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Parcial estimulación temprana


Enviado por   •  2 de Agosto de 2023  •  Exámen  •  4.042 Palabras (17 Páginas)  •  43 Visitas

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PARCIAL ESTIMULACIÓN TEMPRANA.

FECHA: 10/06/20.

1- Tomando como punto de partida las ideas de Piaget, defina el nivel sensorio-motor. ¿Existe la función simbólica en este nivel? Explique fundamentando desde el autor mencionado.

2-La autora Virginia Satir en su libro “PEOPLEMAKING”, menciona dos tipos de familia: enriquecedora y conflictiva.

  1. Defina ambos conceptos teniendo en cuenta la bibliografía citada.
  2.  Explique de qué forma puede utilizar estos conceptos para su trabajo como estimuladora temprana. Ejemplifique.

3-Tomando como punto de partida el artículo “El lugar del jardín de infantes en la detección de niños con dificultades en el desarrollo”, responda:

  1. ¿Qué lugar ocupa la observación de los niños/as en el ámbito escolar?
  2. ¿A qué se refiere la autora cuando habla de pluralidad de infancias?, explique qué incidencia tiene este concepto en la visión que la escuela tiene del niño/a.
  3.  ¿Cuáles son aquellos indicadores qué, observados en los niños/as en la cotidianeidad de la vida escolar deben alertarnos? Por favor remítase a la bibliografía mencionada.

4- Tomando como referencia el libro “El juego simbólico”, defina y ejemplifique el papel del educador en el juego simbólico.

5-Tomando como bibliografía el libro “El juego simbólico”, defina:

  1. Juego pre simbólico.
  2. Juego simbólico.
  3. Ejemplifique como el adulto puede favorecer el paso de un tipo de juego a otro.

1- Piaget denominó período Sensorio Motor a la etapa evolutiva que abarca desde el nacimiento hasta los 2 años de edad. El mismo está compuesto por tres subestadíos que dan cuenta de los diferentes procesos y adquisiciones de los niños a lo largo de su crecimiento y desarrollo. Así, la inteligencia sensorio motriz se construye activamente por el sujeto a lo largo de estos subestadíos, hasta lograr la capacidad de adaptación al medio que se puede observar en el niño al final de su segundo año de vida, y que se encuentra completamente ligada a la adquisición de las primeras formas de representación mental.

En lo que respecta a los subestadíos que conforman el nivel sensoriomotor, podemos distinguir tres períodos, el de los reflejos, el de la organización de las percepciones y de los hábitos, el de la inteligencia sensorio-motora.

El período de los reflejos constituye el primer mes de vida del niño. En él, la vida mental se reduce al ejercicio de aparatos reflejos, es decir, coordinaciones sensoriales y motoras, ajustadas hereditariamente y correspondientes a tendencias instintivas como, por ejemplo, la nutrición, a través del reflejo de succión. Estos reflejos manifiestan, desde un principio, una auténtica actividad que da cuenta de la existencia de una precoz asimilación sensorio-motriz. De esta manera, el recién nacido asimila una parte de su universo por medio de la succión, y podríamos afirmar que, en su comportamiento inicial, para él, el mundo es, esencialmente, una realidad que puede ser succionada.

El período de la organización de las percepciones y de los hábitos se extiende entre el primer y el cuarto mes de vida del lactante. En esta segunda fase, aparecen la sistemática succión del pulgar y los gestos de girar la cabeza en dirección a un ruido, o de seguir a un objeto en movimiento. Desde el punto de vista perceptivo se constata, a partir del momento en que el niño sonríe (aproximadamente a las cinco semanas de vida), que reconoce a determinadas personas en oposición a otras, pero de todas formas, no podemos atribuirle aún la noción de persona o incluso de objeto, dado que lo que reconoce sonriendo, son las apariciones sensibles y animadas, lo cual aún no demuestra nada en relación a su sustancialidad, ni a la disociación del yo y el mundo exterior. Por otro lado, el lactante comienza a asir lo que ve y esta capacidad de prensión, y posterior manipulación, duplica su poder de formar nuevos hábitos. En un principio, esos hábitos motores nuevos y los conjuntos perceptivos, constituyen un mismo tipo de sistema, el de los esquemas sensoriomotores. De esta manera, se va a producir un ciclo reflejo, cuyo ejercicio, en vez de repetirse constantemente, incorpora nuevos elementos y constituye, junto con los mismos, totalidades organizadas más amplias, mediante progresivas diferenciaciones. Posteriormente, basta que algunos movimientos del lactante desemboquen fortuitamente en un resultado asimilable a un esquema anterior, para que el niño reproduzca inmediatamente estos nuevos movimientos, que constituyen lo que Piaget denominó “reacción circular”, la cual representa un papel esencial en el desarrollo sensorio-motriz y equivale a una forma más evolucionada de asimilación.

Por su parte, el período de la inteligencia sensorio-motora comprende entre los 4 y 8 meses del niño. La inteligencia aparece, efectivamente, mucho antes que el lenguaje, o sea mucho antes que el pensamiento interior, que supone la utilización de los signos verbales y del lenguaje interiorizado. La misma, es una inteligencia totalmente práctica, que se aplica a la manipulación de los objetos y que utiliza, en vez de las palabras y los conceptos, percepciones y movimientos organizados, en lo que Piaget denomina “esquemas de acción”

Para poder comprender de qué manera se construyen estos actos de inteligencia, necesitamos referirnos a dos tipos de factores. En primer lugar, las conductas precedentes se multiplican y diferencian cada vez más, hasta adquirir una agilidad suficiente como para registrar los resultados de la experiencia. Por otra parte, los “esquemas de acción”, construidos a partir del nivel de la fase precedente y multiplicados mediante estas nuevas conductas experimentales, se hacen susceptibles de coordinarse entre sí, mediante asimilación recíproca, a la manera de lo que serán más tarde las nociones o conceptos del propio pensamiento.

Existe, entonces, una asimilación sensorio-motriz comparable con lo que será posteriormente la asimilación de lo real mediante las nociones y el pensamiento. Por tanto resulta lógico que estos distintos esquemas de acción se asimilen entre sí, o sea, se coordinen de tal modo que unos asignen un objetivo a la acción total mientras que otros le sirvan de medios, y es mediante esta coordinación, comparable a la de la fase precedente, pero más móvil y ágil, como se inicia la propia inteligencia práctica. Ahora bien, el resultado de este desarrollo intelectual es, efectivamente, el transformar la representación de las cosas, hasta el extremo de modificar o invertir totalmente la posición inicial del sujeto en relación a ellas.

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