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Corrientes de filosofía de la educación II


Enviado por   •  4 de Abril de 2019  •  Exámen  •  2.458 Palabras (10 Páginas)  •  158 Visitas

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO[pic 1][pic 2]

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS

SISTEMA DE UNIVERSIDAD ABIERTA

LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA

Corrientes de filosofía de la educación II

Examen Parcial 2

Nombre: Iván Israel Márquez Vega        

Instrucciones: Lee con atención las siguientes preguntas. Contesta cada una de ellas justificando tu respuesta de la manera más clara y precisa posible, a partir de los textos de la bibliografía básica.

Valor de cada pregunta: 10 %        Valor total del examen: 50%

  1. Explica porque los verdaderos educadores son liberadores según Nietzsche en Schopenhauer como educador.

“Tus verdaderos educadores y formadores te revelan lo que es el genuino sentido originario y la materia básica de tu ser, algo en absoluto susceptible de ser educado ni formado, pero en cualquier caso, difícilmente accesible, apretado, paralizado: tus educadores no pueden ser otra cosa que tus liberadores… Porque la educación no es sino liberación.”

Nietzsche realiza una crítica a la cultura de su tiempo señalando que esta no sólo debería centrarse en las etapas clásicas que han determinado a la mayoría como lo griego o lo cristiano, sino que sería oportuno liberarse de ello para descubrir que hay más culturas y no continuar siendo el hombre masa que vive conforme a lo que le obligan a pensar, creer y actuar. Por lo contrario el autor de “Así habla Zaratustra” propone la figura del Übermensch, el superhombre es aquel que tiene la capacidad de transformación, el que se atreve a ser él mismo. Por tal motivo, platea que todo aquello que limita al hombre debe ser abolido, Dios ha muerto múltiples maneras, haciendo referencia a todo aquello que coarta la libertad, por ello todo lo que se convierta en ídolo debe ser destruido, lo apolíneo coarta, incluso cercena al ser humano, por lo que es necesario ser intempestivo y dar cabida a lo dionisiaco que otorgue la capacidad de irrumpir y dar el poso abismal de ser hombre masa a superhombre.

Lo anteriormente mencionado, se logra mediante la educación y la educación propia, uno mismo se debe hacer cargo de su propia educación que le permita descubrirse a sí mismo y le ayude a salir del molde que las culturas han impuesto y lo convierten en masa y lo moldea de tal forma que le hace pensar que está educado y más bien, ha sido homologado. El verdadero camino de la educación es aquel que libera y promueve la transformación. Educar no es entonces un proceso de enseñanza-aprendizaje sino de liberación. Es incitar a la rebeldía y al atrevimiento, el hombre que no quiere pertenecer a la masa debe mostrarse a sí mismo, aunque esto implique rechazar y dejar lo que da comodidad, por lo tanto la pereza y el miedo son lo más deleznable para quien quiere dejar de ser hombre masa y pretende convertirse en el Übermensch.

Es así que Nietzsche dice que el papel del educador es liberar y ser capaz de reconocer las cualidades más brillantes de sus alumnos para que se logren explotar al máximo y le ayuden al hombre a reconocerse.

  1. Describe las características del filósofo educador (Schopenhauer) de acuerdo con el texto anteriormente mencionado.

El filósofo alemán, encuentra en Schopenhauer al filósofo educador idóneo ya que es capaz de llevarlo fuera de sí mismo y marcar una distancia respecto a la masa. El mismo Schopenhauer es ejemplo porque su discurso es honesto porque habla y escribe a sí mismo para sí mismo, es jovial porque ha vencido mediante el pensamiento lo más difícil y además es constante. Además busca emancipación personal de la gloria y el reconocimiento social. Aunque hay riesgos que el mismo Schopenhauer vivió: el aislamiento y el despertar de la verdad, ambos aspectos pertenecen a quien se ha descubierto como un hombre vigoroso y entero en sus pasiones y expectativas y no del indolente kantiano.

  1. Menciona brevemente las críticas a la escuela tradicional que realizó John Dewey en Experiencia y Educación, y comenta las principales características de su teoría de la experiencia, base para una nueva educación.

Hablar de educación es referirnos a un acontecimiento netamente humano, es una relación entre personas. Es un fenómeno social que incluye un objetivo en común y la realización de cada uno de los miembros de la sociedad de acuerdo con el ideal establecido por el Estado. La educación es algo que está en proceso continuo en el ser humano y que ayuda a su perfeccionamiento desde el mismo génesis del hombre[1], a esto se le llama cultura.

“La educación es inmemorial; como el ser humano. Pero, estimo que ni una ni otra se pierde del todo en los arranques primeros de lo vivo. Se plantaron ambos, paulatinamente cuando hicieron aparición los utensilios para modificar el contorno y las interpretaciones con que se captaba el mundo.”[2]

La educación integra al individuo a la sociedad, lo forma, guía y perfecciona. Es, por lo tanto, una necesidad en el hombre, una característica propia del ser humano a la que se le llama educandidad, esto quiere decir que el hombre es una posibilidad de ser, es un proyecto que antes de cumplirse lo muestra como una bestia, pero su educandidad es quien le da la posibilidad de que sea diferente a los demás animales.[3]

“Educar es producir al ser humano. El hombre tanto individual como colectivamente está siempre por hacerse…”[4] No basta con nacer humano, además hay que llegar a serlo y la posibilidad de ser humano sólo se realiza a través de la educación, por medio de los demás, de los semejantes, es decir, de aquellos a los que algún día el individuo escoge como estereotipo. El debate pedagógico que Dewey propone gira en torno a la metodología, pero sobre todo alrededor de una visión antropológica clara donde se enaltece la experiencia significante del ser humano por encima de la acumulación sistemática y exacerbaba de información. Dewey aclara que la educación tradicional tiene como objetivo preparar para las futuras responsabilidades y para el éxito por medio de la adquisición de conjuntos organizados de información, de ahí que los alumnos deben hacer gala de una pasividad tal que les permita ser dóciles, receptivos y obedientes receptáculos de dicha información. Este proceso de transmisión tiene como vehículo estelar al libro de texto que otorgan el conocimiento digerido y dirigido, el maestro es el agente que comunica el conocimiento y da a conocer el decálogo moral que determina el actuar de los alumnos. La escuela tradicional impone materias, modelos y métodos alejados de las experiencias de quien es el aprendiz, además se enseña sin tener en cuenta del todo los cambios que pueden ocurrir en el futuro, y hay que tener en cuenta que estos programas son elaborados a partir de la experiencia de quienes ya pasaron ese proceso educativo.

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