Las raíces del pueblo mexicano

Las raíces del pueblo mexicano

Shahar Clemente Handall

En el siguiente ensayo, mi objetivo es abrir los ojos al lector de las impresionantes desigualdades que existen a nivel social, y que peor aún, son tuteladas por la ley con sus respectivas incongruencias; más allá de solo hacerlo notorio, busco proporcionar una solución, para que el día de mañana que seamos profesionistas, podamos modificar la realidad jurídica de las minorías en el estado mexicano.

Cuando una semilla germina, lo primero que hace es generar raíces que soporten su crecimiento: prácticamente, las raíces eran, son y serán la parte fundamental del crecimiento de cualquiera cosa. ¿Qué es lo que sucede con las culturas? Lo mismo.

Todas comienzan a partir de un grupo de nómadas que sienta cabeza en algún lugar y después crea normas de convivencias, creencias generales, y prácticamente su cultura. La cultura misma es aquella que avanza, y más que nada, se desarrolla y se adapta a los nuevos retos que se le presenten.

En el caso del pueblo, especificando la región maya, el reto más grande que enfrentaron fue la conquista española. Nuestra propia gente, nuestros propios ancestros, fueron sometidos, abusados, violentados, se les robó, más que su oro, su cultura: sus dioses y su forma de pensar.

Evolucionamos de un pueblo con cultura indígena a un producto de una cruza indígena - española; la religión, el idioma y algunas cosas de nuestra actual forma de gobierno. Ahora les pregunto, ¿Qué quedó de nuestra cultura maya?

Una minoría. No me dejarán mentir, tanto ustedes como yo, sabemos que las minorías siempre han sido objeto de discriminación. ¿Por qué la cultura maya en nuestra región sería diferente?

La mayoría de las personas hoy en día juran estar orgullosos de ser mexicanos, sin embargo, seguimos utilizando insultos tales como: bajado del cerro, trae el nopalazo, se ve autóctono, esta bien indígena, entre otros.

Estamos olvidando que todos esos insultos son una realidad y no un supuesto de nuestro día a día: todos los mexicanos pertenecemos a ese grupo de “insultos”. Quizás no directamente, pero sí las personas que están presentes el día de hoy hacen una cuenta regresiva e indagan en su árbol genealógico, se van a percatar que al menos tienen un antepasado que tiene el nopalazo.

Los indígenas constituyen sólo el 5 por ciento de la población mundial, sin embargo, los pueblos indígenas son los guardianes esenciales del medio ambiente. Los territorios indígenas tradicionales abarcan el 22 por ciento de la superficie terrestre del mundo, pero el 80 por ciento de la biodiversidad del planeta.

Es extraño ese sentimiento de rabia que nos causa que un extranjero se burle de los mexicanos, pero nosotros mismos discriminamos de una forma impresionante. ¿Qué respeto le puedes pedir al mundo exterior, cuando nosotros mismos rebajamos a nuestra propia gente?

Los pueblos indígenas sufren discriminación en la vida cotidiana y esto se manifiesta en los altos niveles de desempleo, ingresos más bajos que el promedio, nivel de educación inferior y una menor esperanza de vida y de acceso a los servicios de salud. La Declaración tiene por objeto hacer frente a esta realidad.

Algunos organismos internacionales, como el Banco Mundial, incluyen en los resultados de sus estudios en América Latina sobre población indígena, una relación directa entre la pobreza de estos pueblos y factores como su mayor tendencia a vivir en áreas rurales, menores niveles educativos, etcétera.

Incluso esos estudios refieren que un indígena, aunque alcance niveles educativos similares a cualquier otra persona, sus ingresos tienden a ser menores. Se puede tener la certeza de que ese tipo de percepciones (y realidades) han ido evolucionando en la medida en que alcanzamos mayor concientización sobre el tema indígena y el valor de preservar y fomentar las costumbres, tradiciones y otras características que los enriquecen como pueblo.

Datos de la Encuesta sobre Discriminación en la Ciudad de México 2013 refieren que el grupo que presenta mayor discriminación es el indígena, con 93%. El ejercicio también arroja dos acciones que los habitantes de la urbe consideramos fundamentales para erradicar este problema: educación y respeto.

No le voy a echar toda la culpa a los factores sociales, pues así hemos sido educados. ¿Qué pasa con las regulaciones legales?

En el artículo 2º se “regula” la autodeterminación de los pueblos indígenas. Esto quiere decir que les permite seleccionar a sus propias autoridades y formas de coacción al cometer una injusticia.

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