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Teorias Criminologicas


Enviado por   •  19 de Enero de 2013  •  7.115 Palabras (29 Páginas)  •  562 Visitas

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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS

“EZEQUIEL ZAMORA” UNELLEZ

CIENCIAS SOCIALES

SUB-PROGRAMA: DERECHO

CRIMINOLOGIA Y CRIMINALISTICA

TEORIAS CRIMINOLOGICAS

Participantes: Facilitador:

Arzola Noel Prof. Maria Valentina Bolivar.

Inojosa Damian

Lugo Endrix

Suárez Zenaida

Vergara Katiuska

Pérez S. Rafael A.

INTRODUCCION

En este trabajo, tal como su título lo indica, se intenta explorar las principales teorías sociocriminales a fin de extraer de ellas elementos teóricos derivados del modelo de sociedad que explícita o implícitamente subyace en las mismas, los cuales permitan fundamentar y formular orientaciones válidas a tener en cuenta en un plan integral de prevención de la desviación social y la delincuencia.

Durkheim propone un modelo de sociedad industrial moderna y equilibrada, en que –contrariamente a la prevaleciente situación actual del país y del mundo- la institución política, promotora y reguladora del bien común de la sociedad, prepondera sobre las demás instituciones sociales, especialmente la económica. En dicha sociedad se da una división del trabajo orgánica y no impuesta, la cual implica igualdad de oportunidades, desempeño de funciones sociales y laborales de acuerdo con la capacidad personal, y correspondencia entre mérito, esfuerzo y recompensa. Tales características hacen que las tendencias hacia la desviación social se debiliten y las tasas de la delincuencia disminuyan significativamente. Merton, en cambio, -sin desmerecer su muy acertada caracterización de la sociedad norteamericana y su reactualización de algunas dimensiones del planteo durkheimiano- busca meramente reformar y mejorar el funcionamiento de la actual sociedad industrial anómica, plagada de injusticia social y peligrosos desequilibrios sociales. A ese fin propone fundamentalmente tres innovaciones: incorporar metas alternativas a las vigentes del éxito económico para distintos estratos sociales; ampliar el abanico de oportunidades legítimas para alcanzar el éxito, y limitar el acceso a las ilegítimas. De esta manera, confía mantener en buen funcionamiento el sistema social y económico vigente con un aceptable control de los problemas sociales y la conducta desviada.

Sutherland, a su vez, considera que la ciudad industrial moderna consiste en una diversidad conflictiva de culturas y grupos sociales organizados a favor tanto del comportamiento criminal como del anticriminal. Por ende, el individuo, en dicha comunidad, se socializa internalizando valores y pautas de una y otra índole y, al final, según cuáles de ellas predominen, desarrollará una personalidad delincuente o no delincuente. La clave, entonces, de la prevención de la delincuencia radica mayormente en la organización solidaria y participativa de la comunidad contra el comportamiento delincuente.

El común denominador de las diversas posiciones de la teoría de las subculturas consiste en un doble aserto: por una parte, estas últimas, susceptibles de revestir formas variadas, son consideradas como reacciones de distintos grupos a problemas de injusticia social sufridos colectivamente, y, por otra parte, tales injusticias se fundan en el conflicto de clases sociales. Es decir, las soluciones que la sociedad general no brinda, bien o mal tratan de ser aportadas por las subculturas, que en gran medida se dibujan sobre líneas de clases. Por lo tanto, para una eficaz prevención es necesario llevar a cabo programas de integración, movilización y participación comunitarias de todos los sectores sociales, pero especialmente de los más postergados. La última de las teorías tratadas, la de la reacción social o labeling en sus distintas versiones, se centra en el proceso de criminalización (hechura y aplicación de las leyes que definen el ilícito) que tiene lugar en una sociedad habitualmente discriminante según categorías sociales de raza, etnia, sexo, clase social, etc. Por consiguiente, también esta corriente sociocriminal sienta como gran premisa de una genuina política preventiva la necesidad de movilizar y organizar la comunidad, en términos de una democracia plenamente participativa, solidaria, laboriosa, creativa y exenta de discriminación e injusticia social.

I.- LA ESCUELA CLASICA.

En los siglos XVII y XVIII surgieron nuevas clases sociales, como por ejemplo los mercaderes, banqueros y los hombres de negocio (los burgueses), llamada esta época como la Era de las Luces. El esfuerzo de mucho trabajo, el pensamiento racional fueron causas que hizo que la Ética Protestante despertara para que las personas alcanzaran su éxito personal. Comenzaron a surgir nuevos cambios en la manera de pensar, alcanzando un auge las ciencias en la búsqueda de las normas legales y desplazando los erróneos caminos de Dios. Gracias a esto se dieron cuenta que el hombre a través de la razón experimento los dolores y placeres, por tal motivo el Estado dejo de ser observado como una entidad divina, que imponía sus castigos y reglas para todos los ciudadanos, sino que se exigió que siguiera los dictados de la razón. La reforma clásica tuvo sus inicios en la última mitad del siglo XVIII en Inglaterra e Italia y se extendió a Europa Occidental y a EUA de allí en adelante.

Teniendo en cuenta que lo mas importante es que La Escuela Clásica no existió como tal desde el punto de vista histórico, sino que gracias a ENRRICO FERRI, que comenzó a llamarle clásicos a los juristas prepositivistas y posteriores a BECCARIA.

BECCARIA en 1764 escribió una obra con el nombre de De Los Delitos y De Las Penas, esta obra fue escrita tan solo cuando el contaba con 26 anos de edad. El trataba de encontrar la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, Escribir las leyes para

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