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EMILIO O LA EDUCACIÓN


Enviado por   •  21 de Noviembre de 2013  •  2.604 Palabras (11 Páginas)  •  286 Visitas

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EMILIO O LA EDUCACIÓN

INTRODUCCIÓN

"El Emilio" es una de las obras literarias más importantes y destacadas de Jean-Jacques Rousseau cargada de un gran contenido pedagógico.

Son tres los postulados esenciales del sistema, que por otra parte son los principios del autor que más se han difundido en el pensamiento moderno.

El primero afirma que la naturaleza es buena y como la raza humana proviene de ella, también es bondadosa, porque es de origen divino. Pero en la realidad, esta naturaleza, a la que Rousseau no se cansa se exaltar, es rápidamente pervertida por el pecado social. “Los niños no tienen los mismos deseos que los hombres, pero expuestos como ellos, a la suciedad que repugna los sentidos, de esta sola sujeción pueden tomar las mismas lecciones de bien parecer”

Y esto nos lleva al segundo postulado dice que la sociedad actual es mala. Rousseau plantea un sistema educativo que permita al “hombre natural” convivir con esa sociedad corrupta. Así mismo, en la novela del joven Emilio y su tutor, el autor ilustra cómo se debe educar al ciudadano ideal. La educación del niño se debe realizar al margen de la vida social.

De los cinco libros en los que se divide la obra de Rousseau, el primero está dedicado a un modelo para la educación de Emilio hasta llegar a los 5 años. En el segundo libro se desarrolla el modelo hasta los 12 años del niño. En el tercero, una vez ya adquiridas las sensaciones, las habilidades y la inteligencia para los razonamientos, se emplea el modelo para los 15 años, donde se despiertan en Emilio conocimientos más difíciles, se formulan preguntas que derivan de experiencias. El cuarto libro formula el modelo para la adolescencia del humano, es concentrado en valores, vivencias y, también, se reflexiona sobre las relaciones sexuales y la necesidad de una pareja para el ahora joven. Por último, el quinto libro alude a la educación de Sofía la “mujer ideal” y futura esposa de Emilio, y a la vida doméstica y civil de éste.

DESARROLLO

LIBRO PRIMERO

Su unidad temática es la infancia, entendida (como propone Rousseau) en su sentido etimológico: in-fans = "el que no habla", es decir, el niño que aún no articula clara y adecuadamente el lenguaje de sus mayores. En este primer libro, Rousseau ya insiste en lo que será su máxima a lo largo de toda la obra: "seguir a la naturaleza", o sea, sujetarse a las necesidades naturales: comer cuando y solo si se tiene hambre, beber cuando y solo si se tiene sed. . . y obrar, siempre que se pueda, por uno mismo, sin pedir ayuda innecesaria.

Para Rousseau, hay tres tipos de educación: la educación de la naturaleza (desarrollo de nuestros órganos y de nuestras facultades innatas), la educación de los hombres (el uso que, de los mayores, aprendemos a darles a nuestros órganos y facultades), y la educación de las cosas (la experiencia que tenemos de los objetos que nos afectan). La primera educación no depende de nosotros, pues está determinada desde el nacimiento. La tercera está sujeta, en mayor o menor grado al azar. La segunda, en cambio, es el campo propio de la labor del maestro, y depende plenamente de la relación que se establezca entre el preceptor y su discípulo.

Rousseau propone una educación que tiene un fin preciso: educar para la vida, o en otras palabras, hacer del niño un hombre que sea dueño de sí. La educación es un arte, y por tanto, depende menos de los conocimientos del preceptor que de su ingenio y habilidad para transmitirlos, y para ganarse la buena voluntad de su discípulo. La verdadera nodriza es la madre y el verdadero preceptor es el padre, pues no hay que confiar ni en las nodrizas ni en los maestros que cumplen sus funciones a cambio de dinero.

Por ello, Rousseau opina que quienes no pueden o no quieren encargarse de la crianza y formación de sus hijos, deben renunciar a sus derechos de padres (en favor de otro que sí esté dispuesto: un preceptor-padre sustituto. No cualquiera, por supuesto, sino alguien que tenga las cualidades necesarias para actuar como un segundo padre, realizar su labor desinteresadamente, y convertirse en el mejor amigo de su alumno. Para que esto llegue a ser tal cual se expone, a cada preceptor debería corresponderse un solo discípulo, y a cada discípulo, un solo preceptor. Los primeros años de la vida de un niño hay que dedicarlos exclusivamente a formar al infante en las necesidades naturales: se le enseña a obedecer solo por necesidad, no por temor, y a no pedir lo que pueda obtener por sí mismo.

LIBRO SEGUNDO

Su unidad temática es la niñez, desde que el pequeño comienza a hablar hasta que tiene unos doce años. El preceptor continúa formando a Emilio en las necesidades naturales. Lo anima a ejercer sus facultades sensoriales y a ejercitar su cuerpo (jugar, correr, saltar, nadar...) La educación moral, a esta edad, debe consistir en ejemplos, no en reglas (nada de "catecismos" con preguntas y respuestas preestablecidas). La educación intelectual debe partir siempre de un interés sensible, y ha de desecharse todo sistema teórico que solo confundiría al niño.

Resulta muy curiosa (o chocante), para el lector moderno del Emilio, la recomendación de no poner libro alguno en manos de un niño hasta que cumpla los doce años. Pero esto, en realidad, no es más que una consecuencia lógica de la propuesta educativa de Rousseau: respetar la naturaleza de la niñez. En efecto, la niñez es la edad del juego, de la actividad física, no de horas interminables de lecturas áridas y complejas que el niño no está en capacidad de comprender. Sin embargo, Rousseau declara que no hay impedimento para enseñar al niño los rudimentos de la lectura y la escritura, pues ya tendrá ocasión de ejercitar estas habilidades cuando sea necesario.

Así pues, la educación roussoniana, además de naturalista, se ha llamado negativa, porque, según este enfoque pedagógico, el maestro no debe intervenir en el aprendizaje natural del alumno con reglas, lecciones u órdenes, sino dejar que éste mismo, según sus necesidades, pida al maestro que le enseñe.

LIBRO TERCERO

Su unidad temática es el comienzo de la adolescencia, de los doce a los quince años.

El preceptor enseña ahora a Emilio a obrar no solo por necesidad, sino también por utilidad. Así, comienza la instrucción en lo que es útil, y es entonces cuando se hace oportuna la elección de un oficio. El preceptor ayuda a Emilio en la elección,

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