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Parcial - Doctrina social de la iglesia.

Pao bodaApuntes9 de Octubre de 2016

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PROT/ #  09

3er. Parcial/ 1er. Trimestre 2016

Lunes 28 Marzo

Universidad Católica de Honduras

Justicia, Orden, Paz, Amor y Verdad

Clase de Sociología

        Lic. Rafael Alvarado

La doctrina social de la iglesia

  1. ¿De dónde surge la D.S.I., de dónde toma la Iglesia sus principios?

Hasta ahora hemos visto en sociología los principios generales que nos ayudarán a evaluar la situación nacional. Pero ahora nos hace falta añadir a este estudio los principios que desde la Palabra de Dios deben iluminar nuestra conciencia crítica ante la situación nacional.

¿De dónde surge entonces la D.S.I?

De la misma fuente de la cual los cristianos hemos tomado todos aquellos principios de fe en los cuales creemos, es decir, de la DIIVINA REVELACIÓN.

Bueno, entonces ahora nos preguntamos ¿qué es la Divina revelación?

Todo aquello que Dios nos ha revelado de sí mismo y que es indispensable para la salvación de la persona humana. La mayor revelación de Dios a los hombres es su mismo Hijo, Jesucristo.

Esta D.R. ha llegado hasta nosotros a través de 3 fuentes:

  1. La revelación oral, llamada Tradición.
  2. La revelación escrita, llamada Biblia.
  3. La revelación transmitida oficialmente, llamada Magisterio de la Iglesia, cuya tarea es custodiar, profundizar y difundir la Palabra de Dios.

Tarea:

¿Desde qué año los cristianos contamos con la Biblia?

¿Cuál fue el primer libro del Nuevo Testamento que se puso por escrito?

¿Cuál es el último de los libros del Nuevo Testamento que su puso por escrito?

  1. ¿CUÁLES SON LOS PRINCIPIOS GENERALES DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA?

El “Catecismo de la Iglesia Católica” resume como pilares de la D.S.I. los siguientes (# 160 al 207):

  1. Significado y riqueza en la UNIDAD DE LOS PRINCIPIOS:
  2. El BIEN COMÚN (164 – 170)
  3. El DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES MATERIALES (# 171 – 184)
  4. Principios de SUBSIDIARIEDAD (# 185 – 188)
  5. Principio de PARTICIPACIÓN (189 – 191)
  6. Principio de SOLIDARIDAD (192 – 196)
  7. VALORES FUNDAMENTALES DE LA VIDA SOCIAL (197 – 203): entre ellos la verdad, la libertad, la justicia y la solidaridad.
  8. El principio de LA CARIDAD (204 – 207)

3. EL MENSAJE DE  LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

  1. Principio del SIGNIFICADO Y UNIDAD (160-164)
  1. Los principios de la DSI son permanentes, inamovibles, no cambian con el paso del tiempo. Se adaptan a los tiempos pero no modifican su esencia con el tiempo.
  2.  Estos principios se constituyen en verdaderos puntos de apoyo y fuente de inspiración para toda la estructura de la doctrina social católica y su enseñanza.
  3. Estos principios están íntimamente interrelacionados entre sí y la verdad que articula y enuncia cada uno de ellos solo puede ser interpretada y comprendida a la luz de  los demás principios.
  4. La verdad que enuncian estos principios tienen como fuente la moral cristiana, por tanto, remiten en último término a las verdades de fe contenidas en la Divina Revelación, es decir, la Palabra de Dios.

  1. Principio del “BIEN COMÚN (164-165)

2.1. ¿Qué es el Bien Común? Es el “conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las sociedades y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección”….“es el bien de todos los hombres y de todo hombre”. El bien común es el derecho de toda persona a gozar de todo aquello que le es necesario para su plena autorealización personal.

