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Retratos de la familia en la escuela


Enviado por   •  28 de Julio de 2021  •  Apuntes  •  2.000 Palabras (8 Páginas)  •  121 Visitas

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Retratos de familia en la escuela

Las familias en las épocas coloniales

El mundo de las elites: familia, honor y poder

La sociedad rioplatense en los tiempo coloniales, y hasta bien entrado el siglo XIX, estaba presidida por el ideal de una sociedad dual. Esto significa que como muchas otras sociedades europeas del momento, y como el resto del imperio español, la sociedad colonial del Rio de la Plata estaba escindida entre privilegiados y no privilegiados. Por una parte se hallaba una elite minoritaria que llevaba un estilo de vida considerado noble, que en el lenguaje de la época se denominaba la gente decente. Estas sociedades eran estamentales. Se las consideraba estáticas, sin movilidad social. En teoría, cada persona vivía y moría en el grupo en donde había nacido.

Como otros aspectos de la vida social, la vida familiar respondía a dos realidades distintas, la de la elite y la del pueblo. La elite, un pequeño grupo de hombres y mujeres blancos ubicado en el clima de la sociedad, estaba formada por un conjunto de grandes familias que compartían una serie de pautas culturales y sociales que las distinguía claramente del resto de los habitantes de la sociedad. Hacia 1700 en el Rio de la Plata, que era una región muy marginal del imperio español, muy pocos de ellos tenían títulos de nobleza. Más común, en cambio, era que descendiera de los primeros pobladores españoles del continente.

Las familias de la elite Vivian entre servidores y esclavos. Ostentaba un elevado grado de riqueza y de influencia en todas las esferas del poder, en aquella sociedad, esos atributos pertenecían a la familia. La función de la riqueza era asegurarle a su poseedor el disfrute de un rango distinguido. La riqueza debía permitir el acceso a una vida acorde con la posición de una persona en la sociedad. En el fondo, el prestigio de la familia definía la posición de una persona en la sociedad, y no a la inversa.

El matrimonio: el rol de varones y mujeres

Esta elite era un grupo cerrado, que aspiraba a perdurarse a través del tiempo, el problema de las elecciones matrimoniales de los miembros de la familia revestía gran importancia. Además, dentro de cada familia, en cada unión matrimonial se ponía en juego el prestigio dellinaje, pero también el control de la descendencia y en consecuencia la distribución.

Las familias de elite tenían especial cuidado en la elección de las personas con las que se iban a vincular por matrimonio. En rigor, así como el poder, la riqueza y el prestigio no eran propiedad de una persona sino de la familia a la que ese hombre pertenecía, los lazos matrimoniales no unían solo a una pareja. Los lazos de parentesco permitían acercar a los miembros de la elite, salificar relaciones entre ellos y hacerlas pervivir en el tiempo.

Si dos jóvenes de la elite se enamoraban, sus padres no descartaban la posibilidad de una unión, pero se informaban sobre la persona en cuestión, indagaban sobre su honorabilidad y sus rentas, sobre sus conexiones familiares.

Entre la elite de aquel tiempo, esos ámbitos eran muy cerrados y restringidos, por lo tanto, las posibilidades de elección resultaban limitadísimas, y en la mayoría de los casos, fuertemente inducidas por las presiones del grupo familiar. El poder para definir las uniones matrimoniales dentro de una familia estaba en manos de las figuras masculinas, en general del padre y jefe del hogar. En el plano de las relaciones familiares, el modelo domestico entonces vigente sostenía la subordinación y sometimiento de la mujer, que se justificaba por la debilidad de su sexo: las mujeres, seres inferiores, debían ser protegidas y vigiladas.

La idea de igualdad entre géneros era extraña a los hombres de aquella sociedad. El padre, y luego del casamiento el marido, ejercían autoridad legal sobre las mujeres de las familia. Las familias elitistas se definieron entonces por un acentuado patriarcalismo. Las figuras masculinas, y dentro de ellas el que hacía de jefe del linaje, adoptaban los roles dominantes en la vida familiar. De las figuras masculinas dependía la administración de los negocios de la familia.

En cambio, a las mujeres de clase alta les estaba destinado un lugar secundario y menos visible, el de la casa y la vida caritativa y religiosa. La calle era cosa para mujeres de “baja condición”. El cuidado del hogar y de los hijos, las funciones de la Iglesia Católica, con sus elaboradas ceremonias, y las obras de caridad, ocupaban la vida de la mujer de clase alta. Las mujeres de la elite tenían muchos hijos: En promedio, casi diez hacia el 1800. Por lo que embarazos y crianzas, y sus actividades sociales y ceremoniales, ocupaban casi todo su tiempo.

De las mujeres de la elite se esperaba que tuviera una conducta virtuosa. El prestigio de la familia descansaba en gran medida sobre la virtud de las mujeres del grupo doméstico. Según los mandamientos que la Iglesia había batallado para imponer desde la Contrarreforma, la ética sexual se fundaba en el rechazo del placer. Como la búsqueda de placer era considera ajena a la vida sexual anormal, el único fin aceptado de las relaciones sexuales era la reproducción. Por esta razón, las mujeres estaban obligadas a llegar vírgenes al matrimonio, que era considerado un vínculo indisoluble, monogámico y sagrado.

Una vez casadas, se esperaba que ellas que educaran a sus hijos según los modelos establecidos para cada sexo. Las niñas deberían ser instruidas para que supieran desenvolverse en el mundo del hogar, preparándose para ser buenas esposas y madres, así como cristianas devotas. A la vida adulta se accedía sin pasar por la etapa que ahora llamamos adolescencia, era muy importante que aprendiese a lucirse en las reuniones con personas de su misma condición, que las niñas comenzaban a frecuentar cuando, hacia sus quince años, entraban en edad de conocer pretendientes y contraer matrimonio.

La educación de los varones tenía otro objetivos, que dependían de los roles que la sociedad les asignaban a los hombres de clase alta. Los niños se preparan para dirigir y mandar en los negocios,

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