El Hombre Y Su Entorno

Primera parte. La filosofía en general

Lección primera. Definición de la ciencia

La inteligencia del ser humano es capaz de aprehender las cosas de la realidad en forma directa, se trata de un conocimiento imperfecto e incompleto. Existen procedimientos que perfeccionan la precariedad de nuestras primeras aprehensiones, son:

• La división: oración o expresión que separa o distribuye en sus partes o elementos una cosa o un bien y nos permite diferenciar y ordenar las partes que se encuentran comprendidas en un todo. La división es una oración que no es ni afirmativa ni negativa al igual que la definición. Hay tres elementos: un todo que se divide, las partes de éste y aquello en lo que la división se fundamenta. Este fundamento señala el aspecto bajo el cual se hace la división.

• La definición: pone límites de cada cosa e indica claramente su naturaleza.

o Definición nominal o etimológica: muestra el significado de los términos o palabras.

o Definición real o escrita: expresa el significado de las cosas, por lo cual esta definición es la que manifiesta lo que las cosas son en realidad.

Al resultado del trabajo realizado por medio de la división y la definición, les llamamos nociones. Por lo tanto las nociones deben revelar lo que las cosas son en realidad.

La Filosofía por su etimología, se define como amor a la sabiduría y al filósofo como amante de la sabiduría. Si no hubiese Filosofía, tampoco habría ciencias; en definitiva, si no hubiese Filosofía sería por la sencilla razón de que no existiría el ser humano.

La inteligencia va desesperando conforme se crece en espíritu, llega un momento en el que las cosas que rodean al hombre le son tan familiares, que ya no importa tanto su explicación. Cuando la inteligencia llega a su estado adulto, en algún momento por lo menos, se coloca ante lo no acostumbrado o habituado, frente a lo desconocido del universo y de sí mismo.

Una gran cantidad de personas mata esa curiosidad e inquietud esencial del ser humano, conformándose con lo superficial y vano: estos serán los menos dotados para filosofar. Aquel que posea la teoría tiene un conocimiento mayor que quien carece de ella.

Una ciencia teórica tiene como finalidad llegar a conocer las causas primeras, valiéndose de la razón para descubrir el orden existente en la realidad.

Un principio y una causa son el punto de partida de las cosas porque son el fundamento de ellas. Las causas son cuatro: material, formal, eficiente (o instrumental) y final. La material revela de que está hecha la cosa; la formal lo qué esa cosa es; la eficiente se refiere a quién la hizo (incluyendo la instrumental), la final nos manifiesta el término de la cosa, es decir, hacia qué está orientada.

Lección segunda. La filosofía y su objeto de estudio

La Filosofía es una ciencia de lo general, busca especificar todo y la relación de sus causas remotas en la causa final (el fin). El objeto de estudio de una ciencia, es aquello que determinada disciplina científica aborda en forma directa, convirtiéndose en su campo de investigación. Hay dos aspectos bajo los cuales el investigador los tomará:

Objeto material: Puede ser en un sentido general, su contenido es precisamente lo que se estudia. Debido a su generalidad tiene la característica de ser compartido.

Objeto formal: Es el que a diferencia a una ciencia de otra y da a una ciencia su categoría particular, es decir, es el aspecto particular que una ciencia investiga del objeto material.

La Antropología estudia al hombre bajo el aspecto de las razas o etnias o bien, bajo las propiedades especificas del ser humano. Lenguaje, cultura, etc.

El filósofo estudia las cosas con relación a Dios, Causa Primera y Fin Último; la causa primera es su origen y causa última es su fin, de aquí que toda indagación filosófica está ordenada a Dios como Principio y Fin Último de toda la creación.

El objeto formal de la Filosofía es el ser en sus causas más altas y no en ninguno de sus múltiples aspectos particulares. El verdadero filósofo indaga en la verdad por amor y el amor desea el Bien, de tal forma, que el filósofo busca la Verdad porque esta representa el bien Supremo.

“… la Filosofía más que estudiarse debe vivirse”. R.P Arroyo Ruano

Lección tercera. Los principios de filosofar

La Filosofía es la ciencia del ser en el cual la capacidad del hombre de asombrarse es parte de, y por ende el descubrimiento de los principios y cusas últimas, es porque en él (el hombre) existe un deseo innato de saber, por el cual se despoja de la ignorancia, satisface su curiosidad y da una explicación de lo que lo asombra y admira y esto puede ser porque el hombre es un ser inteligente.

La inteligencia es el primer factora para el desarrollo del filosofar. El otro es el ocio el cual consiste en trabajar con las facultades del espíritu, la inteligencia, el entendimiento, el pensamiento y también con la facultad.

Los principios del filosofar permiten al hombre reflexionar en forma seria y ordenada sobre Dios.

Lección cuarta. El método filosófico

El método es “…el modo con el cual el pensador católico debe en cada momento acercarse al mundo cultural de su época”. La filosofía es una ciencia con juicios válidos y no mero método, en ella el intelecto se aplica al descubrimiento de las cusas y de los principios del ente. Para llegar al grado contemplativo se necesita el cuestionamiento y la discusión que permiten deducir verdades, los escolásticos llamaban a esto, lectio, questio y diputatio.

La reflexión filosófica para llegar a entender lo estudiado, se necesita conceptualizar, enjuiciar y finalmente raciocinar. De ahí que Aristóteles afirme que “… en la ciencia a veces no es preciso comenzar por el comienzo y por la primera noción del objeto, sino por lo que puede facilitar mejor el estudio”. Según Santo Tomás “el principio de toda demostración es la esencia de una cosa”.

El hombre necesita para conocer, partir del mundo físico a través del conocimiento sensible, para después elevarse al conocimiento intelectual. El hombre para allegarse a la Verdad necesita ser impulsado por el mismo Dios. La Verdad es una sola aunque las formas de conocerla son diferentes; pero la fuente de donde nace es la misma y Dios impulsa a conocerla a quien Él quiere.

A diferencia del conocimiento teológico cuyo contenido es la Revelación Divina, la Sagrada Escritura y el Magisterio de

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