2.2. Todos tienen derecho a gozar de las condiciones de vida social que resultan de la búsqueda del B.C. (# 167).

Se trata de los “7 vectores de bienestar” es decir lo que favorece que todos contemos con las condiciones necesarias para una vida digna: empleo, salud, vivienda, vestuario, educación, seguridad, alimentación. A los que podemos agregar otros como ocio, acceso a la cultura, transporte público seguro y eficiente, acceso a la información pública y a la internet, tutela de la libertad religiosa, cooperación internacional, etc.

2.3. El bien común es un deber de todos los miembros de la sociedad (# 167).Todos en la sociedad –familia, empresa, estado….– están llamados a procurar el B.C. Y  esto por un principio básico de la antropología: la persona no se realiza sola, ensimismada, necesita “ser con y para los demás”[1], solamente así llega a constituirse plenamente como persona, en comunión con los demás. 

2.4. La promoción del B.C. es una particular obligación del estado. Más aún, la razón de ser de la autoridad política es precisamente la búsqueda y el compromiso por el B.C.[2]

2.5. La más plena realización del B.C. es la posibilidad de que toda persona pueda buscar a Dios. Dios es el fin Último de la persona, por lo tanto, la búsqueda de Dios es la dimensión trascendente del B.C. Una visión puramente materialista del B.C. buscaría solamente el bienestar socioeconómico, olvidando la más profunda razón  de ser de la persona humana, su encuentro como hijo con Dios, su Padre (# 170).

  1. Principio del DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES MATERIALES.

  1. El punto de partida: Dios ha creado todo con el fin de que todas las personas y todos los pueblos puedan gozar de las riquezas de la creación para su propia dignificación humana (# 171).
  2.  El destino común: De ahí que todo lo creado por Dios está destinado a llegar a todos en forma equitativa por la justicia y la caridad, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno.
  3. El derecho natural: El uso universal de los bienes materiales es un derecho natural: Todo hombre debe tener la posibilidad de gozar del bienestar necesario para su pleno desarrollo. Es un derecho natural, inscrito en la naturaleza del hombre, y no sólo un derecho positivo, es decir, un fruto  de las legislaciones humanas, sujeto a los cambios de los tiempos (# 172).

Derecho natural es todo aquello a lo que tengo el privilegio de acceder por el mismo hecho  de ser yo persona humana. Surge de la misma vida y no  cambia con el paso  del tiempo. No depende de ninguna legislación. A la legislación positiva solo le toca reconocerlo y tutelarlo.

