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La Informacion: Un Recurso Estrategico Para Las Organizaciones

MARIALEJANDRA24119 de Abril de 2015

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La Información: Un recurso estratégico para las organizaciones

Lic. Aleida Olivé García

Consultoría Informacional. Casa Consultora DISAIC

Resumen

El trabajo aborda la importancia que ha cobrado, en el contexto actual, la información en las organizaciones, la cual debe ser considerada como un recurso (activo) que debe ser gestionado para ser aplicado en la identificación y solución de problemas, la toma de decisiones, el mantenimiento de la capacidad innovadora y en el alcance de niveles superiores de eficacia, eficiencia y competitividad.

Se analizan los diferentes tipos de información, interna y externa, que debe manejar la empresa, los atributos con que debe contar la misma, así como la necesidad del diseño e implantación de un Sistema de Gestión de Información y los elementos a tener en cuenta para ello, en función de que garantice el tratamiento adecuado de este recurso.

Se demuestra, finalmente, la vinculación e influencia que tiene la información en el proceso decisorio, en la innovación y en el logro de los resultados de gestión de la organización, evidenciando, además, la relación que tiene la gestión de la información con el buen funcionamiento de sistemas y procesos, de gran relevancia para las organizaciones, en el contexto cubano actual, como el de Control Interno, de Calidad y el Perfeccionamiento Empresarial.

Introducción

Hace algunos años, que los términos “Era o Sociedad de la Información” y, posteriormente, “del Conocimiento”, se mencionan, con frecuencia, en enfoques tanto macro como microeconómicos. Los encontramos presentes, al abordar temáticas relacionadas con el desarrollo de las economías, el alcance de metas sociales superiores, la gestión gubernamental, el mejoramiento del bienestar y la calidad de vida de la población y en cuanta proyección de avance científico, tecnológico y ambiental se trate, siempre significando que transitamos por un nuevo paradigma que transforma la manera de encarar todos estos procesos y que impone nuevos retos.

Si de la gestión de las organizaciones se trata, encontramos, igualmente, un cambio importante, como resultado de tomar en cuenta la información como un recurso para ello y de situar al conocimiento como uno de los activos más importantes de la misma.

Sin embargo, no siempre logra comprenderse e interiorizarse, en toda su magnitud, la esencia del cambio a que nos enfrentamos. No se logra visualizar con claridad, en muchos casos, las consecuencias de no encarar el mismo, con políticas, estrategias y acciones que permitan aprovechar las nuevas oportunidades y las fortalezas que puedan derivarse, así como minimizar las debilidades y contrarrestar las amenazas; ello, tanto a nivel de las organizaciones, cuyo conjunto compone la estructura económico-social, como de la Sociedad toda.

El presente trabajo pretende esclarecer la trascendencia del cambio, su verdadero significado, pero, sobre todo, haciendo énfasis en el enfoque microeconómico; es decir, a nivel de las organizaciones. Pretendemos demostrar, que la afirmación de que “la Información constituye un recurso estratégico para las organizaciones”, no puede constituirse en una frase de moda sin que entrañe un verdadero accionar para lograr una adecuada gestión de este recurso y su aplicación en todos los procesos que se verifican en las mismas, porque realmente, ello impacta aspectos trascendentales de su desenvolvimiento, tales como: La identificación y solución de problemas, la toma de decisiones, el mantenimiento de la capacidad innovadora y el alcance de niveles superiores de eficacia, eficiencia y competitividad.

En el contexto empresarial cubano, la gestión de la información se vincula, además, a sistemas y procesos de gran relevancia, como el de Control Interno, de Calidad y el Perfeccionamiento Empresarial, lo cual, exceptuando el último aspecto, es igualmente válido para las organizaciones no lucrativas en el país.

Desarrollo

Algunas reflexiones relacionadas con la Era o Sociedad de la Información o Era o Sociedad del Conocimiento

Para abordar el tema específico que nos ocupa, es decir, la información como recurso estratégico en las organizaciones, resulta necesario, quizás, repasar algunas ideas que constituyen su marco conceptual y que definen la esencia del nuevo paradigma, caracterizado por profundas transformaciones, también, en el orden práctico.

Todos concordamos, desde hace algún tiempo, que la Era de la Información y/o del Conocimiento, para abarcar de una vez todos los enfoques posibles, se caracteriza, primero que todo, por el uso intensivo de la información, lo cual, desde sus propios inicios, revolucionó la forma de producir, educarse, comunicarse y hasta recrearse de la Sociedad.

