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La Santa Inquisicion


Enviado por   •  13 de Diciembre de 2011  •  1.362 Palabras (6 Páginas)  •  1.941 Visitas

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HISTORIA DE LA SANTA INQUISICIÓN EN MÉXICO

Editorial

La Inquisición en nuestro país tuvo la misma función que en el viejo continente, perseguir a la gente que estaban en desacuerdo con el catolicismo. La gran diferencia, fue que a los habitantes de estas tierras apenas se les estaba imponiendo cierto comportamiento cuando ya se les castigaba por no seguir lineamientos como en este caso, religiosos. Dicen que al hablar de política, futbol y religión nunca se va a estar de acuerdo, ¿Imagínense que fue de nuestros ancestros cuando se les impuso una religión? El simple hecho de estar en desacuerdo les significó a muchos, la pérdida de la vida, lo más triste, es que muchos no estaban en desacuerdo, simplemente nunca comprendieron lo que sucedía.

EL INICIO DE LA INQUISICIÓN EN MÉXICO

La historia de la Santa Inquisición en nuestro país, inició desde los primeros momentos en que los españoles pisaron este continente. Los primeros casos de que se tiene noticia son las "ordenanzas" contra blasfemos promulgadas por Hernán Cortés en 1520, es decir antes de la caída de la gran Tenochtitlán, y el proceso de idolatría iniciado por Nuño Beltrán de Guzmán en contra de Caltzontzin, señor de los tarascos. Por otra parte, hay ciertos indicios de actividades inquisitoriales contra herejes desde 1522, realizadas al parecer, por Frayles que desde entonces ya se encontraban en México, quizás actuando con poderes directos del Papa.

EL TRIBUNAL DEL SANTO OFICIO

Dada la conquista en México, se instauró el Tribunal Del Santo Oficio, que dependía directamente del Consejo Supremo de la Inquisición, que era encabezado por el inquisidor general de España. La autoridad superior del tribunal en México era el Inquisidor o Inquisidores, puesto que normalmente ocupaban varias personas. Los empleados de más alto rango eran el fiscal, a cuyo cargo estaba promover los procesos, y el Secretario del secreto, que tenía fe publica y autorizaba las actas, diligencias, despachos, edictos, etc. Los inquisidores contaban con un cuerpo de personas doctas y de alta posición social y oficial llamados consultores del Santo Oficio, que integraban una especie de consejo. Estos consultores intervenían con su voto en las decisiones graves, como eran las sentencias de tormento y cuando un reo era condenado a muerte. El tribunal contaba además con el auxilio de un cuerpo de peritos en asuntos teológicos y religiosos, llamados calificadores del Santo Oficio, cuya misión era ilustrar la opinión de los inquisidores en casos debatibles y de difícil resolución. También existía un cuerpo policiaco, que eran quienes resguardaban las cárceles y el Tribunal del Santo Oficio.

PROCEDIMIENTOS JUDICIALES DE LA INQUISICIÓN

Al establecerse el Tribunal del santo Oficio, los primeros procedimientos consistían en una ceremonia llamada de "Juramento", en la que como lo dice el nombre, los asistentes juraban denunciar a todas las personas que consideraran sospechosas y prestar al tribunal la ayuda que pidiese, pero además, al concluir esa ceremonia se daba lectura a un edicto de los inquisidores, llamado Edicto General de Gracia, por el cual se conminaba a quienes se sintieran culpables a denunciarse dentro de un plazo fijado so pena de excomunión mayor. En el edicto se indicaban con minuciosidad los hechos considerados punibles y se le prohibía a los confesores dar la absolución a los que de algún modo no hubieren cumplido con aquel mandamiento.

LAS DENUNCIAS ANTE LA INQUISICIÓN

Toda denuncia incluso anónima, era válida. Una vez recibida, se abría de inmediato una investigación secreta que al revelar algún indicio, por débil que fuera, conducía al apoderamiento de la persona indiciada y al aseguramiento de sus bienes. Se le tomaba enseguida una declaración que incluía siempre preguntas sobre su familia y su origen, sobre su conocimiento de los dogmas y prácticas sobre la religión católica, y sobre si tenía alguna sospecha acerca del motivo de su prisión. Por lo general el acusado manifestaba total ignorancia a ese respecto, temeroso de implicarse en algún hecho que no figurara en la denuncia, situación que agravaba su caso. Si después de preguntarle tres veces el acusado persistía

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