DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA

Desde siempre se ha afirmado que la inteligencia es innata de los seres humanos. En un principio se pensaba que algunos animales cercanos al hombre también poseían inteligencia, contrarrestándose después con investigaciones que aducen solo habilidad instintiva que desarrollan los animales. Conceptualizando la inteligencia tenemos que es la capacidad de entender, asimilar, elaborar información y utilizarla para resolver problemas. Esta capacidad solo la poseen los seres humanos y ellos mismos se encargan, dependiendo de muchos factores y a lo largo de su vida, de desarrollarla.

Asimismo, el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española define la inteligencia, como la «capacidad para entender o comprender» y como la «capacidad para resolver problemas». La inteligencia parece estar ligada a otras funciones mentales como la percepción, o capacidad de recibir información, y la memoria, o capacidad de almacenarla. Todas estas atribuciones solo pueden ser procesadas, si el término lo permite, en la mente humana, para desarrollarla y evolucionar.

Ahora bien, es cierto que todos nacemos con potencialidades marcada por la genética, éstas deberán desarrollarse y evolucionar a lo largo del tiempo dependiendo de los factores biológicos, sicológicos y culturales. Dicho de manera diferente, la inteligencia es la habilidad que se desarrolla para responder de la mejor manera a las exigencias y retos que nos presenta el mundo, así como la capacidad que tenemos de adaptarnos al medio en el que vivimos. Recordando que, la misma vida y la evolución del mundo permite que el hombre amplíe sus conocimientos y por ende su inteligencia. Asimismo, como seres humanos poseemos las mismas facultades de entender, aprender, analizar, razonar, crear e interpretar, pero no todos contamos con las mismas aptitudes, habilidades, capacidades y oportunidades de educación, entre otras, para desarrollarlas en un mismo nivel respecto a la inteligencia.

Howard Gardner (2003), en su Teoría de las Inteligencias Múltiples, afirma que los seres humanos tienen por lo menos, ocho inteligencias diferentes. Sostiene este autor, que las personas se diferencian en la medida en que logren ampliar cada una de estas inteligencias. Razón por la cual una vez más se testifica que la inteligencia es una capacidad natural de los seres humanos, dotados de esta cualidad para desarrollar todas sus habilidades y destrezas, para que a través de la creatividad, el manejo de información recopilada en la memoria y los conocimientos adquiridos día tras día, el hombre esté más capacitado, tanto intelectual, física y psíquicamente, de tal manera que pueda responder ante las diferentes situaciones y necesidades que se presenta en la vida.

En contraparte de lo manifestado por el anterior autor, se puede afirmar que la inteligencia es una sola, que se amplia y diversifica a como el ser humano se desarrolla en sus diferentes medios. Que en algunos es más desarrollada que en otros, eso es verdad, pero depende de muchos factores, uno de ellos es la educación, así como existen factores biológicos, sicológicos y culturales.

En ese mismo sentido, la inteligencia es como una máquina, que hay que utilizarla y saber utilizarla con continuidad, pues corre el riesgo de perder su velocidad y eficiencia, por eso es importante, en el desarrollo de la inteligencia, ejercitar la memoria de manera continua, este fenómeno ocurre en la época de estudiante, pues desde sus inicios hasta su profesionalización, la inteligencia funciona, tanto para seguir aprendiendo como para saber aplicar el conocimiento recabado Se pensaría que un ser inteligente y racional asume una posición creativa y crítica de sí mismo, que le permita crecer y madurar en dos aspectos: como persona intelectual, y como ser afectivo.

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