ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La pena de muerte: historia, procedimientos, ceremonial


Enviado por   •  19 de Abril de 2023  •  Ensayos  •  5.334 Palabras (22 Páginas)  •  53 Visitas

Página 1 de 22

LA PENA DE MUERTE: HISTORIA, PROCEDIMIENTOS, CEREMONIAL.

DANIEL SUEIRO

  1. RESUMEN

La presente obra de Daniel Sueiro, nos presenta los distintos componentes que incorporaron (o incorporan) la pena capital en los distintos países del mundo.

La pena de muerte es un elemento torturador o mortífero empleado desde el principio de los tiempos en múltiples formas, a manos del estado. Esta será realizada por la figura del verdugo quien, a cambio de un salario, se encargará de ejecutar la pena que le haya sido impuesta al reo anteriormente.

El objetivo del inalienable sometimiento del reo, no siempre fue hacer sufrir al reo antes de morir (lo que se conocía como “usque ad necem”) sino que lo que se buscaba era sacar información o establecer una tortura temporal como castigo. El uso de la tortura teóricamente fue abolido en aquellos países más evolucionados aproximadamente hace tres siglos. Sin embargo, aun siendo los partidarios abolicionistas (entre ellos, Beccaria) una clara mayoría y habiendo varios estudios que demuestran la no relación entre la abolición y el aumento del crimen, los suplicios no acabaron ahí.

Una vez introducido y puesto en contexto el tema del libro, el autor nos relata una serie de procedimientos “torturadores” que se siguen utilizando en la actualidad. Estos son: la horca, la decapitación, el garrote, el fusilamiento, la silla eléctrica y la cámara de gas.

En primer lugar, la horca está formada por una estructura de tres vigas con un punto fijo alto, ya sea natural (rama de árbol) o artificial, por el cual se pueda colgar una cuerda de tal forma que al tirar de un extremo de ella pueda correr y subir el otro extremo. Una vez preparada la cuerda, esta es atada alrededor del cuello de la persona, siendo capaz de elevar todo el cuerpo en el aire, sin tocar el suelo con los pies. El propio peso del cuerpo, será el detonante de la dislocación de las vértebras cervicales, provocando la muerte.

Dentro de este sistema había tres variantes: dejar subir al reo por una escalera hasta la altura deseada (tres palmos sobre el suelo) y luego deshacerse de ella para que el reo caiga y cuelgue; mediante un tirón de caballos; o el uso de plataforma con trampilla. En la primera opción, se le colocaba al reo tres sogas en el cuello; dos de ellas para colgar al reo y la restante para que el verdugo obligase al sujeto a subir tras el por la escalera. Este proceso podía durar varios minutos si no se hacía bien. No sería hasta tiempo después, que se descubrió que el condenado podría morir casi al instante, poniendo el nudo de la soga justo debajo de la oreja izquierda.

Alguna que otra vez, el verdugo era sobornado por los conocidos del reo con el objetivo de asegurar que la cuerda del individuo se rompiese en el acto, pudiendo salvar al reo de la muerte. En estos casos, el verdugo se ocupaba de impregnar la soga con líquidos corrosivos para que en el momento en el que se colgase algo de peso la cuerda se quebrase. No obstante, a veces en vez de liberar al culpable, decidían que la sentencia debía cumplirse a pesar de la ruptura de la cuerda, e incluso, se acababa con la vida del verdugo.

En segundo lugar, nos encontramos con la decapitación. La decapitación se basa en cortar el cuello del reo mediante un hacha, una espada o un cuchillo, de manera que la cabeza y el cuerpo se separasen.

La misión del verdugo sería entonces, colocarse a la izquierda del sujeto con las piernas separadas y firmes, levantar el hacha o la espada por encima de la cabeza con ambas manos y dejarla caer en el cuello con toda la fuerza posible. Así la cabeza podía caer o colgar del cuello por un único trozo de piel.

Ya en la revolución francesa, se puso en marcha en nuestro país vecino el uso de la guillotina que, aunque se piensa que es de origen francés tuvo antecesores muy parecidos (el diele, alemán; mannaia, italiana; Halifax gibbete, ingles; malden, escoces…). Fue en 1972, que se instauró la nueva máquina decapitadora llamada por aquel entonces “louissette”. Su sistema se basa en dejar escapar un resorte que, a su vez, libera una cuchilla por la cual se corta sin esfuerzo el cuello al descubierto del reo.

La ceremonia se celebraba en diversas plazas públicas a las cuatro de la tarde, y los reos debían vestir con una túnica encarnada. Cuando la ceremonia terminaba, la cabeza se colocaba nuevamente en su sitio para el posterior entierro.

La siguiente forma de ejecución que nos explica, será el garrote. Esta se originó antes del siglo XV en España, teniendo su mayor esplendor durante la Inquisición durante la aplicación de los autos de fe para ejecutar a los condenados que mostraban arrepentimiento o confesaban su pecado. En 1822 el garrote será el único medio de ejecución en España.

El garrote consistía en un palo con un agujero en la punta, a través del cual se hace pasar una argolla en torno al cuello del reo. La acción de esa especie de collar provoca un estrangulamiento parecido al de la horca sin suspensión en el aire. Hasta que el reo moría podía pasar media hora.

 Igualmente, se distinguen varios tipos de garrotes: el garrote ordinario, suponía para las personas del estado llano ir en caballería mayor y capuz pegado a la túnica al cadalso; el garrote vil para los culpables de delitos infamantes, suponía ir en caballería menor o arrastrados con capuz suelto; y al garrote noble iba la nobleza media montada en caballería ensillada, vestida con gualdrapa negra.

En cuarto lugar, nos encontramos con el fusilamiento, por el cual salía una bola de plomo a través de un tubo de hierro, impactando en el cuerpo del sujeto. Su origen se localiza en XIII con el descubrimiento de la pólvora, y sus antecesores son el arcabuz, la culebrina y el mosquete. Será este último el que de origen al actual fusil.

A diferencia de los anteriores, el fusilamiento no necesita de ningún verdugo, sino que lo realizan varios tiradores. Estos están dirigidos por un hombre con graduación militar, quien decide cuando disparar y se encarga de dar el tiro de gracia (ultimo tiro que se le concede al reo para morir rápido y sin dolor). A veces para que ningún tirador se sienta culpable después de realizar la ceremonia, se dejan varias pistolas sin bala (algo inútil ya que el retroceso del rifle nos hace saber si estaba vacía o no)

Concretamente, la ceremonia consistía en la lectura de la sentencia, la colocación del sujeto en el lugar que le corresponde (a 6 metros de los tiradores, de pie, de espaldas, atado a una silla, de frente…), la colación de los tiradores con el fusil apuntándole al pecho y, finalmente, la orden de fuego por parte del jefe del pelotón. Seria posteriormente el medico quien decidiese si dar o no el tiro de gracia.

Uno de los lugares más comunes para realizar dicha pena es el paredón, en el cual los tiradores buscan ocultarse tras un muro levantado. Para la victima la existencia de este no traerá nada positivo pues al morir queda retorcido en la tierra.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (31.5 Kb)   pdf (187.5 Kb)   docx (21.7 Kb)  
Leer 21 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com