LAS TEORÍAS CRIMINOLÓGICAS

LAS TEORÍAS CRIMINOLÓGICAS

Vistas desde una perspectiva amplia, las Teorías Criminológicas pueden bien, ser encuadrada dentro de una noción capaz de permear todos los aspectos concernientes a los diversos postulados recogidos dentro de las tesis planteadas con ocasión del estudio del crimen y sus causales principales. De estas formas de exponer las explicaciones a los fines, cuyo objetivo persigue proyectar las citadas teorías con un criterio global de unidad. Así mostramos durante el desarrollo general de los conceptos teóricos de la criminología algunos con poca sustanciación perezcan como muestras de causas del crimen. Es posible que entre ellas conceptos encerrados en razones parciales y otros que se extienden hasta la raíz de varias de las causas productoras de las acciones criminales.

A ese respecto, debemos entender que las Escuelas Criminológicas surgieron de Hipótesis que por sus amplios espectros, lograron aglutinar en sus postulados, causas criminológicas suficientes como para fundar las principales Escuelas dedicadas al estudio del crimen y sus factores generadores, con un nivel de asentimiento más o menos convincente, pero no del todo completo. A esas ideas corresponden las visiones de algunos estudiosos que se adhieren a ellas, por mantener similitud con sus pensamientos al tiempo de abordar la instrucción acreditada en las teorías apoyadas.

TEORÍAS ANTERIORES A LA APARICIÓN DE LA ESCUELA POSITIVA.

Al rememorar acerca de los planteamiento de la antigüedad para aludir a las causales del delito dentro de las tesis sustentadas por los autores de aquella época, nos enfocamos en determinar que a pesar de sus contenidos, estos principios criminológicos no llenaron las expectativas como para consumar la creación de Escuelas Criminológicas propiamente dicho, salvo la Teoría Propuesta por la Escuela Clásica Italiana, apoyada en principios tendentes a mostrar el origen del delito en la responsabilidad de la decisión del agente al momento de actuar con intensión criminal, que es lo que llamamos proceder voluntario o Libre Albedrio. Posición ésta que da lugar a la Teoría del ´´Indeterminismo´´.

Fuera de esta tesis, en tiempos más remotos Platón hizo sus planteamientos dentro de su obra denominada la República, en la cual se pronunció en proporción a los recursos económicos como generadores del crimen, estableciendo a nuestro juzgar, que lo más saludable para la moral de las sociedades es el equilibrio en la repartición de las riquezas, es decir, que cuando los niveles económicos no son ni altos ni bajos, los principios morales de la colectividad estarán más firmes. De su parte el insigne Aristóteles sustentó en sus planteamientos criminológicos extremista, que ´´la miseria produce Rebelión y Delitos´´. A este ideal criminológico se suma Tomas de Aquino al momento de aseverar el hecho de que la pobreza constituye ocasión de robo. Somos de la opinión que en su concepción, Platón esboza una postura de mayor aceptación, puesto que los extremos son por lo general, favorables a la fertilización de los actos criminales.

Teoría del Indeterminismo en sentido estricto.

La postura de la Escuela Clásica ha sido siempre enfocada en un tenor, que no es más que la producción del delito como resultado de la voluntad del agente infractor, y no así de factores endógenos o exógenos, o sea, que la libre decisión de actuar, según sostiene el postulado del Indeterminismo, no es condicionada, sino que responde a lo que emana de la libre elección del individuo. Dicho de otra manera, la Postura de la Escuela Clásica, con César Bonesana, Marques de Beccaria a la cabeza, descarta de manera total la incidencia de los factores fisio-biológicos del agente en la comisión del hecho, desmintiendo también que el mundo circundante pueda influir en la decisión del individuo a la hora de cometer un crimen, porque según la visión criminológica de esta escuela, el factor moral o mental es el único capaz de hacer flaquear para llegar al delito. Con estos esbozos queda descartada cualquier posibilidad de admitir causa alguna como productora del delito, salvo la plataforma teórica de la libre voluntad al momento de decidir actuar malvada o bondadosamente, que no es más que el reflejo de lo que resulte de la conciencia del agente.

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El Determinismo Doctrina posterior al Positivismo.

Este concepto teórico bien definido, está orientado en enrumbar la identificación de las causas del delito en torno a los factores endógenos y exógenos, dado que el agente al actuar, según sostiene este postulado, adquiere responsabilidad penal movido por los factores exteriores e interiores. En plena oposición al Indeterminismo, el Determinismos niega radicalmente que la voluntad de actuar constituya un factor productor de la conducta criminal y por el contrario, sostiene que los aspectos de índole físico, biológico, psíquicos son en sí, los elementos condicionantes del arranque hacia la conducta criminal.

Por las razones antes planteadas, algunos autores declinados por la política del determinismo en la producción criminal sostienen que, de no existir causas de naturaleza física, biológica o psicológica, las personas no cometerían delitos, porque su estado no condicionado se mantendría en condiciones normales y por ende, su actuación también. De esta percepción son excluidos los enfermos, en cuya situación queda descartada la posibilidad de responsabilidad, porque sus actos dependen de una condición mental no deseada.

Los grandes contribuyentes a la postulación de la Teoría del Determinismo son de por sí, los que sostienen causales antológicos por un lado, y sociológicos por el otro. La Escuela Antropológica de su parte, es instauración ideológica de Cesar Lombroso, mientras que la Escuela Sociológica tiene como principal expositor a Enrico Ferri. El primero adujo a la postura del atavismo al sostener que las causas del delito provienen del interior del cuerpo humano, es decir, los factores endógenos o internos; de su parte, Ferri y su Teoría Sociológica, postulan las causas del crimen son de índole social, porque en ella queda explicado que el mundo circundante acondiciona de por sí la conducta del individuo. Sin embargo, Ferri se mostró más abierto a la inclusión de otras tesis entre las que están observadas las de su mentor Lombroso, a quien mostro respeto; además, Ferri entendió que para ampliar el espectro causal de la criminalidad, era preciso admitir leyes criminológicas como el Daltonismo Moral, que no es más que la repugnancia por el bien.

Teoría

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