Pilares de la resiliencia

Se define como resiliencia a la capacidad y/o habilidad de cierto sujeto para surgir de la adversidad, es decir, adaptarse y recuperarse de situaciones que en cierto momento pudieron ser perjudiciales para su salud tanto física como mental, para poder acceder a una vida significativa y productiva, habiendo superado efectivamente dichos eventos y circunstancias estresantes.

        En ciertas investigaciones acerca de este tema, se identificó como a pesar del sometimiento a condiciones de riesgo de ciertas personas, y de cómo esto podía llegar a afectar gravemente su estado biopsicosocial, había ciertas personas que llegaban a sobrepasar dichas situaciones, e incluso se fortalecían gracias a ellas. E. E. Werner (1992) se encargó de estudiar casos en los que la influencia negativa de ciertos factores de riesgo como lo son el modo de vida, condiciones de trabajo, de relaciones políticas, culturales y ambientales llegaron a provocar en algunas personas patologías físicas, psicológicas y sociales, pero hubo otras que a pesar de la exposición a dichos factores consiguieron desarrollarse sanamente, y a esas personas se les denomino resilientes.

        Al comenzar a indagar acerca de por qué aquellas personas no se enfermaban, surgieron diversas teorías, algunas de las cuales sugería que era por factores genéticos. Sin embargo, al analizar los casos estudiados se notó que todas las personas que al final no presentaban alguna patología tenían por lo menos una persona cercana que los aceptó en forma incondicional, independientemente de sus características físicas o inteligencia, y que además eran personas que sabían que podían contar con alguien, y que sentían en cierto modo que sus esfuerzos, su competencia y su autovaloración eran reconocidas y fomentadas. Así se llegó a la conclusión de que la aparición o no de esta capacidad en los sujetos depende de la interacción de la persona con su entorno humano.

Pilares de la resiliencia: Son aquellos factores que resultan protectores para el cer humano, y que requieren ser fortalecidos y estimulados:

• Autoestima consistente: es el resultado positivo de llevar por parte de algún adulto significativo para la persona un cuidado afectivo, es decir, una persona que te pueda brindar confianza suficiente, y que sea suficientemente capaz de dar una respuesta sensible y fomentar en el niño el quererse, cuidarse y respetarse a sí mismo.
• Introspección: Consiste en preguntarse uno mismo sobre lo que piensa y siente, y saber reconocer dichos aspectos para poder darse una respuesta honesta. Este pilar depende mucho de la solidez de la autoestima de la persona.
• Independencia: Es saber fijar límites entre uno mismo y los problemas del medio que nos rodea, es decir, aprender a reaccionar de la mejor manera ante una situación sin necesidad de involucrar sentimientos que nos puedan llevar a una acción errónea, es separar lo físico de lo emocional.
• Capacidad de relacionarse: es la habilidad para establecer lazos e intimidad con otras personas, comunicarse de la manera correcta con las demás personas de la sociedad a la que se pertenece.
• Iniciativa: es el gusto propio de exigirte a ti mismo y ponerte pruebas, para demostrarte que eres capaz de lograr lo que te propongas.
• Humor: es verle el lado bueno a las cosas, por más malas que sean, es decir, ahorrarse todo tipo de pensamientos negativos para soportar situaciones adversas.
• Creatividad: se desarrolla en el juego cuando se es un niño, es la capacidad de crear orden, belleza y finalidad a partir del caos y desorden.
• Moralidad: es extender el deseo personal de bienestar a todos los semejantes, y la capacidad de comprometerte con valores y saber llevarlos a cabo en toda situación.
• Capacidad de pensamiento crítico: permite analizar críticamente las causas y responsabilidades de las adversidades que se sufren, y se propone modos de enfrentarlas y cambiarlas.

Las fuentes interactivas de la resiliencia: Son factores que nos sirven para hacer frente a las adversidades, superarlas y salir de ellas fortalecido o transformado, según Edith Grotberg (1997):

• Tengo: Personas en quien confío y me quieren, que me ponen límites, que me muestran por medio de su conducta la manera correcta de actuar o proceder ante determinada situación, que quieren que aprenda a desenvolverme y que me ayudan cuando estoy enfermo o en peligro.
• Soy: alguien por quien los otros sienten aprecio y cariño, soy feliz cuando hago algo bueno, soy respetuoso de mí mismo y de los demás.
• Estoy: dispuesto a tomar la responsabilidad de mis actos, y estoy seguro de que todo saldrá bien.
• Puedo: hablar sobre cosas que me asustan o inquietan, buscar la manera de resolver mis problemas, controlarme, buscar el momento apropiado, o encontrar a alguien que me ayude cuando lo necesite.

La resiliencia pues se desarrolla a partir del vínculo del amor y el reconocimiento del bebé por parte de su madre o padre, que además apoyan su autoestima. La resiliencia no supone nunca un retorno a un estado anterior a la ocurrencia de un trauma, o la situación de adversidad. Algunos psicoanalistas sugieren que la resiliencia es p puede ser contradictorio con ciertos modelos psicoanalíticos, sin embargo, cuando se considera el modelo freudiano, se relaciona con que la fortaleza del yo, es a la vez resultado y causa del proceso de la cura psicoanalítica y del desarrollo de dichas capacidades resilientes.

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