Desarrollo de destrezas para el aprendizaje

[pic 1]

UNIVERSIDAD DE ORIENTE – NUCLEO BOLÍVAR

UNIDAD DE ESTUDIOS BÁSICOS

DEPARTAMENTO DE SOCIOHUMANIDADES

DESARROLLO DE DESTREZAS PARA EL APRENDIZAJE

SECCION 03 MEDICINA

[pic 2][pic 3]

[pic 4][pic 5]

     Existen factores determinantes en el comportamiento y personalidad humanos, que están directamente influenciados por factores externos que a su vez provocan fenómenos internos de asimilación, negación, aislamiento, ejecución de mecanismos de defensa y otros, los mismos son los procesos cognitivos y estructuras mentales que se van formando a medida que damos respuesta a los acontecimientos que nos ocurren en la vida diaria.

• Estructuras Mentales

Refiriéndose a esta, no se habla como tal de cierta anatomía o estructura definida, las estructuras mentales son elementos intangibles que se moldean a lo largo de nuestra vida con base en nuestras experiencias y aprendizajes externos, sea por eventos, palabras, o internos, gracias a fenómenos mentales. Según Betancurt (2019) “La estructura de la mente está compuesta por varios elementos esenciales:   pensamientos, sentimientos y sensaciones que determinan nuestra conducta. Sin embargo, la mayoría de las veces no somos capaces de identificar conscientemente sus componentes, características y mecanismos más básicos.” (p.1)

Aunque la mente esté definida como un sistema completo con la capacidad de ser consciente de nuestros propios procesos, existen términos de percepción como los son: consciente, inconsciente y preconsciente, de los cuales nosotros manejaremos la información. Donde la consciente está basada en percepciones de la realidad (eventos que sabemos que suceden), la inconsciente es principalmente acerca de los procesos internos mentales que no somos capaces de percibir y la preconsciente se trata de información transitoria fácil de recuperar en nuestra memoria. (Betancurt, 2019)

Muchos de nosotros basamos nuestra estructura mental en ideas que vamos desarrollando a lo largo de nuestra niñez y adolescencia a medida que vamos desarrollando una personalidad distinguible, ya que durante la infancia usualmente adecuamos nuestro comportamiento según lo que nuestros progenitores aprueban y observan. Según Chichón (2020)

 “…Venimos como un mapa en blanco. Cuando nacemos por pura supervivencia necesitamos tener la atención de papá y mamá; a partir de allí lo que va a suceder es que cualquier comportamiento que el niño haga va a valorar si consigue la atención de papá y mamá. Si lo consigue, va a definir que su comportamiento es adecuado, si por el contrario no consigue la atención de papá y mamá va a rechazar ese comportamiento y lo va a sacar de esa estructura … porque hay dolor emocional asociado”

Asimismo, afirma que los niños hasta los siete años están en un estado de aprendizaje hipnótico donde van a absorber y grabar todos los comportamientos de su entorno en especial los de sus papás, dando a entender que la aceptación de esto es clave para moldear y generar un nuevo comportamiento que le dé característica a la nueva estructura mental a raíz de una acción que generó dolor emocional. Por lo tanto, la estructura emocional que tenemos en nuestra niñez no será igual a la de otras etapas de la vida en las que el desarrollo y el crecimiento personal será parte de nosotros. Así tenemos un concepto de que lo que nos genera placer lo aceptamos como correcto y lo que nos genera dolor lo rechazamos. Lo que de alguna manera acepta la teoría motivacional de Sigmund Freud en cuanto al crecimiento personal, observamos nuestras metas como lo correcto y nos impulsamos a hacerlo por aceptación propia.

Retomando la conceptualización de las estructuras mentales, existen diversos campos en la estructura que dan personalidad al individuo “Por ejemplo, estructura del ego, estructura de la personalidad, estructura de la motivación, etc., dando por hecho que determinados elementos psicológicos son o poseen estructura.” Pardos (2021).

Siendo así, se entenderá que cada uno de los individuos posee una estructura mental única que desencadena un mecanismo de respuesta cognitivo dependiendo del conjunto de elementos únicos de la persona, según Freud se pueden desatar de 11 maneras: “Represión, Negación, Sublimación, Formación Reactiva, Desplazamiento, Proyección, Racionalización, Intelectualización, Aislamiento de Afecto, Supresión y Humor.” (Freud, tal como Betancur, 2019)

Según Freud (tal como Instituto Europeo de Educación, 2020), la estructura general de nuestros criterios se clasifica en las siguientes capas:

El Super Yo: La capa más alta, representa el principio de la realidad. Es el nivel hiper consciente del individuo, somos máximamente conscientes de lo que pasa en este nivel. Es una estructura normativa y punitiva, es decir, nos dice cómo hacer las cosas. Como más sentido común tengamos, necesitamos menos normativas. Se le llama normativa porqué es la parte de la mente que nos dice cómo tenemos que hacer las cosas. En otras palabras, la parte moral de la mente.

