Proyecto De Lengua

PROYECTO DE LENGUA:

“APRENDIENDO A ESCUCHAR, A DIALOGAR, A ESCRIBIR Y A LEER

FUNDAMENTACIÓN

El lenguaje posibilita la comunicación, el intercambio entre las personas. Mantiene las relaciones complejas profundas con el pensamiento. Es el instrumento mediador en la construcción de conocimientos y por lo tanto desempeña un papel fundamental en el desarrollo de los niños y las niñas.

Por él se aprende a interactuar en la sociedad, a integrarse a su cultura y a apropiarse de sus modos de pensar, de hacer, de sus creencias y de sus valores.

El medio cultural en el que se desarrollan los niños y la niñas, adquiere particular relevancia. Su competencia lingüística está condicionada por las prácticas y creencias socioculturales de las familias, es decir, por el valor que adquiere la palabra para comunicarse. Desde este bagaje, cada persona va construyendo su propio lenguaje. El lenguaje se construye en interacción con los otros, niños, adultos (CBC)

Considerando que según Vygostsky, el desarrollo del lenguaje interiorizado y del lenguaje verbal es un proceso que involucra lo biológico y lo sociocultural, inclinando hacia lo social como factor prioritario, y según Bruner que rescata la función del adulto quien opera como auténtico andamiaje en las distintas operaciones de adquisición del lenguaje que hace el niño.

Trabajar la oralidad no es solamente ejercitar el habla, el trabajo con el lenguaje nos ubica espacialmente, nos da una patria, una identidad, una personalidad, una forma de jugar.

Se hace necesario valorar nuestra cultura a través de la lengua oral y escrita, ya que toda lengua propone una visión del mundo y es un instrumento de identidad con su lengua materna. La enseñanza de la lengua tiende a perfeccionar el dominio de la lengua oral y a la adquisición y aprendizaje de lo escrito.

Todo ser humano por su condición de tal, posee condiciones innatas para adquirir el lenguaje, pero necesita fundamentalmente aprender una lengua determinada para desarrollar esas facultades

Para lograr personas autónomas, usuarios de la lengua escrita y hablada, debemos favorecer sus competencias lingüísticas y comunicativas, a partir de las 4 operaciones básicas:

HABLAR--- ESCUCHAR, LEER---ESCRIBIR

Cuando el niño ingresa al jardín su repertorio lingüístico está conformado por todas las variables que el adulto y su entorno le han permitido, trae consigo un bagaje de historias propias formadas por hechos personales, la influencia del medio y de sus referentes inmediatos, este universo lingüístico, amenazado o influenciado según las restricciones discursivas del medio socio-económico del que proviene, actuarán a favor o en contra de la adquisición y dominio del lenguaje y su evolución personal.

Aprender a escribir supone, a la vez, apropiarse del sistema notacional y del lenguaje escrito. Es necesario señalar que ambos procesos se cumplen simultáneamente e interactuando entre sí. No se trata de períodos dedicados a la “enseñanza de las letras”, sino de incluir la escritura como forma de comunicación.

En el nivel inicial, los niños tendrán la oportunidad de interactuar con diversos materiales escritos. Generando situaciones en las que aparezca la necesidad de comunicarse por escrito. Esto dará lugar a que los niños intenten sus primeras producciones en forma directa o mediatizada, es decir, dictando el texto al adulto.

El niño se va apropiando, paulatinamente, del sistema de escritura convencional. Lo hace cuando la escuela le brinda amplia oportunidad de interactuar con material escrito y formular hipótesis sobre él. Las escrituras infantiles evolucionan en varios aspectos tales como el trazado y el sistema de diferenciación.

La escritura es una práctica y, por consiguiente, los avances se producen en la misma práctica. Se entiende por práctica de escritura todos los intentos que realizan los niños de “poner para que diga algo”, aunque para el observador solo se traten de algunos garabatos o letras desordenadas.

El hábito de leer no es innato. Es una capacidad que se desarrolla con la práctica y como consecuencia de un modelo de conducta que se le propone y enseña. El docente del jardín de infantes encuentra a sus alumnos en un momento ideal para vincularlos con los libros guiándolos en la apreciación del universo de posibilidades que éstos abren. La biblioteca es muchas veces la primera oportunidad que tienen muchos niños de ver, palpar y descubrir libros. Por eso resulta fundamental realizar una adecuada selección y presentación de ellos, así como de otros materiales que se incluirán. El espacio físico que se destine a la biblioteca será una invitación a acercarse y permanecer en ella.

Leer y escribir son dos actividades diferentes, que, en la práctica social y escolar, interactúan: se lee para escribir, se escribe a partir de lo que se lee, se lee lo que se ha escrito, etc. El material que se lee y se produce es significativo para el niño. Se trata de que los niños lean y comprendan mensajes estructurados con intencionalidad comunicativa en un contexto necesario y adecuado. La reflexión sobre la lectura y la escritura acompaña siempre su uso. Se alienta la confrontación entre pares como medio privilegiado de aprendizaje. Las intervenciones docentes plantean nuevos problemas, redefinen los ya planteados, focalizan la reflexión sobre los contenidos lingüísticos que se trabajarán.

PROPÓSITOS:

• Propiciar los medios adecuados para que los niños alcancen el desarrollo lingüístico hasta su mayor dominio.

• Que pueda desempeñarse adecuadamente (oralmente y por escrito), según las situaciones comunicativas en las que necesite actuar.

OBJETIVOS:

• Crear las condiciones más favorables para que los niños tengan posibilidad de dominar el lenguaje.

• Generar situaciones significativas para que los niños tengan deseos genuinos de comunicarse y expresarse, tanto oral como en forma escrita promoviendo intercambio con sus pares y con los adultos.

• Conocer las funciones sociales de la lectura y la escritura y las diferencias entre la lengua hablada, escrita y con otra forma de comunicación.

• Desarrollar formas personales de escritura, acercándose a lo convencional.

• Valorar la lectura, la escritura y el lenguaje oral como forma de aprender,

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