La explosión que significó el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (NTIC), como resultado de desarrollos precedentes de otras muchas disciplinas entre ellas la microelectrónica, la computación, etcétera, facilitó el elemento infraestructural primario, para convertir a la Información en el contenido y objeto de este nuevo paradigma, llegando a constituirla en un factor productivo.

Es conveniente apuntar que en algunos momentos iniciales, no estuvo muy clara la idea de que las tecnologías significan un “medio para”... y que la finalidad y ventaja de este nuevo paradigma está, precisamente, en que pueda disponerse de la información pertinente, oportuna y eficaz, en formas novedosas y a través de mecanismos, igualmente revolucionarios, que contribuyan a ese fin. En la medida que la Humanidad ha ido transitando a través de esta Era, se han ido esclareciendo conceptos y consolidando enfoques, aunque aún persisten algunos, que hiperbolizan el papel de los medios tecnológicos, que sin lugar a dudas son importantísimos, pero que aún minimizan, un tanto, el propio tratamiento y uso del recurso Información como objetivo final y fundamental.

No queda duda alguna que ésta también llamada Revolución de la Información, asociada a un cambio tecnológico, sin precedentes, permitió que los canales y medios por los cuales se maneja y transfiere actualmente la misma, hayan dinamizado su producción, distribución y uso, favoreciendo su intervención y alcance en los procesos de desarrollo, de manera incuestionable, haciendo posible y potenciando un efecto globalizador.

Este fenómeno entraña un cambio sustancial, una transformación que, en el decir de los expertos más avezados e instituciones especializadas en temas de desarrollo, puede ser comparable con la experimentada a consecuencia de la Revolución Industrial, al remover conceptos fundamentales que han sustentado la realización de las actividades económicas y sociales que desarrolla el hombre, por lo que introduce un nuevo prisma a la hora de afrontar el desarrollo económico y social e impone nuevos retos para el alcance y sostenimiento del mismo.

Muchos afirman que en esta Era se da un flujo mundial de Conocimiento, el cual se trasmite, comparte e internacionaliza, gracias al desarrollo de los servicios de información, soportados por las NTIC, todo lo cual se asocia a la Era de la Economía Global, caracterizada por nuevas formas de desarrollar, optimizar y comercializar los bienes y servicios.

Fundamentalmente los economistas afirman que, a diferencia de los ciclos económicos anteriores (agrícola e industrial), el principal recurso generador de competitividad es el Conocimiento. Los expertos en materia informacional y de gestión del conocimiento, afirman por su parte, que “… la Información es al Conocimiento, lo que el lenguaje al pensamiento: su forma de expresión”. Las dos ideas anteriores entrelazadas, permiten arribar a una conclusión lógica, que ha ido afianzándose, en la medida que el mundo transita por este nuevo paradigma: “La información es, en este nuevo ciclo económico, la fuerza motriz del desarrollo”.

Alrededor de estas ideas centrales que definen conceptualmente el fenómeno, se han pronunciado, a lo largo de estas décadas, connotados expertos y figuras prominentes. Es así que, K. J. Arrow, Premio Nobel de Economía, afirmó hace algunos años: “...el papel de la información está transformando la naturaleza de la economía”, basando su afirmación en que: “cada vez más la información como base del conocimiento, se constituye en eje central del cambio hacia una nueva Sociedad”.

Sin embargo, merece una reflexión oportuna, el hecho de que en un mundo que ya era desigual, estos nuevos desarrollos no impactan, igualmente, a todas las economías. Para las emergentes, las subdesarrolladas o las también llamadas “en desarrollo”, sometidas a patrones neoliberales, en una gran mayoría, durante un largo período, el hecho de que la información y el conocimiento sean los ejes del desarrollo, solo trae aparejado el ensanchamiento de la brecha que los separa de las economías desarrolladas. Solo un esfuerzo conciente y mancomunado que privilegie modelos de desarrollo, con amplia base social y una integración, que aúne esfuerzos y potencie oportunidades, permitirá ir emergiendo hacia la superficie e ir alcanzando escalones superiores de desarrollo económico y social.

Para cualquier economía, la información debe ser entendida como conocimiento activo y constituir el ingrediente fundamental de apoyo a los programas académicos e investigativos, a la innovación

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