Liderazgo

Resumen #1

Pag: #85-109

(Primer habito)

La <<Proactividad>> definida:

La palabra proactividad es ahora muy común, se trata de un término que no se encuentra en la mayoría de los cuestionarios. Proactividad no solo significa tomar iniciativa. Significa que, como seres humanos, somos responsables de nuestra propia vida. Podemos subordinar los sentimientos a los valores.

La palabra responsabilidad encontramos alusiones a las palabras responder y habilidad: habilidad para elegir la respuesta. Las personas muy proactivas reconocen esas responsabilidad. Su conducta es un producto de su propia elección consciente; se basa en valores, y no es producto de las condiciones ni está fundada en el sentimiento.

Las personas reactivas se ven a menuda afectadas por su ambiente físico. Las personas proactivas llevan consigo su propio clima. Su fuerza impulsiva reside en sus valores, y si en su valor es hacer un buen trabajo, nada se lo impide.

Las personas reactivas se ven afectadas por el ambiente social, cuando se les trata bien, se sienten bien y viceversa. Estas persones construyen su vida emocional entorno a la conducta de otros, se deja llevar por lo que digan, piensen y hagan los demás.

Tomar la iniciativa:

Tomar la iniciativa no se trata de ser insistente, molesto no agresivo. Significa reconocer nuestra responsabilidad de hacer que las cosas sucedan.

Muchas personas esperan que suceda algo o que alguien se haga cargo de ellas. Pero las personas que llegan a ocupar los buenos puestos son las personas proactivas, aquellas que son soluciones para los problemas, y no problemas ellas mismas, que tomen la iniciativa de hacer siempre lo que resulte necesario.

La proactividad forma parte de la naturaleza humana, y, aunque los músculos proactivos puedan encontrarse dormidos, sin duda están en su lugar.

No podemos esperar una gran cooperación creativa de quienes se hallan en una profunda dependencia emocional.

Actué o deje que los demás actúen por usted:

La diferencia entre las personas que toman la iniciativa y las que no lo hacen equivale literalmente al día y la noche.

Crear en nuestra vida el equilibrio de efectividad P/CP requiere iniciativa. Hace falta iniciativa para desarrollar los siete hábitos.

Escuchando nuestro lenguaje:

Dado que nuestras actitudes y conductas fluyen de nuestros paradigmas, si las examinamos utilizando la autoconciencia, a menudo descubrimos en ellas la naturaleza de nuestros mapas subyacentes.

Nuestro lenguaje, por ejemplo, es un indicador muy fiel del grado en que nos vemos como personas proactivas. El lenguaje de las personas reactivas las absuelve de responsabilidad.

<<Ese soy yo. Yo soy así. Eso es todo >>. estoy determinado. No puedo hacer nada al respecto.

Ese lenguaje deriva de un paradigma básico determinista. Y en su espíritu esta transferir la responsabilidad. No soy responsable, no puedo elegir mi respuesta.

Circulo de preocupación/ círculo de influencia:

Otro modo excelente de tomar más conciencia de nuestro propio grado de proactividad consiste en examinar en que invertimos nuestro tiempo y nuestra energía.

Las personas proactivas centran sus esfuerzos en el círculo de influencia. Se dedican a las cosas con respecto a las cuales pueden hacer algo.

Las personas reactivas centran sus esfuerzos en el círculo de preocupación. Su foco se sitúa en los defectos de otras personas, los problemas del medio y en circunstancia sobre las que no tiene ningún control.

Foco proactivo: la energía positiva amplia el círculo de influencia.

Foco reactivo: la energía negativa reduce el círculo de influencia.

Los <<tener>> y los <<ser>>:

El circulo de preocupación está lleno de <<tener>>:

<<M e sentiré contento cuando TENGA casa propia>>

<< Si TUVIERA un jefe que no fuera ten dictador…>>

<<Si ya TUVIERA mi título…>>

<< Si TUVIERA más tiempo para mí..>>

El círculo de la influencia está lleno de <<ser>>: puedo SER más paciente, SER sensato, SER cariñoso. El foco está en el carácter.

Siempre que pensemos que el problema está allí afuera, este pensamiento es el problema.

Hay que aprender que demos empezar por cambiar de adentro hacia afuera.

La otra punta del palo:

Antes de cambiar el rumbo de nuestra vida hay que considerar dos cosas de nuestro círculo de preocupación, las consecuencia y errores.

Somos libres para elegir nuestras acciones pero no para elegir las consecuencias.

Comprometerse y mantener los compromisos:

En este punto encontramos dos modos de tomar de inmediato el control de nuestra vida, podemos hacer una promesa…y mantenerla. O establecer una meta… y trabajar para alcanzarla.

El poder comprometernos con nosotros mismos y de mantener esos compromisos es la esencia del desarrollo de los hábitos básicos de la efectividad

Resumen #2

Pag. 110-164.

(Segundo Hábito)

Empiece con un fin en mente.

Lo que significa <<empezar con un fin en mente>>

Cuando una empieza con un fin en mente, alcanza una perspectiva distinta.

Empezar con un fin en mente es empezar a trabajar en algo ya planeado o sea con un fin ya

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