EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE DE LA HISTORIA EN LA BÁSICA SECUNDARIA

1. EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE DE LA HISTORIA EN LA BÁSICA SECUNDARIA

Con el presente capítulo se busca ilustrar los referentes teóricos que han tratado la problemática y sus posibles soluciones, así mismo los lineamientos planteados por el estado para orientar de manera pedagógica la enseñanza de dicha asignatura, que constituye el fundamento de la propuesta de investigación; y con ello aportar un grano de arena para conseguir los fines y metas en el desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje de la asignatura.

La enseñanza-aprendizaje de la Historia continúa siendo objeto de interés en la investigación educativa, muchas de las dificultades de los estudiantes, se presentan por la desmotivación al estudiar la Historia y de los maestros por el desconocimiento de los procesos metodológicos, curriculares y socioculturales que subyacen en los fundamentos teóricos y didácticos; la no apropiación de estos referentes ha generado obstáculos en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Parece que la práctica docente actual, además de compleja, no ofrece modelos demasiado innovadores a los futuros profesores de Historia, predomina una práctica transmisiva en la que la comunicación sigue siendo unidireccional –del profesor al alumno-, en la que las tecnologías de la sociedad de la comunicación y de la información penetran, si penetran, muy lentamente, y en la que, probablemente, perdura una concepción de la historia más cercana a la que predominaba a principios del siglo XX que a la que debería predominar a principios del XXI. (Pagés, J, 1976 p. 160).

Por todo esto el maestro debe tener en cuenta las necesidades de sus alumnos y estimular y motivar a los jóvenes hacia un mejor aprendizaje de la asignatura proporcionando a los infantes una verdadera interiorización de los conocimientos que lo conlleven a traspolarlo a su realidad y a partir de allí mejorar su contexto social e histórico, es decir, convertirse en un ente transformador de su entorno, evitar que se cometan los mismos errores históricos a través del desarrollo de la humanidad y que situaciones en los que dominan los más “poderosos” se eviten y se cambie la concepción que se tiene de la asignatura como repetición de los hechos pasados que se hacen de forma cíclica.

1.1 Fundamentos Teóricos acerca del Proceso Enseñanza Aprendizaje de la Historia

La enseñanza aprendizaje es un proceso que tiene como fin la formación del estudiante porque; este contribuye a la apropiación de conocimientos, habilidades, hábitos, normas de relaciones, de comportamiento y valores, que van a permitir al educando tener una formación integral. En este sentido es menester decir que los docentes deben tener presente que este proceso no va a orientado solamente al cómo se enseña, sino que debe ir más allá, y buscar reflexionar sobre él. ¿Cómo están aprendiendo los estudiantes?, ¿cuáles son los procesos internos que lo llevan a que este aprendizaje sea significativo?, Y de esta manera entrar a mirar en qué forma él puede aportar y propiciar un mejor aprendizaje en los educandos.

Según González, O (2001)“El aprendizaje es el proceso de adquisición cognoscitiva que explica, en parte, el enriquecimiento y la transformación de las estructuras internas, de las potencialidades del individuo para aprender y actuar sobre su entorno, de los niveles de desarrollo que contienen grados específicos de potencialidad” (p.2). Además en el aprendizaje puede decirse que influyen condiciones tanto internas como externas, las primeras relacionadas con lo biológico y psicológico, y la segunda referente a lo externo, se relaciona con la labor docente, es decir, los aprendizajes externos van a depender de la manera como el docente organiza la clase, sus contenidos, métodos, actividades, entre otras.

Las actividades de enseñanza que realizan los profesores están inevitablemente unidas a los procesos de aprendizaje. Por consiguiente el objetivo de docentes y discentes siempre consiste en el logro de determinados objetivos educativos y la clave del éxito está en que los estudiantes puedan y quieran realizar las operaciones cognitivas convenientes para ello, interactuando adecuadamente con los recursos educativos a su alcance. En este orden de ideas el trabajo cotidiano del profesor es hacer posible un buen aprendizaje de sus alumnos en el desarrollo de las clases y que ese aprendizaje sea integral, que les sirva para desenvolverse como persona en el presente y el futuro. Es evidente entonces que una de las características fundamentales de la enseñanza es la intencionalidad, ya que los estudiantes aprenden por fuera del aula cantidad de conocimientos de manera cotidiana, pero el reto del docente es hacer que estos le den sentido a esos conocimientos para que puedan utilizarlos en otros contextos distintos a la escuela, en efecto el docente debe buscar estrategias que permitan potenciar el aprendizaje de los alumnos. Para ello deben realizar múltiples tareas: programar su actuación docente, coordinar su actuación con los demás miembros del centro académico es decir, propiciar trabajo en equipo, buscar recursos didácticos y educativos, realizar las actividades de enseñanzas propiamente dichas con los estudiantes, evaluar los aprendizajes y su propia actuación.

Desde esta perspectiva Concepción, M.R. y Rodríguez, F., (2005), conciben la enseñanza como el proceso que tiene tres funciones específicas: la “instructiva (transformar el pensamiento, conocimientos, habilidades), la desarrolladora (formar en plenitud de facultades mentales y físicas) y educativa (transformar sentimientos, actitudes y valores). Estas funciones se manifiestan en un proceso común pero con intenciones diferentes” (p.11). Es decir la funcionalidad del proceso es conseguir la transformación del individuo no solo desde un ámbito intelectual sino también humano.

Se sabe que la enseñanza de la Historia en las escuelas es fundamental, ya que le permite comprender los sucesos que han ocurrido en la vida del ser humano, es tomar conciencia del cómo se vivía anteriormente tanto en lo social, cultural, económico y en todos los aspectos. Se debe poner más atención en saber por qué se dieron determinados hechos como se suscitaron y no solo conocerlos, si no que repercusiones han tenido en el presente, es decir, ver los hechos y temas del pasado, cómo fueron vividos por las personas de entonces; para reconocer la diferencia entre un hecho y una hipótesis, entre la realidad y la ficción, entre la evidencia y la afirmación, con objeto de desarrollar el pensamiento crítico en los ciudadanos del mañana.

En este orden de ideas Carretero, M

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