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Contrl De La Subjetividad


Enviado por   •  12 de Febrero de 2012  •  2.066 Palabras (9 Páginas)  •  623 Visitas

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EL CONTROL SUBJETIVO DEL PROCESO DE TRABAJO

María Elizabeth Rosa Zamora Ramírez

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Pero ¿Qué es la subjetividad?

La respuesta a esta cuestión define la especificidad del trabajo a realizar. La subjetividad se concibe como la capacidad de interacción, intencionalidad, negociación, pero también como capacidad para pensar. ¿Pensar qué? Básicamente las prácticas laborales cotidianas desde el espacio del proceso de trabajo. Nos interesa en esta investigación analizar las interrelaciones y la negociación que van de lo individual a lo colectivo y que se cristalizan en organización informal del trabajo.

¿Cuál es la utilidad que tiene repensar la subjetividad en las investigaciones laborales? En primer lugar, permite incluir el trabajo de reflexión que realiza el investigador sobre sí mismo (autoconocimiento), de manera simultánea al reconocimiento del otro y de los otros. Esta actividad que hace posible, a su vez, distinguir criterios de identificación y de pertenencia a distintos grupos de trabajadores. La subjetividad es, asimismo, una guía para descubrir el origen de los sentidos que los actores laborales producen históricamente para responder a las preguntas: ¿Qué somos? ¿Qué necesitamos? ¿Qué queremos? ¿Qué podemos ser? La subjetividad, finalmente, es útil para hacer una lectura metodológica de los proyectos de investigación: ¿Con qué tipo de sujetos se está trabajando? ¿Cuáles son sus mediaciones, sus ejes temporales y su articulación? ¿Cuál es la relación entre subjetividad y prácticas? ¿Cómo se articulan prácticas, potencialidades y subjetividades?

La subjetividad configura sentidos: ¿Qué ver? ¿Qué registrar? ¿Qué buscar? Como instrumento de análisis, la subjetividad proporciona criterios metodológicos para buscar la especificidad, desmontar mecanismos: ¿Cómo hacen determinados actores laborales lo que hacen? ¿Cómo se construyen los atributos, capacidades y potencialidades de los actores laborales que participan activamente en el proceso de trabajo? ¿Cuáles son las expresiones de la subjetividad?

Tal vez esta manera de plantear la discusión sobre subjetividad laboral no cuente con una legitimidad instituida, pero da la suficiente libertad para vivir y repensar preguntas primordiales que funden lo individual con lo colectivo: ¿Qué somos? ¿Qué podemos saber? ¿Qué nos es dado esperar?

Para Hugo Zemelman “...la subjetividad nos remite a una amplia gama de aspectos de la vida social (espaciales, económicos, políticos, culturales, laborales, corporales), ritmos temporales y escalas espaciales diferentes, desde los cuales se producen y reproducen redes de relación laboral más o menos delimitadas que desarrollan prácticas laborales distintivas a partir de los cuales los trabajadores refuerzan sus vínculos internos y construyen una colectividad laboral que tiende a ser contrastante frente a otras...”

La subjetividad, además de alimentar y expresar la colectividad laboral emergente, también es el terreno de producción de nuevos sentidos de lo laboral. Como plano no totalmente subordinado a la determinación del trabajo, la subjetividad además de ser memoria, conciencia y cultura es una dimensión donde se cuece y se expresa lo incierto, lo inédito; por ello hay que considerarla, no como un lugar laboral delimitado, sino como un continuo, un proceso dinámico que se concreta, se cristaliza en concepciones, en instituciones, en colectivos laborales, pero como un ¨magma¨; la subjetividad vuelve a desbordarlas, generando nuevos aglutinadores laborales.

Por eso, la reivindicación de la subjetividad nos conduce a otra concreción de lo laboral más allá de las colectividades laborales: el de los actores. Esta categoría - aún en formación- ha sido reivindicada por diversos cientistas sociales, por tener una amplitud y flexibilidad a otras como clase o movimiento social, propios de los paradigmas ¨clásicos¨ de análisis social que los asocian a la existencia de un lugar o conflicto laboral que les otorga identidad y a un sentido histórico emancipador preexistente.

La categoría de actores laborales busca expresar la multiplicidad de esferas del trabajo donde se evidencian conflictos y posiciones de actuación laboral, las cuales no tienen una direccionalidad susceptible de ser preestablecida a priori. Entenderemos por ¨actores laborales¨ a todos aquellos agrupamientos más delimitados y cohesionados que una población o una colectividad; no todo grupo social, así posea identidad, deviene en sujeto, en actor social; ser actor laboral implica una construcción histórica que requiere de la existencia de una memoria, una experiencia y unos imaginarios colectivos (identidad), de la elaboración de un proyecto (utopía) y de una ¨fortaleza¨ para realizarlo.

De este modo, la identidad laboral es una de las condiciones para la construcción de actores laborales; esta modalidad de identidad laboral supone una memoria histórica, unas experiencias y espacios de interacción laboral y un horizonte compartidos que ha venido definiendo, por parte de las diferentes categorías laborales que habitan en los actores laborales, lo propio, frente a lo ajeno. Esto posibilita la capacidad de definición de intereses propios y el despliegue de prácticas dotadas de sentido y de poder.

Por eso, en procesos de configuración de un nuevo actor laboral se requiere hacer visibles, reconocibles y reflexivas dinámicas de construcción de sentido de pertenencia laboral. Por eso, es necesario propiciar en los espacios del proceso de trabajo los estudios de prácticas laborales que activen la memoria, propicien el encuentro y reconocimiento de los actores laborales.

El tema de representaciones sociales nos sitúa en la necesidad de conocer los procesos sociales de construcción de la realidad y la manera como el conocimiento se construye y reconstruye en ella. La representación social se sitúa como una forma de conocimiento social, por lo que su estudio en relación con la construcción y reconstrucción de las explicaciones que sobre las prácticas laborales tienen los actores es para nosotros el eje de la investigación.

Los actores laborales, dice E. de la Garza “...no actúan ni dan significado sólo por su situación en las estructuras, pero para actuar

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