  1. El justo y sano uso de las cosas: El destino y uso universal de los bienes de la creación no significan que todo esté a disposición de todos, ni que la misma cosa sirva o pertenezca a cada uno o a todos. Esto sería finalmente caótico. Lo que  implica este Principio es la necesidad de una precisa definición (#173):
  1. De los modos correctos  en que todos podemos acceder a lo necesario (por ejemplo, exclusión de campos de labranza ya preparados o en camino de cosecha).
  2. De los límites de ese acceso (por ejemplo, evitando la depredación de la naturaleza, digamos el bosque o las fuentes de agua).
  3. así como la clara definición de las cosas a los que cada quien sí puede acceder (evitando así el capricho antojadizo o manipulador en la posesión de algo bajo la excusa del “bien común”).
  1. Economía moral: De este principio surge una visión de la economía inspirada en valores morales,  y centrada en  el origen y la finalidad de tales bienes materiales. Este es el punto de partida para alcanzar un mundo justo y solidario, en el que la creación de la riqueza pueda asumir una función positiva (#175).
  2. Sobre la propiedad privada y las otras formas de dominio privado de los bienes debe tomar en cuenta los siguientes principios orientadores (#176):
  1. La propiedad privada asegura a cada persona una zona absolutamente necesaria para la autonomía personal y familiar 
  2. Poseer bienes propios es ciertamente parte integral  de la libertad humana.
  3. Es un elementó esencial de una política económica auténticamente social y democrática.
  4. Es garantía de un recto orden social.
  1.   Fe cristiana y propiedad privada. Para la fe cristiana la propiedad privada no es un derecho absoluto e intocable (#177).
  • En esto consiste el espíritu  la espiritualidad de la propiedad privada para la fe cristiana: la propiedad privada no es una meta, un objetivo en sí, sino un medio para conseguir la propia autorrealización (una vida digna) en el marco del B.C.
  • De ahí que la propiedad privada deba estar reglamentada y subordinada  al derecho al uso común, al destino universal de los bienes.
  1.   Función social de la propiedad privada (#178):
  • Las cosas que legítimamente poseemos (nuestra propiedad privada) no deben ser vistas solo como exclusivamente nuestras, sino que son también comunes, en el sentido de que no solamente deben ser para nuestro provecho sino también para el provecho de los demás en la medida en que otros necesitan de aquello de lo cual yo puedo prescindir[3].
  • De ahí deriva el deber por parte de los propietarios de no tener inoperantes los bienes poseídos y de destinarlos a la actividad productiva, confiándolos incluso a quien tiene el deseo y la capacidad de hacerlos producir.
  1.  Desarrollo tecnológico actual a la luz de la propiedad privada y el bien común (#179).
  • La actual fase histórica (tecnológica) impone una relectura del principio del “Destino Universal de los Bienes”.
  • Los nuevos conocimientos técnicos y científicos deben ponerse al servicio de las necesidades primarias del hombre, para que pueda aumentarse el patrimonio común de la humanidad.

3.10  Formas de propiedad individual (#180).

  • La propiedad individual no es la única forma legítima de posesión.
  • También existe la antigua forma de propiedad comunitaria que, presente también en países avanzados, caracteriza de modo peculiar la estructura social de numerosos pueblos indígenas… Aunque esta forma también puede evolucionar.
  • Un tarea aún pendiente en los pueblos que sistemas de colonización o de colectivismo: la justa distribución de la tierra.

3.11 Exigencias particulares del“Destino Universal de los Bienes” (#182).

  • Que se vele con particular solicitud por los pobres y los que sufren situación de marginación (migrantes, barrios periféricos en las grandes ciudades, pueblos étnicos,etc).
  • Se debe reafirmar, con toda su fuerza, la opción preferencial por los pobres… “Esta es una forma especial de primacía en el ejercicio de la caridad cristiana, de la cual da testimonio toda la tradición de la Iglesia.

3.12. Jesucristo y sus discípulos ante los pobres. (#183).

  • Jesucristo reconocerá a sus elegidos en lo que hayan hecho por los pobres”.
  • Jesús dice: “Pobres tendréis siempre con vosotros, pero a mí no me tendréis siempre” (Mt 26,11) no para contraponer al servicio de los pobres la atención dirigida a Él. El realismo cristiano, mientras por una parte aprecia los esfuerzos laudables que se realizan para erradicar la pobreza, por otra parte pone en guardia frente a posiciones ideológicas y mesianismos que alimentan la ilusión de que se pueda eliminar totalmente de este mundo el problema de la pobreza. Esto sucederá sólo a su regreso, cuando El estará de nuevo con nosotros para siempre.

3.13. Los pobres en el corazón de la Iglesia Católica (#184).

  • El amor de la Iglesia por los pobres se inspira: (1) en el Evangelio de las bienaventuranzas; (2) en la pobreza de Jesús (3) y la atención de Jesús hacia los pobres.
  • Este amor se refiere a la pobreza material y también a las numerosas formas de pobreza cultural y religiosa (obras de misericordia corporales  y espirituales).

“Cuando damos a los pobres las cosas indispensables no les hacemos liberalidades personales, sino que les devolvemos lo que es suyo. Más que realizar un acto de caridad, lo que hacemos es cumplir un deber de justicia (San Gregorio Magno, Regula pastorales, 3, 21: PL 77, 87).

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