Bisicleta Verde

Wadjda es una niña de 10 años que vive en los suburbios de Riad, la capital de Arabia Saudí. A pesar de vivir en un mundo tan conservador en el que las mujeres son un cero a la izquierda, Wadjda es divertida, le encanta la música que viene de América y se aprovecha de su estatus de niña para cruzar los límites de lo que está prohibido para el sexo femenino en su país. Esta pequeña pasa sus días yendo a la escuela, estudiando, conviviendo con su amigo Abdullah (Abdullrahman Al Gohani) y su madre (la bella Reem Abdullah) y, a diferencia de otras niñas de su edad, no teme retar a su contraparte masculina, expresar sus puntos de vista en la escuela y hasta mostrar discrepancias con la directora.

Un día, Wadjda se encapricha con una bonita bicicleta verde y con la que quiere retar a una carrera su amigo Abdullah, con quien no debería jugar. Por desgracia para Wadjda, las bicicletas no son un juguete para las niñas, ya que están consideradas como un peligro para la dignidad y el honor de una chica. Pero el afán por obtener la bicicleta es la punta de lanza que la llevará a buscar dinero de diferentes maneras para adquirirla, incluso ingresar a un concurso de Corán en la escuela, lectura que es todo un reto intelectual y artístico: hay que cantarlo desde el corazón, y con la entonación y pronunciación adecuadas.

Aún más, este deseo prohibido que en nuestro esquema mental podría parecer un detalle sin importancia, simboliza un grito de libertad que desafía los usos y costumbres de una cultura lejana, con sus propias reglas y tradiciones.

Sin embargo, esta niña nunca tiene comportamientos irrespetuosos ni violenta las reglas, es sólo un alma rebelde en busca de igualdad.

También expone cómo estas mujeres pueden ser casadas por sus familias cuando ni siquiera han llegado a la adolescencia, como le ocurre a una compañera de Wadjda; o que los hombres tener más de una esposa, sin importar los sentimientos de quien dejan atrás.

La cultura de Arabia Saudita está codificada por la religión y los principios morales heredados de una larga tradición cultural musulmana. En este sentido, el comportamiento, la vestimenta y la alimentación están sujetos a las restricciones que aplica la Sharia (ley islámica). Si bien los árabes están bien informados sobre el respeto a las libertades en Occidente, la monarquía que domina el país impide completamente la libertad de expresión. Por eso no existen partidos políticos, sindicatos o foros públicos de ningún tipo.

La economía de Arabia Saudí está basada en la extracción del petróleo, con un fuerte control gubernamental sobre las principales actividades económicas. Arabia Saudí es el país con las segundas mayores reservas de petróleo ya descubiertas (más del 20% del total mundial), es el segundo mayor exportador de petróleo del mundo y tiene un papel de liderazgo en la OPEP. El sector petrolero

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