El Nombre de la Rosa y la filosofía en la Edad Media

El Nombre de la Rosa y la filosofía

en la Edad Media

En el nombre de la rosa, podemos observar la historia de un fray Franciscano llamado Guillermo y su aprendiz Adso, que fueron llamados a una abadía Benedictina para resolver una muerte, que fue desencadenando en una serie de crímenes. Donde los monjes del lugar, consideraban que eran actos de satanás.

A partir de este suceso, es que se empieza a desarrollar un conjunto de hechos cada vez más extraños, que rondan alrededor de libros “prohibidos”.

Esta película basada en el texto de Umberto Eco con el mismo nombre, está situado en la Edad Media.

“Un rasgo característico de la sensibilidad medieval fue la visión simbólica alegórica del universo. El hombre medieval vivía en un mundo pleno de significados, de remisiones y de manifestaciones de Dios. Dado que Dios se manifestaba en la biblia, y en ese otro libro que era la naturaleza”.

“En la antigüedad lo bello se encontraba en lo humano y en lo inteligible; en la Edad Media, en Dios y en los vestigios múltiples que había dejado en su creación.

Dios era la suprema bondad, el supremo ser y la suprema verdad, también era la suprema belleza.”

Es por estas manifestaciones que en la historia se acusa inmediatamente al diablo por lo que ocurría, sin buscar otras explicaciones fundamentadas desde la razón.

La razón (ratio), siendo eterna e inmutable por oposición a la caducidad del mundo sensible. “Únicamente cuando nos ilumina la Luz de la Razón (lux rationis) podemos percibir las verdades generales de las que todos los hombre participan”

El motivo por el que fue llamado el fray Franciscano es por practicar la fe sin dejar de lado  la razón; esto causó gran odio dentro de la abadía. Ya que solo por la fe tenía que ser basado todo obrar de los hombres de ese tiempo.

Dentro de las creaciones de Dios, se puede apreciar a la mujer como la transportadora del mal, ya que es una de las culpables de ocasionar que los hombres, fuesen o no consagrados, corrieran la mirada de lo divino. Son varios los diálogos que hacen alusión a esto durante el film:

Adso: -Santo Tomás ensalza el amor sobre todas las demás virtudes.

Fray Guillermo: -El amor a dios; de mujeres Tomás de Aquino sabía bastante poco [...] los proverbios nos advierten que la mujer se apodera de la preciosa alma del hombre […] más amarga que la muerte es la mujer.

En contraposición de esta mirada negativa hacia la mujer, y en relación directa con la importancia que las representaciones artísticas tenían para la religión, podemos nombrar el momento en el cual uno de los monjes, postrado a los pies de una escultura de la Virgen María resalta su divinidad, más allá de su género femenino. Esto tiene que ver con el concepto de imitación del arte que tenía Aristóteles que sostenía que el artista al imitar la realidad, la puede presentar no solo tal y como es (como pintaba Dionisio); sino que también la puede embellecer (como Polignoto, quien representaba a las personas de una manera mejor); o afear (como Pausón que las mostraba peores).

Continuando con el arte en la Edad Media se lo consideraba una habilidad de producir ciertas cosas, basadas en reglas. En el dominio del hacer, no del actuar, que pertenece a la moralidad. El arte no es una expresión sino una construcción, operación en vistas a un resultado; el arte debía cumplir con una función pedagógica, ligado esta vez a la religión:

“El arte era una forma principal de hacer llegar al pueblo el dogma cristiano, como lo muestran los frescos y vitrales que decoraban las iglesias. Época en la cual la moral era la regla con la que se regía todo.”

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