Esta nos da instrucciones sobre cómo tenemos que actuar, que es bueno moralmente y que es malo. Prescribe unas normas de carácter ético a seguir. Es también punitiva porqué nos dice que, si no cumplimos estas normas, tendremos un castigo.

El Eso: En este nivel encontramos los deseos y las pulsiones, las desazones más primitivas de las personas. Se trata de la estructura mental más antigua, está eso más arcaico, parte de una fase más regulada en el curso de la evolución.

El Yo: El psicoanálisis dice que en este nivel se producen los discursos racionalizadores. Hace una función de árbitro entre las exigencias morales del Súper Yo y los imperativos del placer del Eso, que explicaremos más adelante. El Yo es la parte consciente de la persona, la que nos es más habitual en el día a día.

• Factores que influencian las estructuras mentales

Estos se traducen en todos los acontecimientos que ocurren en nuestras vidas en cada uno de sus aspectos, hechos que ocurran en casa, fuera de casa, con amigos, con familia, en el trabajo y muchos otros sentidos que la mente puede hacernos sentir obligada a hacer al momento de buscar la aceptación. Se pueden clasificar en algunos de estos niveles de absorción:

a) nivel fisiológico, basado en procesos bioquímicos en la base funcional de la unidad básica del cerebro que es la neurona

 b) nivel cognitivo, el que sirve para analizar los procesos psicológicos que intervienen en el aprendizaje, y el conocimiento a través de las representaciones de la realidad.

 c) nivel estándar, que nos sirve para comprender las representaciones de la realidad a través de símbolos. (Blog Cerebro Digital, 2008)

A raíz de esto se da a entender que de niños como de adultos podemos absorber procesos internos para obtener un nuevo aprendizaje, también incluye la capacidad de reflexión y canalización de emociones, sin embargo, no se le otorga el mismo grado de importancia o impacto, del nivel estándar contamos con un amplio espectro de representación real desde que nacemos, en cuanto a las cosas que vemos que otros hacen y sentimos que podremos repetir ya que es adecuado, o aprobado por los demás.

• Estrategias de las Estructuras Mentales

Constituyendo la mente como estructura total, descubrimos entidades simples y elementales como ideas, deseos, sensaciones, recuerdos, etc. Entidades que podemos encontrar integradas en estructuras compuestas: creencias, actitudes, conocimientos. Y en otras mucho más complejas constitutivas de super estructuras, como sería el conjunto de elementos almacenados en la memoria. Para algunos autores, la personalidad, el autoconcepto, el yo, constituye la más sofisticada expresión de las estructuras psíquicas. La integración de todas ellas hemos de entender configuran la mente, frente al cerebro integrado por la arquitectura fisiológica. Como ocurre en el orden natural de las cosas, las estructuras mentales están conformadas por subestructuras. Estas se superponen de forma estratificada en orden creciente de complejidad y capacidad funcional, desde los elementos simples, células del psiquismo, hasta las estructuras más complejas. En un nivel superior de organización cobran existencia en la mente: propósitos, fantasías, recuerdos, etc. Son capaces de asociarse a otras microestructuras para formar elementos complejos como conceptos y disposiciones. Sumados entre sí darán lugar a estructuras aún más complejas como actitudes, creencias y así sucesivamente hasta la configuración del Yo, la conciencia o el psiquismo, como macroestructura mental. Así ocurre en toda la naturaleza conocida por la ciencia. Es fundamental para la psicología entender qué tipos de estructuras pueden existir en la mente y cómo deben ser éstas, pues con tal ayuda quizás podamos iluminar el camino hacia su definitivo conocimiento.

¬ Ejemplos y Aplicación:

 Ante un mal inicio en una competición muchos deportistas suelen adoptar la terrible creencia de: “Hoy tengo un mal día”. La implicación que tiene esa creencia es que construimos una realidad en la que no tenemos control sobre lo que pasa. Aceptamos esa situación y nos quitamos la responsabilidad de poderla mejorar. Así pues, como “hoy no es mi día, es normal que las cosas no me salgan bien. Ya lo haré mejor otro día en el que tenga mejores sensaciones”. El resultado de esta creencia en nuestra conducta es que no luchamos para intentar revertir la situación. Desde la disciplina de un entrenador, a ese tipo de creencias que condicionan el desarrollo se las ha llamado “creencias limitantes”. Un buen psicólogo o entrenador será el que, en base a su trabajo, sea capaz de hacer reflexionar al cliente para que él mismo modifique sus creencias y su estructura cognitiva. De esa manera, al sustituir las creencias limitantes por otras potenciadoras del desarrollo, el cliente construirá una realidad más beneficiosa para su progreso.

...