Desarrollo Y Aprendizaje

DESARROLLO Y APRENDIZAJE

Para Jean Piaget el desarrollo es un proceso relacionado con las estructuras del conocimiento. La modificación de los esquemas que componen las estructuras mentales a través de la asimilación de informaciones, puede darse porque aquellos están preparados o tienen la suficiente madurez para lograr integrar este nuevo contenido.

De ahí que para Piaget el aprendizaje es subordinado del desarrollo, es decir, el individuo no puede adquirir un nuevo conocimiento sin una previa maduración de sus esquemas que propicie la adquisición de un nuevo aprendizaje.

En base a esta definición Piaget señala 4 periodos en el desarrollo de las estructuras cognitivas a los que denomina “estadios”.

El primer estadio es el sensorio-motriz el cual se extiende hasta los 14 meses de edad, en esta etapa ocurren varios aspectos: al nacer el niño actúa en función de sus reflejos, los cuales son motivados por sus necesidades fisiológicas. Por ejemplo, cuando un bebé siente hambre, frió o se hizo popó recurre al llanto como un reflejo para expresar, inconscientemente, su necesidad de satisfacer sus instintos. A partir del 5to o 6to mes las sensaciones, percepciones y movimientos del niño se organizan en lo que Piaget denomina “esquemas de acción”. Por ejemplo, el niño percibe un objeto y utiliza el movimiento para tratar de alcanzarlo, objetivo que cuando se logra le provoca sensación de bienestar o placer. De esta forma el niño asimila este objeto a sus estructuras mentales o esquemas de acción las cuales se trasforman luego de la integración mental del objeto.

El segundo estadio es el preoperatorio, que abarca aproximadamente hasta los 6 años. Es la etapa del juego simbólico donde los objetos representan para el niño cosas diferentes a las que en realidad son, por ejemplo, cuando toman una escoba para ellos representa probablemente un caballo, de modo que le habla y lo monta como si de verdad lo fuera.

Esta función simbólica presenta un gran desarrollo entre los 3 y los 7 años, durante este periodo el niño ya es capaz de representar mediante el juego deseos o situaciones vividas, aunque tal representación de situaciones las produce de la manera en que él las percibe. Esto le ayuda nuevamente a asimilar estas situaciones a sus esquemas de acción.

Durante esta etapa, mediante su convivencia con las personas que le rodean, el niño construye sentimientos hacia ellos, especialmente hacia quienes responden a sus necesidades afectivas y le valoran.

El tercer estadio es el de las operaciones concretas que se sitúa entre los 7 y los 11 ó 12 años. En esta etapa ocurre un avance en la socialización y el pensamiento del niño se hace mas objetivo, así mismo se favorece su conducta en el sentido de cooperación.

El cuarto estadio es el de las operaciones formales que comienza desde los 11 ó 12 años hasta los 14 ó 15. En esta etapa el niño presenta un desarrollo máximo de sus estructuras cognitivas y, por lo tanto, es capaz de formular hipótesis lógicas a fenómenos físicos. Con la aparición de la adolescencia comienza la sensación de la auténtica autonomía y, aunque comprende que sus actividades contribuyen a su propio futuro, su plan de vida suele ser un tanto ingenuo.

Por su parte, Vygotsky señala que todo el aprendizaje que el niño encuentra en la escuela tiene ya una historia. Definitivamente estoy de acuerdo con tal afirmación, ya que cuando se trata de dar un nuevo contenido, por muy desconocido que este sea, existen conceptos relacionados que hemos adquirido con anterioridad, incluso desde mucho antes de asistir al jardín de niños. A partir de ese conocimiento previo es que puede adquirirse un nuevo aprendizaje.

Este autor afirma, además, que el aprendizaje y el desarrollo están relacionados desde los primeros días de vida del niño. Para Vygotsky el desarrollo es la capacidad que los individuos, progresivamente, adquieren para resolver problemas por sí solos de acuerdo a su nivel de desarrollo, lo cual se logra a través de la maduración de sus estructuras cognitivas, por lo tanto define la zona de desarrollo próximo como una fase en la que los niños pueden resolver problemas en interacción con otras personas y que próximamente serán capaces de resolverlos por si mismos, esta etapa fué denominada por el autor como nivel de desarrollo real. Sin embargo, creo que en la zona desarrollo próximo los niños ya cuentan con un esquema apto para comprender el problema, aunque no para resolverlo individualmente, de ahí que es de gran importancia el aspecto de interacción, ya que con la maduración de ciertos esquemas para lograr entender el problema y la aplicación de contenidos de acuerdo su nivel de desarrollo, se logrará así un desarrollo cognitivo real.

Aunque para este autor el aprendizaje no equivale a desarrollo, afirma que cuando aquel es organizado y apto para ser asimilado conlleva al logro de un desarrollo cognitivo real.

Es importante señalar la afirmación de Vygotsky:“el aprendizaje humano presupone una naturaleza social específica y un proceso, mediante el cual los niños acceden a la vida intelectual de aquellos que le rodean”. En este texto el autor toma como punto de partida la interacción del estudiante con otras personas a la que atribuye una gran importancia como aspecto fundamental para lograr, luego de la zona de desarrollo próximo, un nivel de desarrollo real.

Por otro lado, Sigmund Freud, fundador del psicoanálisis (un conjunto de teorías que tratan de demostrar los instintos que motivan el comportamiento y que son ignorados por el sujeto; también es usado como tratamiento para la neurosis), a partir del concepto de la existencia del inconsciente, donde según Freud se encuentran reprimidos los traumas infantiles, utiliza inicialmente la hipnosis para acceder a los contenidos inconcientes y posteriormente, recurre a la interpretación de los sueños. Uno de sus legados es que las experiencias vividas en la niñez influyen en la personalidad del individuo.

Freud atribuye la causa de la neurosis a la represión de los instintos sexuales y elabora una de las más completas teorías sobre la sexualidad, donde considera 4 fases en el desarrollo psicosexual a partir del concepto de “líbido”: la fase oral se extiende hasta el primer año de vida y es caracterizada porque las satisfacciones del niño dependen del deseo de mamar, chuparse el dedo, etc; el niño se encuentra en un estado de dependencia de la madre que se convierte en objeto de la líbido y, debido a que sus necesidades son cubiertas sin esfuerzo, se dice que experimenta una sensación de omnipotencia.

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