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Los cuentos del abuelo


Enviado por   •  8 de Noviembre de 2019  •  Tareas  •  6.381 Palabras (26 Páginas)  •  171 Visitas

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Introducción

Esta historia “Los cuentos del abuelo” se desarrolla en un poblado de Chiapas, ahí es donde vivía Don Ramón, el Abuelo; conocido por ser un hombre venerable. Él es quién nos enseña, a través de sus pláticas a revivir aquellos sucesos cruciales por los pasó el Estado de Chiapas, será una reflexión de los viejos tiempos.

Es una crónica valiosa y trascendental, que nos introduce a distintos episodios del pasado a lo largo de más de 60 conversaciones, relatada de una manera muy sencilla; nos cuenta desde las primeras civilizaciones chiapanecas, de sus naciones indígenas, de la conquista, recordando aquellos grandes Patriotas, del origen de su escudo, de su himno, de la Reforma y hasta la Revolución Mexicana.

Se habla de las diferentes luchas y procesos que tuvieron que vivir nuestros antepasados para lograr la libertad y llegar a lo que hoy es el Estado de Chiapas.

Capítulo I: La leyenda de la Patria

La tradición

En un pueblo de las costas de Chiapas, vivía un viejo de luenga barba que todos llamaban el  “Abuelo”, su nombre era Ramón. Tenía muchos descendientes; hijos, nietos y bisnietos.

Siempre en los pueblos hay una persona así, que se quedan para servir de portavoces al tiempo y sus palabras son escuchadas con respeto.

Aquella noche, el Abuelo reunió a toda la turba de muchachos, para contarles la tradición que había oído de su bisabuelo que a su vez había oído contar de sus antepasados. A estas narraciones de las cosas que suceden se llaman tradiciones, si la relación se hace por días son efemérides, si comprenden un año, anales. Si abarcan cinco, lustro, si diez, década; cien años, centuria y varios siglos, edad.

El Abuelo comienza su narración así:

Chiapas es uno de los estados de la República Mexicana y en la antigüedad únicamente vivían los indios aborígenes en pequeñas comunidades, cultivaban la tierra para obtener el sustento de su vida, construían sus lacustres para defenderse de los animales feroces; su vestimenta era rudimentaria.

Eran cinco naciones

Cinco naciones indígenas principales, me contaba mi abuelo que habitaban estas tierras y que en sus dialectos dominaban: los querenes, tzeltales, zoques, mames y chiapas.

-- Dice Tomasina.

--¿Es verdad que eran como gigantes de grandes?

--Es que qué los pueblos primitivos son como ustedes los niños, llenos de fantasía. Los Zoques son tipos de color claro, de buena estatura, bien formados, que viven en casas de bajareque y visten con trajes bonitos, hombres y mujeres.

Los Chamulas, quizá lo más atrasados de todos los demás núcleos, sus vestidos son muy burdos, hecho de lana de sus carneros, ellos mismos esquilan y tejen.

Se alimentan de maíz, frijol, legumbres y los animales domésticos que los ayuda a trabajar: mulas, caballos y machos.

Los Votánidas

Los pueblos indígenas que vivían en nuestras tierras no tenían el mismo tiempo de estar aquí, unos eran más antiguos que otros. El más antiguo fue el pueblo que se llamó Votánida; según fueron los primeros que desembarcaron en las costas de Chiapas.

Uno de sus caudillos se llamaba Votán, fue el que más trabajó por el engrandecimiento de su pueblo; vestían traje talar, eran tribus pescadoras, su gobierno fue sacerdotal y teocrático, después se convirtió en patriarcal, se extendieron en todo el Estado de Chiapas, fundando grandes ciudades que hace muchos siglos desaparecieron, pero aún existen sus ruinas.

Los querenes

--Seguiré con mis narraciones, dijo el Abuelo.

El pueblo de los Querenes, que más se conoce con el nombre de Chamula, se localiza en la zona fría del Estado, su dialecto es el tzoltzil, son indígenas muy trabajadores; se dedican a la agricultura, a la crianza de borregos, a la alfarería, a la construcción de muebles y a labrar metates y filtros para agua.

Creen en el Nagual, que es cierto animal, que según creen ellos, protege la vida de la gente y al cual no puede matarse porque moriría la persona de quién es nagual, creen también en brujerías.

Los Tzeltales

Viven en los distritos de Palenque y Chilón, son hermanos de los Querenes, los tzeltales han podido mantenerse aislados de la población blanca y mestiza, son muy entregados a sus trabajos de agricultura. Cuándo siembran sus milpas, matan algún animal y su sangre la riegan en las cuatro esquinas de su sementera; creen que de ese modo se da mejor la milpa, sus casas son de bajareque, hechas de varillas, techadas de zacate.

Las ruinas de Palenque

Cerca del pueblo de Palenque existen las ruinas de una antiquísima ciudad, Chanan o Culhuacán, cuándo se descubrieron estas ruinas, se midieron las dimensiones que tenía la ciudad, pues fue una cosa que llamó mucho la atención. También se descubrieron otros cuatro grandes edificios, que eran los principales, El Palacio, La Casa de las Lajas, El Altar y El Oratorio y se hallaron cosas notables talladas en piedra y una enorme cruz que le llamaron Palenque y se encuentra en el Museo Nacional de México.

Los Mames

Habitan en las costas de Chiapas, desde Tonalá hasta el Soconusco. Su nombre era man, significa niño o tartamudo, porque dicen que estos indígenas hablaban como los pequeños, tartamudeando.

Son de talla pequeña, color moreno, ojos y pelo negro; sus casas son de varilla y techadas con una palma que se llaman Manaca. La región donde viven es sumamente rica para la agricultura, obtienen el frijol, maíz y chile, legumbres y frutas, cacao, café, hule, tabaco, plátano, caña de azúcar, productos que alcanzan un alto precio.

Los Alfaquíes

El Abuelo prometió contarles una historia interesante respecto de los indios mames:

El pueblo de los mames constituía un señorío de la nación quiché. Soconusco era su capital, su gobierno era sacerdotal, había una especie de sacerdotes llamados Alfaquíes, que asesoraban en las cosas difíciles del pueblo. Vestían traje talar y usaban pelo largo. Eran ricos pero no guerreros  y fue el motivo de que sufrieran invasiones; cómo el de los olmecas y toltecas. Así que no pudieron soportar tanta ignominia y  a decisión de los alfaquíes y consejeros emigraron a otras tierras. Algunos años después, cuándo los mames habían logrado prosperar nuevamente, fueron invadidos otra vez por los aztecas.

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