción mundial ante el gran arsenal nuclear de ambas potencias. Debido a esto, tras la crisis de los misiles de Cuba, ambas superpotencias firman un tratado para eliminar parte de las tensiones entre ambos países y evitar la guerra directa.

En conclusión, observamos como con el final de la Segunda Guerra Mundial surge un mundo caracterizado por dos bloques de poder enfrentados entre sí que tratarán de expandirse por todo el mundo y que contarán hasta finales de los sesenta con un gran crecimiento económico.

  1. Evolución de las dictaduras peninsulares.

  1. Portugal 1933-1968.

La dictadura portuguesa se inicia en 1926 bajo un gobierno militar, pero en 1933 es aprobada una constitución por referéndum nacional. Bajo el gobierno militar, Salazar ocupa la cartera económica y consigue ciertas mejoras de la situación económica que lo harán gozar de gran popularidad. Es tras la aprobación de la nueva constitución en 1933 cuando Salazar se haría con el poder de Portugal.

El comienzo de la dictadura portuguesa se encuadra dentro del período de los ascensos de los fascismos en Europa, esto es debido a las graves condiciones tras la Primera Guerra Mundial que se agudizan tras la crisis del 29.

La dictadura portuguesa se mantuvo neutral a lo largo de la Segunda Guerra Mundial y medió en cierta medida la no intervención de España en ella, puesto que si lo hiciera podría poner a Portugal en peligro. Su neutralidad en la guerra y su lucha anticomunista haría que Portugal pasará a ser un país reconocido por las potencias del bloque capitalista. De esta forma, el país pasará a formar parte de la ONU y la OTAN, habiendo bases militares de esta en territorio portugués, y se beneficiará de las ayudas del Plan Marshall para reforzar la dictadura y evitar cualquier posible caída del gobierno.

Portugal tendrá gran apoyo del bloque capitalista y una gran estabilidad hasta la década de los sesenta. A partir de esta década el país comienza a sufrir cierta inestabilidad, que iría aumentando, a causa de las fuerzas de la oposición, entre las cuales destaca el PCP, y a que en esta década se inicia el segundo periodo de descolonizador que afecta principalmente a África y con ello a las colonias portuguesas. Evidentemente, la dictadura se negó a la independencia de sus colonias y para evitar la independencia mantuvo un ejército de 120.000 hombres los cuales debían de pasar un período de tiempo en las colonias al entrar al ejército. Esta situación provoco un largo conflicto entre la metrópolis y las colonias.

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