Las Teorías Administrativas y su Aplicabilidad a las Realidades de las Sociedades Actuales

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Las Teorías Administrativas y su Aplicabilidad a las Realidades de las Sociedades Actuales

Elaborado por:

Melany Loreiny Molina Perez y Alexis García Torres

Modulo: Teorías y Modelos Administrativos

Docente: Roberto Daza Suarez

Universidad Popular del Cesar

Durante el desarrollo de la humanidad y la sociedad han surgido diversas teorías y enfoques administrativos que le han dado respuesta a las necesidades presentes en cada época, permitiendo así, la búsqueda de la mejora continua de las organizaciones y por ende al desarrollo de las sociedades. Teorías y enfoques que en la actualidad siguen teniendo aplicabilidad en el desarrollo de los diferentes procesos administrativos, permitiendo a las organizaciones ser sostenibles y competitivas.

En esta oportunidad se analiza, describen y asocian en primer lugar La teoría contingencial a lo que está ocurriendo con la pandemia originada por el virus COVID-19, en segundo lugar, la teoría conductista con el comportamiento colectivo social en Colombia y Valledupar, en tercer lugar, como la tecnología y la teoría de sistema permeo el modus vivendi y por ultimo como podemos generar acciones positivas a través de la instrumentalización de las diferentes teorías de la administración que han surgido a través de la evolución de la sociedad.

En la década de 1970 surge la teoría contingencial, originándose con las investigaciones de Chandler, Woodward, Burns y Stalker, y Lawrence y Lorsch, quienes procuraban explicar que no hay nada absoluto todo es relativo en los principios de la organización y dependen de las condiciones a las que está se enfrentan, es evidente como la teoría se relaciona con la comunicación, puesto que, se deben llegar a acuerdos entre los miembros de la organización para desarrollar estrategias que le permitan adaptarse a las condiciones del ambiente y cumplir sus objetivos como empresa.

A finales del año 2019 y en el transcurso de los 11 meses del año 2020, la sociedad ha experimentado como consecuencia de la pandemia ocasionada por el virus COVID-19 situaciones de incertidumbre que demuestran que no hay nada absoluto, todo es relativo, las estrategias que han diseñado los países en conjunto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el diagnóstico, tratamiento y prevención del virus están basadas en el conocimiento empírico que se ha generado durante el proceso de atención y evolución de la enfermedad y no a teorías preexistentes.

 Lo anterior permite evidenciar la aplicabilidad de la teoría contingencial en el desarrollo y evolución de la pandemia vivida en la actualidad, puesto que vemos cómo la sociedad y las organizaciones han tenido que dar respuesta a un ambiente no planificado, relativo y cambiante, siendo dependiente de este y que exige el análisis de las características ambientales para la creación de estrategias que busquen la adaptación a esta nueva realidad.

Por otro lado, la teoría conductista de la administración con sus principales autores, Alexander Simon, Douglas McGregor, Abraham Maslow, Frederick Herzberg, David McClelland, sostuvieron que el concepto de "hombre que se autorrealiza" explicaba de una manera más exacta la motivación del hombre, considerando que la administración debe adaptase a las necesidades de los individuos que integran la empresa y sus motivaciones, ya que el factor humano resulta determinante en la empresa. 

Una de las figuras más representativas de este enfoque es el estadounidense Abraham Maslow (1908 -1970), quien consideró que las necesidades son un producto psicológico, instintivo, social y cultural. Señaló que las necesidades humanas se estructuran en una jerarquía, donde la parte superior de ésta incluye necesidades de ego y autorrealización y las necesidades inferiores tienen que ver con la supervivencia, por lo cual tienen que ser satisfechas antes de que se examinen las de nivel superior. El orden de estas necesidades en la jerarquía indicaría a los gerentes las acciones a seguir, satisfaciendo las necesidades en orden ascendente, desde las puramente fisiológicas, hasta las de seguridad, pertenencia, estima, (tanto autoestima como prestigio social) y las necesidades de autorrealización que se encuentran en la cima de la pirámide motivacional (Chiavenato, 2011).

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