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Teorías y prácticas de la Comunicación I Trabajo práctico Cuerpo y Espectáculo: The Truman Show


Enviado por   •  20 de Mayo de 2017  •  Ensayos  •  2.086 Palabras (9 Páginas)  •  374 Visitas

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Teorías y prácticas de la Comunicación I

 

Trabajo práctico Cuerpo y Espectáculo: The Truman Show 

Cátedra: Entel

Docente: Eduardo Cartoccio

Comisión 02: Martes 9-11 hs.


Alumnos: Carola Brandariz  

Gastón Krauthamer

Martina Lavia

*Poster promocional de la película “The Truman show” (1998)[pic 2]

Introducción

En el presente trabajo práctico analizaremos el poster de la película The Truman [a][b]Show, empleando los conceptos esbozados por González Requena en El discurso televisivo: espectáculo de la posmodernidad.

Enclave socio-cultural, histórico y estético

The Truman Show se estrena en las salas de cine en 1998, con la dirección de Peter Weir.  

El filme cuenta la historia de Truman Burbank (Jim carrey) que es un vendedor de seguros con una vida aparentemente común en Seahaven.  Esta ciudad es un gran set de filmación con decorados y efectos especiales que simulan ser los elementos de la naturaleza (el sol, la noche, el mar, etc.).  La vida de Truman es filmada las 24 hs. con cámaras ocultas y transmitida en vivo a todo el mundo, sin que este lo sepa. 

Un buen día a partir de de una serie de eventos fuera de lugar (como por ejemplo un foco que simula ser el firmamento nocturno, cae y lo golpea en la cabeza) hacen cuestionar a Truman acerca de su vida.  Sylvia, a quien conoce en su juventud, le advierte que todo es falso, por lo que las sospechas de aquel momento, regresan.  De a poco Truman descubre que la vida en Seahaven gira en torno a él, que es el protagonista de un programa de televisión desde el día en que nació y que todos los que lo rodean en realidad son actores. A partir de ese momento, Truman emprenderá su camino hacia la libertad.  

El creador del programa de televisión (Christof) es interpretado por Ed Harris y en el reparto también figuran Laura Linney Natascha McElhone, Noah Emmerich y Paul Giamatti, entre otros.

El filme The Truman Show con una duración de 103 minutos pertenece al género de comedia dramática. Tuvo un presupuesto de $ 60.000.000 millones dólares y fue producido por la compañía Paramount Pictures y Scott Rudin Productions.

The Truman Show también recibió distintas nominaciones a los premios Oscar, los Globo de Oro y los BAFTA (British Academy of Film and Television Arts)[1].

A su vez, el filme es contemporáneo a los inicios del programa televisivo Gran Hermano[2] creado por el neerlandés John de Mol.

A continuación, vincularemos el contenido de la imagen con los planteos que propone González Requena sobre el espectáculo y el discurso de la televisión.

Análisis

Requena define como espectáculo a la puesta en relación de dos factores: una determinada actividad que se ofrece y un determinado sujeto que la contempla desde cierta distancia. Estos dos elementos forman lo que denomina una relación espectacular. Por lo tanto, toda relación espectacular es aquella interacción que surge del vínculo entre un espectador y un cuerpo en movimiento que se exhibe.  En el caso de la película The Truman Show, más específicamente el poster de la película, a simple vista observamos el vínculo entre la pantalla que muestra la cara de un sujeto durmiendo, siendo este el protagonista de la historia (Truman) y un público que se encuentra mirando esa pantalla (sujetos que contemplan), expectantes de ver qué sucederá en la vida del personaje.

A su vez, en la imagen puede notarse cierta distancia entre estos dos elementos que constituyen la relación espectacular (el cuerpo del espectador y el cuerpo del que se está exhibiendo). La distancia, junto con el sentido de la vista, son los  factores que permiten que se constituya este tipo de relación. El alejamiento permite la eliminación de la intimidad para dar lugar a un extrañamiento. Y sin extrañamiento, no podría haber espectáculo. En palabras del autor: “La distancia, pues, en tanto elemento constitutivo del espectáculo, se nos revela como huella de una carencia, la de ese cuerpo negado del espectador que, reducido a la mirada, se entrega a la contemplación de otro cuerpo esta vez afirmado -en su exhibición- y que por ello se manifiesta como necesariamente fascinante” (Requena, 1995:58).

Requena se pregunta por qué el cine o la televisión son entendidos como espectáculos puesto que no hay cuerpos que se exhiben, sino manchas de luz en una pantalla. A esto responde que lo definitorio es que la mirada los acepte como tales, sin importar su materialidad.

En nuestro objeto de estudio, entonces, tanto la película The Truman Show como el programa televisivo que ven los personajes dentro de la misma pueden comprenderse como espectáculos.  En ambos, a diferencia de por ejemplo la pintura o la fotografía, los cuerpos se encuentran en constante movimiento, hay distancia y hay espectadores.

El programa graba las 24 horas del día, los 365 días del año la vida de una persona (Truman) y aquellos a los que lo rodean (ciudadanos de Seahaven), por lo que siempre hay algo que se está mostrando.  En todo momento hay cuerpos en acción, sea que se encuentren hablando en un primer plano o caminando por detrás del personaje principal. El espectador que recibe esas imágenes entiende que todo lo que está observando está hecho para su disfrute y entretenimiento, porque comprende y acepta que aquello es, en esencia, un espectáculo (a pesar de no estar viéndolo en directo sino detrás de una pantalla).[c]

Una de las particularidades de la imagen, y de la película en sí, es aquella disposición por parte de los espectadores del programa The Truman Show por querer saber constantemente acerca de lo que sucede en la vida del protagonista. Se podría decir que hay un deseo por parte de ellos, una mirada deseante por querer ver esos cuerpos que se exhiben.  Los actores son utilizados por parte de la producción del programa para seducir a aquellas personas que estén viendo el show en su rol de meros espectadores. Esta relación seducción-deseo, siguiendo los postulados de Requena, conforma una parte esencial de lo que define a todo espectáculo. Allí interviene una relación de poder: el poder de la seducción sobre el deseo del otro. En otras palabras, los productores seducen a su público y tienen poder sobre él al mostrar las vivencias cotidianas de Truman.

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